Este libro le va a gustar a todo aquel o aquella que sienta
placer por la lectura, y más específicamente a quien tenga hijos o jóvenes en
su entorno. Porque Daniel Pennac, profesor de literatura en un instituto,
escribió este ensayo para recuperar el gusto por los libros, tras comprobar la
reticencia a la lectura de sus alumnos, así como de su hija de ocho años.
Dividido en cuatro partes, en la primera bajo el título
“Nacimiento del alquimista” trata de cómo hacemos leer a nuestros hijos, y de
la generación, que por edad puede ser la de nuestros padres o abuelos, en que
la tendencia era impedir leer.
Reflexiona sobre la atracción de la tele y el tiempo que nos
ocupa, al igual que el resto de aparatos electrónicos. Pero no son los únicos
culpables de que se lea poco, hace referencia a las escuelas y el como se
trabaja, o no, desde ellas la lectura, la falta de bibliotecas, o la parte
infinitesimal reservada al libro por parte del ministerio de Cultura (aunque el
autor se refiere a Francia y escribió este libro en 1992, opino que es
extensible a España y a la época actual).
Con estas
reflexiones el autor nos lleva a los que somos padres a preguntarnos si hemos
conseguido de manera correcta que nuestros hijos tengan placer por la lectura.
En la segunda parte “Hay que leer” trata la lectura como
dogma, y nos dice ¡hay que leer!:
Para aprender.
Para sacar adelante nuestros estudios.
Para informarnos.
Para saber de dónde venimos.
Para saber quiénes somos.
Para conocer mejor a los demás.
Para saber adónde vamos.
Para conservar la memoria del pasado.
Para iluminar nuestro presente.
Para aprovechar las experiencias anteriores.
Para no repetir las tonterías de nuestros antepasados.
Para ganar tiempo.
Para evadirnos.
Para buscar un sentido a la vida.
Para comprender los fundamentos de nuestra civilización.
Para satisfacer nuestra curiosidad.
Para distraernos.
Para informarnos.
Para cultivarnos.
Para comunicar.
Para ejercer nuestro espíritu crítico.
Creo que cada uno de nosotros podemos encontrar una buena
razón para leer.
La tercera parte “Dar de leer” nos explica como ha
conseguido que lean sus alumnos, como han perdido el miedo al texto. Toda una
lección de la que destacaría la manera tan sencilla de conseguirlo, aunque
tengo claro que en la práctica no lo sería. Y nos recuerda que para que la
juventud lea debemos concederles los derechos que nosotros nos permitimos, y de
esto trata la siguiente parte.
La cuarta y última se titula “El cómo se leerá” y recoge los
derechos imprescriptibles del lector que muchos de vosotros habréis visto
alguna vez en este cartel con ilustraciones de Quentin Blake.
Daniel Pennac resume este decálogo diciendo:
“lea lo que quiera, como quiera y cuando quiera y, si no
quiere, no lea. Porque leer es ante todo un placer voluntario.”
Y un placer ha sido leer este libro, porque es ameno,
cercano y reflexivo en la forma de tratar un tema tan importante como es la
lectura, y el cómo, dónde y cuándo podemos disfrutar con ella.
Totalmente
recomendable.Algunas frases del libro:
“Mientras que la tele, e incluso el cine si nos paramos a
pensarlo..., en una película todo está dado, nada se conquista, todo está
masticado, la imagen, el sonido, los decorados, la música de fondo en el caso
de que no se entendiera la intención del director...
La puerta que chirría para indicarte que es el momento de
morirte de miedo...
En la lectura hay que imaginar todo eso... La lectura es un
acto de creación permanente.”
“Están los que jamás han leído y se avergüenzan de ello, los
que ya no tienen tiempo de leer y lo lamentan, los que no leen novelas, sino
libros útiles, ensayos, obras técnicas, biografías, libros de historia, están
los que leen todo sin fijarse en qué, los que devoran y cuyos ojos brillan,
están los que sólo leen clásicos, amigo mío, porque no hay mejor crítico que el
tamiz del tiempo, los que pasan su madurez releyendo, y los que han leído el
último tal y el último cuál, porque, amigo mío, hay que estar al día.
Pero todos, todos, en nombre de la necesidad de leer.”
“Las cosas más hermosas que hemos leído se las debemos casi siempre a un
ser querido. Y un ser querido será el primero a quien hablemos de ellas.”
“El auténtico placer de la novela reside en el descubrimiento de esta
intimidad paradójica: el autor y yo...”
“Sí, pero ¿a qué parte de mi distribución del tiempo quitar
esa hora de lectura diaria? ¿A los amigos? ¿A la tele? ¿A los desplazamientos?
¿A las veladas familiares? ¿A los deberes?
¿De dónde sacar tiempo para leer?
Grave problema.
Que no lo es.”
Contracubierta o parte de la misma:
Este libro es un ensayo, aunque se lee como si fuera una
novela, un estimulante relato con una única intención: recuperar el placer de
la lectura en una época en que ésta parece haberse reducido a una obligación.
Un placer que empieza por el derecho a no ejercerlo, o a hacerlo cómo y cuándo
a cada uno le apetezca.
