Las diferentes partes del libro alternan la historia de Ifemelu y la de Obinze. Reconstruyendo su vida en común en Nigeria, desde que se enamoraron en la adolescencia, hasta los años en que cada uno siguió un rumbo distinto emigrando al extranjero. Y su posterior regreso a su país de origen. En concreto el título del libro “Americanah” hace referencia a la palabra con la que se denomina a un nigeriano que habiendo emigrado a América, regresa a su país.
Mientras Ifemelu tuvo la oportunidad de ir a Estados Unidos para ampliar sus estudios, y lo hizo, Obinze se quedó en Nigeria pero, con su deseo de salir y encontrar mejores opciones laborales, consiguió ir a Gran Bretaña.
Lo que les pasó a cada uno y las experiencias que vivieron, junto a los problemas que tuvieron que afrontar, marcaron sus caminos. Levantándose un muro entre los dos. Ambos tuvieron un choque cultural, pues se encontraron con que todo era diferente a como imaginaban. Lo que hizo que tuvieran dificultades para abrirse paso en ese mundo nuevo y adaptarse a cada país. Los temas raciales y la inmigración fueron sus acompañantes durante ese tiempo.
Precisamente las circunstancias vividas en el extranjero hicieron que, por un lado, Obinze se sintiera solo y soportara la dureza de la realidad que le rodeaba, hasta que fue deportado. Y desde luego, para nada era la vida que había imaginado. Mientras que, por otro lado, Ifemelu, tuvo que tomar alguna decisión in extremis para sobrevivir, y aunque parecía que se iba asentando, tras 13 años en EEUU, decidió regresar a Nigeria. En una vuelta a sus orígenes, en un intento de reencontrarse consigo misma.
Precisamente una parte del libro está formada por las entradas al blog que creó Ifemelu cuando vivía en Estados Unidos, donde expresa sus opiniones hablando sobre la raza. Mientras que al regresar a Nigeria, retoma el blog, dándole un vuelco, pasando a hablar sobre la vida. Creo que esta diferencia en el contenido de su blog refleja su estado emocional, que es claramente diferente en un país y en otro.
He leído este libro porque me lo regaló una de mis sobrinas, y le doy las gracias por haberme descubierto a esta autora nigeriana. Porque en esta novela que habla de sueños, de formas de vida y de vivir, de amor, de emigración e inmigración, de racismo, de búsqueda de identidad, a través de los ojos de dos personajes, mientras van pasando de la adolescencia a la madurez, hay parte de la propia experiencia de la autora y ha sabido transmitir su propia mirada.
Algunas frases del libro:
“Mucha gente – sobre todo no negros – dice que Obama no es negro, que es birracial, multirracial, blanco y negro, cualquier cosa menos negro. Porque su madre era blanca. Pero la raza no es biología; la raza es sociología. La raza no es genotipo; la raza es fenotipo. La raza importa debido al racismo. Y el racismo es absurdo porque tiene que ver con el tono de piel y la forma de la nariz y los rizos del pelo.”
“¿Por qué tenemos que hablar siempre de la raza? ¿No podemos ser sencillamente humanos?”
“Cuando empecé a dedicarme a la propiedad inmobiliaria, me planteé reformar las casas antiguas en lugar de demolerlas, pero no tenía sentido. Los nigerianos no compran casas porque sean antiguas. Ya sabes, el granero de un molino de doscientos años reformado, esas cosas que tanto gustan en Europa. Aquí eso no da resultado. Y es lógico, claro, porque somos tercermundistas, y los tercermundistas miramos al futuro, nos gustan las cosas nuevas, porque lo mejor está todavía por venir, mientras que en Occidente lo mejor ya ha pasado, y por eso han de convertir el pasado en fetiche.”
“Tengo la sensación de que dejé de ser negra nada más apearme del avión en Lagos.”
Contracubierta o parte de la misma:
A mediados de la década de 1990, en una Nigeria militarizada, dos adolescentes, Ifemelu y Obinze, se enamoran apasionadamente. Como muchos de su generación, saben que tendrán que dejar el país. Obinze sueña con vivir en estados Unidos, pero es Ifemelu quien consigue vivir en Brooklyn e ir a la universidad. Mientras Obinze lucha para reunirse con Ifemelu, ella se encuentra en una América donde nada es como se imaginaba, comenzando por la importancia del color de su piel.
Traducción de Carlos Milla Soler
Título original: Americanah
Diseño de la cubierta: Penguin Random House basado en el diseño original de 4th Estate