Escogí esta lectura porque la autora tiene otro libro titulado “Mi maravillosa librería” (reseña aquí) que trata sobre su propia experiencia cuando se embarcó en la aventura empresarial de tener una librería. Y al leer en la contracubierta de “Invierno en Viena” que resalta el valor de los libros y las librerías, pensé que no podía perderme esa temática. Sin embargo, lo que he encontrado ha sido un texto totalmente diferente.
La historia es sencilla, sin altibajos ni complicaciones. Ambientada en Viena al principio del siglo XX. Los personajes son bondadosos, exceptuando un par con un toquecillo de maldad, pero en general destaca una atmósfera con mucho amor. Y así lo puedo calificar como cuentecillo navideño.
Solo contar como curiosidad que el nombre de la librería que aparece, “Friedrich Stock”, es real, siendo su propietaria en Viena la propia autora.
Algunas frases del libro:
“No pasó ni un solo día sin que se imaginara cómo sería trabajar en una tienda rodeado de libros y de personas que venían a comprar y a leer esos libros.”
Contracubierta o parte de esta:
Viena, primeros años del siglo XX. Marie trabaja como niñera para la respetable familia del doctor Arthur Schnitzler, el famoso autor de “La señorita Else”. Cuando el señor de la casa la envía a recoger un pedido en su librería habitual, Marie vuelve con las manos vacías y empapada por la nieve: los libros no han llegado aún pero Oskar, el librero, se los acercará en persona cuando los reciba. Esa misma tarde toca el timbre de la mansión de la Sternwartestrasse con el paquete bajo el brazo, y lleva además una sorpresa para Marie: un volumen de Rilke que, junto con unos hermosos versos, guarda entre sus páginas una breve nota para la joven. A Oskar le gustaría verla una vez más…
Traducción del alemán de Richard Gross
Título original: Ein Winter in Wien
Cubierta: ilustración de Bilwissedition Ltd. & Co. KG/Alamy Stock Photo