Traducción de Joaquín Jordá
Ilustración de la cubierta: Marc Taeger
Traducción de Joaquín Jordá
Ilustración de la cubierta: Marc Taeger
Lo leí hace poco pero fue sacado de la biblio. Desde luego es de esos libros que hay que leer sí o sí. Lo que estoy deseando es poder comprarlo, para poder leerlo cada vez que quiera. Pero me ha sido imposible hasta ahora. No lo encuentro por ningún sitio.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me ha gustado mucho la entrada, parece un libro muy interesante =)
ResponderEliminarBesotes
Interesante entrada! Parece un buen libro, aunque es la primera vez que oigo hablar de él. Las frases son muy buenas :-) La de no leer por el tiempo,"grave problema, que no lo es" me encanta! jejej Un abrazo!
ResponderEliminarEs un libro al que le tengo ganas pero no encuentro en la biblio, el problema de lso prestamos interbibliotecarios es que pueden llegar en el momento menos adecuado, y al final agobian...
ResponderEliminarbesotes
Ahhhhhhhhhhhh por cierto tengo problemas para conseguir que mi hijo de ocho años lea, y en un futuro si no quiere ser lector no lo voy a obligar pero ahora considero que es una ayuda muy util para que aprenda a estudiar, así que igual me lo compro, estas navidades, merece la pena por lo que cuentas no?
ResponderEliminarMucha gente me ha recomendado este libro, al final tendré que haceros caso y leerlo, seguro que lo disfruto mucho. Muchos besos.
ResponderEliminarCreo que la lectura forja el carácter de las personas y las acerca a los demás. Después de muchas lecturas nace la pasión por escribir, que todo lo arrasa. Y en leer y escribir ya no hay vuelta atrás, pero de todas partes surgen personas capaces de asegurarte que pierdes el tiempo: Son las mismas que ni leen ni han leído.
ResponderEliminarSaludos
Huy, este fijo que me gustaría así que anotado queda.
ResponderEliminarUn libro interesante porque muchas veces no sabes qué hacer para despertar en un niño la curiosidad por la lectura.
ResponderEliminarMusus.
Lo ompré hace un par de meses pero aún no lo he leído. Este autor me atrae desde que leí su estupendo Gracias.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo!
Margari: a ver si tienes suerte y lo encuentras, es de esos libros que apetece releer de vez en cuando.
ResponderEliminarUn abrazo
Shorby: gracias, es una estupenda reflexión sobre el placer de leer.
Un abrazo
Saramaga: gracias, si es que buscamos problemas donde no los hay. Cualquier momento es bueno para leer.
Un abrazo
Carmina: con los niños paciencia, cada uno es un mundo. Hay que motivarlos pero sin agobios ni obligaciones. Lo importante es que desde pequeños sientan la lectura como algo habitual. Pasarán épocas de mayor lectura y otras de menos pero la base la tendrán toda la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Goizeder: para quienes disfrutamos con la lectura es un libro con el que nos vamos a identificar.
Un abrazo
Begoña: me gusta lo que has escrito, tienes mucha razón. Por suerte también somos muchos lo que pensamos que leer es imprescindible.
Un abrazo
Espe: ya nos contarás, pero seguro que disfrutas con este libro.
ResponderEliminarUn abrazo
Mafaldas: es interesante para motivar a los pequeños y a los mayores, nunca es tarde para crear hábito de lectura.
Un abrazo
Carmen: recuerdo tu entrada sobre "Gracias", y me apunté el de "Mal de escuela". Ahora espero poder leer tu reseña sobre este libro, que seguro te gusta.
Un abrazo
No conocía para nada este libro y me parece muy interesante. Me lo apuntaré, que aunque no tengo niños cerca creo que igualmente me puede ser útil. Besos!
ResponderEliminarQ bonito, me han encantado las fragmentos que has incluído. La verdad es que es una pena que haya tanta gente a la que no le guste leer, en especial los niños, si me saliesen hijos no lectores supongo que me daría un disgusto, pero es que quizá sea difícil inculcarles el amor por los libros, no lo sé. Y fíjate, pensaba que solo me había pasado a mí, pero es cierto que cuando era pequeña mi padre me racionaba la lectura, no me dejaba leer todo lo que quería porque decía que era malo para la vista y para la cabeza leer tanto, así que tenía que hacerlo muchas veces a escondidas, aunque es cierto que ya de niña era una lectora muy viciosa y si no hubiera sido por eso no hubiera hecho otra cosa. Muchos besos
ResponderEliminarKristineta: es un libro muy recomendable para todos los que disfrutamos del placer de leer.
ResponderEliminarUn abrazo
Carol: como madre te puedo decir que no es cuestión de si es difícil o no inculcar el amor por los libros, sino que depende de su forma de ser, de sus gustos. Porque mis hijas son mellizas, por tanto la educación que les hemos dado en casa, la que han recibido en el colegio, lo que han vivido y experimentado, ha sido a la vez, y una desde muy pequeña ha sido lectora voraz, mientras que la otra apenas lee.
Un abrazo
A ver si lo encuentro, que me apetece mucho este libro.
ResponderEliminarMuy buena reseña, Blanca. Un beso.
Luisa: a mi me ha gustado mucho, y quiero leer "Mal de escuela", que también recomiendan otros blogueros.
ResponderEliminarGracias por lo de la reseña.
Un abrazo