La primera reseña que leí de este libro fue en el blog de Ysabel, y tenía muy claro por la temática que me apetecía leerlo (por ese sueño de querer ser bibliotecaria), tiempo después llegó la reseña de Carmen, y mi deseo aumentaba, cuando leí la de Carmina y unos días más tarde la de Sandra, fui a una librería y me lo autoregalé. ¡Qué gran acierto!
Lo leí de un tirón porque es corto, no está estructurado en capítulos, es un monólogo contado en primera persona por la protagonista, una mujer de la que no llegaremos a saber su nombre, que trabaja de bibliotecaria en una biblioteca de provincias en Francia. Ella misma se define como: “soy la mujer invisible, la responsable de la sección de geografía.”
Un discurso que en realidad es una conversación con un usuario de la biblioteca al que encuentra dormido en su sección porque se había quedado encerrado, y del que no escucharemos nada, porque sus pocas intervenciones son narradas por ella misma.
Es una reflexión sobre su vida personal y laboral, sus inquietudes, inseguridades, deseos y aspiraciones, como ha llegado hasta esta vida anónima y solitaria, rodeada de libros y dónde todavía aspira a ser amada. Con muchas referencias al funcionamiento de las bibliotecas, desde el sistema Dewey de clasificación (posteriormente se adaptó creándose la CDU clasificación decimal universal, y es aquí dónde encontraremos el significado al título del libro) hasta la política de compras, pasando por una crítica a los arquitectos de estos edificios (en este caso la sección de Geografía está en un sótano sin luz natural), y la diversidad de usuarios que se pueden encontrar. Conoceremos sus preferencias literarias con un repaso a las obras de Guy de Maupassant o de Simone de Beauvoir. Incluso algunas comparaciones entre la sensualidad que puede provocar el lomo de un libro y una nuca, o la relación entre escribir y sexualidad. Todo un amasijo de pensamientos que nos llegan directamente porque, aunque van dirigidos a ese usuario, es como si nos estuviese hablando a nosotros.
Puede parecer un libro muy técnico o muy dirigido a bibliotecarios, pero es todo lo contrario, utiliza un lenguaje sencillo y claro para contarnos con cierta ironía los entresijos de esta profesión. No falta el humor, es una novela divertida, pero también nos deja una atmósfera de tristeza el sentimiento que transmite esta solitaria mujer.
Es el primer libro de esta joven autora francesa y ha empezado con una estupenda novela.
Por cierto, la cubierta y el detalle de la faja que envuelve el libro que representa una ficha de préstamo están geniales.
Algunas frases del libro:
“Dedico este divertimento a todas aquellas y todos aquellos que siempre encontrarán más fácilmente un hueco en una biblioteca que en la sociedad.”
“Saber orientarse en una biblioteca es dominar la cultura en su conjunto y, por tanto, el mundo.”
“En mi oficio, ¿sabe?, no hay nada más emocionante y gratificante que juzgar la clase de persona que tienes delante, tantear su expectativas, dar entre las estanterías con el libro que anda buscando y hacer que se encuentren. Los dos juntos, libro y lector, en el momento adecuado de la vida de cada uno, eso puede producir chispas, una llamarada, una hoguera, puede cambiar una vida.”
Contracubierta o parte de la misma:
Ni siquiera tiene nombre. Y es que nadie habla con ella, como no sea para pedir libros en préstamo. Su consuelo: las buenas lecturas (siempre de autores muertos) y estar rodeada de seres incluso más tristes que ella.
Se pasa los días ordenando, clasificando, poniendo signaturas. No pensaba ser bibliotecaria, pero abandonó las oposiciones por un hombre. Ahora el amor le parece una pérdida de tiempo, un trastorno infantil. Claro que el deseo es muy traicionero, y ella guarda unos pendientes en el cajón.
Preferiría la sección de historia a la de geografía, allí en el sótano de una biblioteca de provincias, donde lleva la mitad de la vida, donde ya empieza a ser vieja, pero el anonimato al menos le concede pequeñas venganzas. De las que quizás solo ella se percata. Porque, además, en el orden de la biblioteca se cifran las jerarquías de la vida: la de los ricos y los pobres, los privilegiados y los subalternos, los que tienen un amor y los que no.
Pero cuando no hay nadie, cuando la biblioteca está cerrada, incluso puede -y sabe- darle voz a su neurosis, a sus angustias, al vértigo del saber libresco. Y entonces descubrimos que los neuróticos pueden ser buenos narradores, cosa no tan evidente. Cosa que tal vez logran, sobre todo, los buenos fingidores, los escritores que dan vida a los buenos personajes.
Sólo le queda, pues, la literatura. Para elevarse, dice ella. Los libros, los buenos libros. Y quizá, también, los buenos lectores, que van a la biblioteca en busca de algo más que calefacción o aire acondicionado, y que dan vida a las grandes historias, como el breve monólogo de esta mujer insignificante, que relata su desencanto con acritud y humor. ¿O es un diálogo? ¿O acaso la pregunta tiene sentido?
Traducción de María Enguix Tercero
Ilustración de cubierta: Sergio Ibáñez Narro
Traducción de María Enguix Tercero
Ilustración de cubierta: Sergio Ibáñez Narro
Tiene muy buena pinta este libro. Acaso ella no está más sola que muchos de esos libros que nunca salen de la biblioteca.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué ganas le tengo a este libro! No paro de ver reseñas buenísimas de él. Pero tengo tantas lecturas pendientes ahora. Pero seguro que va a ser una de mis primeras lecturas el año próximo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me apetece bastante leer este libro, el otro día lo tuve en la mano, la edición es una monada!
