Premio El Barco de Vapor 1998
Es un libro entretenido, de ágil lectura y a la vez con bastante información histórica, la ambientación medieval está muy lograda.
Los protagonistas viajan por media Europa intentando salvar el mundo, viven muchas aventuras. Entre ellos se crea una amistad que consigue darles fuerzas para seguir adelante a pesar de todas las dificultades y problemas con los que se van encontrando. En algún momento piensan que no vale la pena continuar porque en el mundo hay guerras, hambre, odio, ... Sin embargo también piensa Mattius:
“Si el mundo se acabara y yo pudiera salvar algo, salvaría las mayadas y las fiestas de la cosecha. Y la alegría en los ojos de la gente. Y la risa de los niños.”
Vieron con la mente lo que jamás podrían ver con sus ojos. Y un muchacho dio su vida por la humanidad porque tenía fe en el hombre y en el futuro.
Contracubierta o parte de la misma:
Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe...
Curiosidades sobre el libro, publicadas en la página web de la autora (enlace aquí)
Es un libro entretenido, de ágil lectura y a la vez con bastante información histórica, la ambientación medieval está muy lograda.
Los protagonistas viajan por media Europa intentando salvar el mundo, viven muchas aventuras. Entre ellos se crea una amistad que consigue darles fuerzas para seguir adelante a pesar de todas las dificultades y problemas con los que se van encontrando. En algún momento piensan que no vale la pena continuar porque en el mundo hay guerras, hambre, odio, ... Sin embargo también piensa Mattius:
“Si el mundo se acabara y yo pudiera salvar algo, salvaría las mayadas y las fiestas de la cosecha. Y la alegría en los ojos de la gente. Y la risa de los niños.”
Vieron con la mente lo que jamás podrían ver con sus ojos. Y un muchacho dio su vida por la humanidad porque tenía fe en el hombre y en el futuro.
Contracubierta o parte de la misma:
Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe...
Curiosidades sobre el libro, publicadas en la página web de la autora (enlace aquí)