ResponderEliminarBesotes
Yo le tengo muchas ganas a este libro!!!! Y la portada es preciosa!
ResponderEliminarYo también he leido reseñas muy buenas sobre él, y ahora ésta, quiero hacerme con él...
ResponderEliminarUn beso!
Lo tengo anotado en mi lista de lecturas porque las críticas que he visto son muy buenas y la verdad es que me llama muchísimo la atención
ResponderEliminarun beso!
Qué gracia que hayan elegido la signatura 400 como título, cuando el número 4 de la CDU precisamente está vacío, jeje. Habrá que leer el libro entonces.
ResponderEliminarLo tengo en mis lecturas pendientes.
ResponderEliminarYo también he leído reseñas muy positivas de este libro y ya lo tengo en mi lista de pendientes. Al ser tan cortito seguro que me lo leo pronto, o eso espero.
ResponderEliminarSaludos!!.
Cuando leí la reseña de Carmina me llamó mucho la atención y miré a ver si estaba en mi biblioteca pero no hubo suerte, probaré en Navidades a ver si lo encuentro.
ResponderEliminarMusus.
A este libro ya lo tengo apuntadísimo. No hago más que leer buenas reseñas sobre él! Espero hallarlo pronto!!!Muy buena reseña!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado y es que es una delicia leerlo...
ResponderEliminarBesines,
En la lista de pendientes desde que lo vi en varios blogs... espero que pronto le llegue el turno
ResponderEliminarD.
Me encantan este tipo de libros y a este le tengo unas ganas tremendas.
ResponderEliminarBesos
Desde que lo vi en el blog de Carmen le tengo muchas ganas a este libro! Desde entonces no he parado de ver reseñas positivas sobre él y eso hace que aumenten mis ganas!
ResponderEliminarBesos!
El otro día lo vi en una librería, y entre todos los libros me llamo la atención la portada de este, aunque al final acabe comprándome otro, seguro que en la próxima cae, ya son varias las reseñas que lo ponen bastante bien. Bsos!
ResponderEliminarPilar: cuánta razón tienes. A mi me da pena cuando en la biblioteca del cole de mis hijas veo un montón de libros con la ficha de préstamo en blanco.
ResponderEliminarUn abrazo
Margari: pues ya tienes a la vuelta de la esquina el Año Nuevo. Así que a disfrutar con nuevas lecturas.
Un abrazo
Shorby: supercuidada, el detalle de la faja que envuelve el libro está genial.
Un abrazo
Shanny: una portada atractiva para quienes nos gustan los libros.
Un abrazo
La pequeña Meg: una opción es pedirlo a los Reyes Magos.
ResponderEliminarUn abrazo
Tatty: como tu lista será larguísima, hazle un hueco, se lee de un tirón.
Un abrazo
Espe: la bibliotecaria protagonista hace una reflexión muy buena sobre este aspecto. Este libro te tiene que gustar.
Un abrazo
Leira: pues tendrás que remediarlo y que pase a los leídos.
Un abrazo
Carla: en un plis plas, es corto y no puedes parar hasta terminarlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Mafaldas: eso, si no lo tienen en la biblio, a pedirlo para Reyes.
Un abrazo
Andrea: gracias, y espero que lo puedas encontrar. Te gustará.
Un abrazo
Carmen: tu reseña de este libro fue uno de los motivos para desear leerlo. Muy bueno.
Un abrazo
Dsdmona: veo que muchos lo teníamos en la lista de pendientes, te recomiendo que lo adelantes.
ResponderEliminarUn abrazo
Laky: seguro que faltará poco para que lo puedas leer. Te va a encantar.
Un abrazo
Kristineta: en general todas las reseñas son buenas, me ha gustado esta autora.
Un abrazo
Sandra: si elegiste el otro por algo será. A ver si la próxima le toca a éste, mientras que no se vuelva a poner otro mejor por en medio.
Un abrazo
Yo ya lo tengo en casa, así que espero disfrutarlo pronto.
ResponderEliminarUn beso.
Lo acabo de terminar y me ha encantado.
ResponderEliminarGracias por la recomendación, lo conocí aquí.
Un beso
Luisa y Mientrasleo: voy a estar atenta a vuestras reseñas. Me apetece saber vuestra opinión.
ResponderEliminarUn abrazo
Hace nada que lo he leído y me ha encantado! :)
ResponderEliminarBesitos
Sandra: tu reseña fue una de las que leí y me convencieron de que este libro me iba a gustar.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Estoy deseando hacerme con este libro! Todos los días nos miramos largamente en la librería ... ¡ains!
ResponderEliminarbsos!
Rosalía: hay miradas que no se pueden evitar, llévatelo contigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Empecé ayer con él y ya me queda poquito para terminarlo. Es muy curioso y me está gustando.
ResponderEliminarUn saludo cordial de una recién llegada al mundo de los blogs de lecturas.
carmenpiva: a estas alturas de mes seguro que ya lo has terminado, y espero que te haya seguido gustando.
ResponderEliminarBienvenida a este mundillo.
Un abrazo