Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

lunes, 25 de noviembre de 2013

YO CONFIESO de Jaume Cabré

Yo confieso que aunque este libro lo tenía en la lista de pendientes fue la reseña de Marilú del blog Cuentalibros quien definitivamente me convenció. Posteriormente una buena amiga me lo regaló y teniéndolo en la estantería tan al alcance de la mano, como el niño de la cubierta, como no rendirse a sus páginas.
También confieso que cuando empecé a leer este libro me sentí un poco desconcertada, confundida y perdida, porque no entendía el hilo de la narración, volvía hacia atrás y releía, llegando a pensar en abandonar la lectura, pues en la edición que tengo son 859 páginas y pensaba ¡uf! Si todo es así... Preguntándome qué pintaban Aguila Negra y el Sheriff Carson entre tantos personajes, y en qué época se desarrollaba esta historia. Hasta que en un momento determinado, más o menos por la página 100, empecé a entender el contexto, al haber intercalado un texto en presente. Y poco a poco con una lectura muy atenta y pausada, apoyándome en la muy útil guía del final para ubicar algún personaje y su época, fui adentrándome en profundidad en una gran obra cuyo autor ha tenido mucha maestría al escribirla.
Narrada en primera persona por Adrià, natural de Barcelona, nacido en 1946. Recuerda su vida desde la infancia, más o menos desde los 7 años, cuando se escondía detrás del sofá de su casa en el despacho de su padre o pasaba tiempo en su tienda de antigüedades. Para él su padre era un misterio y su vida estaba llena de ellos. Nunca recibía un beso de él. Nunca hubo amor en su casa. Ni entre sus padres. Su casa era silencio. Ni su casa ni su familia eran aptas para niños. Su infancia fue rara, él era raro. Tiene su infancia grabada como si fueran cuadros de Hopper. Con la misma soledad misteriosa. Fue un niño solitario e infeliz con unos padres insensibles. El padre quería que se dedicara al estudio de la historia y de las lenguas, su madre al violín. Tan sólo tenía un apoyo en Aguila Negra y el Sheriff Carson, sus pequeños compañeros inseparables. Y en su amigo Bernat, una amistad de toda la vida, quien si fue violinista profesional, y compartieron juntos el amor por la música. También tuvo un primer amor, Sara, se conocieron ella con 17 y el con 23, es la persona que iluminó su vida, sin poder olvidarla. Cuando entró en la universidad quería ser historiador de las ideas, estudió historia, filosofía, lingüística, teología, idiomas, aprendió como diez distintos, tenía ansia por estudiarlo todo. Desde su infancia cuando era un observador en su casa y aprendía de lo que veía y escuchaba, pues siempre tuvo interés en comprender el mundo y la vida. Lo que le hizo profundo e inteligente.
Todo el libro es una narración de sus hechos y sus temores, va reuniendo fragmentos de recuerdos, un repaso a su vida. Quiere contar muchas cosas y se pierde en divagaciones, escribe a chorro pasando de un lugar a otro según le dicta la memoria. Así viajaremos por todo el siglo XX, pero también retrocederemos en el tiempo remontándonos a los siglos XIV, XV, XVII y XVIII. Porque son muchos los personajes y muchos los argumentos. Y aunque, como he dicho al principio, parece un poco de lío, cuando finalizas esta larga lectura todos los personajes y todas las épocas quedan encajadas. Entremezcladas hay unas pocas páginas escritas en letra cursiva que se refieren al presente y completan el rompecabezas. Por cierto, para redondear todavía más los detalles del contenido de esta novela los títulos de los capítulos están en latín, desde el I A capite... hasta el último VII ...usque ad calcem, de la cabeza a los pies.
Me ha llamado la atención que Adrià y Sara se ven por primera vez en el Café Le Condé de París, lugar donde se desarrolla la novela “En el café de la juventud perdida” de Patrick Modiano.
Tampoco olvidaré porque me ha parecido impactante en el capítulo IV subcapítulo 24 la equiparación de dos personajes, el inquisidor general del siglo XIV y un comandante de Auschwitz, en el relato se superponen los dos personajes, casi fusionándose en sus papeles de quienes con seis siglos de diferencia cometían las mismas barbaridades aniquilando personas.
Y formando parte de esta novela, entonando un mea culpa, en esa larga carta dirigida a Sara para que esté viva aunque sólo sea en este relato, hay una reflexión sobre el azar, sobre que somos una casualidad, o no, o tal vez ya esté todo definido, aunque al no creer en Dios, es difícil creer en el destino, como así nos cuenta Adrià en su confiteor.

Algunas frases del libro:
“Yo fui una mera consecuencia circunstancial de su vida.”

“Parece mentira que las cosas más inocentes puedan dar pie a las tragedias más impensables.”

“Si Hopper decía que pintaba porque no lo podía decir con palabras, yo lo escribo con palabras porque, aunque lo estoy viendo, soy incapaz de pintarlo.”

“Creo que las personas recorremos un camino de ida y luego volvemos a los inicios. En la vida del hombre siempre hay un punto de retorno a los orígenes, si no se interpone la muerte.”

“La felicidad siempre estaba ante uno, al alcance de la mano, pero inalcanzable.”

“El infierno siempre está preparado para entrar en cualquier rincón de nuestra alma.”

“Hace tantos siglos que la crueldad está presente que la historia de la humanidad sería la historia de la imposibilidad de la poesía después de.”

“A veces no entiendo por qué la humanidad se relaciona a porrazos habiendo, como hay, tantas cosas por hacer. A veces pienso que somos malvados antes que poetas y por eso no tenemos remedio. El problema es que nadie tiene las manos limpias. Poquísimos, mejor dicho.”

Contracubierta o parte de la misma:
Si la tienda de antigüedades de la familia es todo un universo para el niño Adrià, el despacho de su padre es el centro de ese universo y su tesoro más preciado un magnífico violín storioni, en cuyo estuche aún se aprecia la sombra de un crimen cometido muchos, muchos años atrás.
La infancia y la adolescencia de Adrià, llena de preguntas sin respuesta, está dedicada al estudio de la historia y de las lenguas, siguiendo los deseos paternos, y a la práctica del violín, tal y como quiere la madre, hasta que la muerte del padre le sume en un estado de culpabilidad que impregnará su existencia y puebla su mundo de turbios secretos que le acompañarán toda la vida.


Traducción de Concha Cardeñoso Sáenz de Miera

Fotografía de la cubierta: Xabier Mendiola


martes, 19 de noviembre de 2013

UN CADÁVER EN LA BIBLIOTECA de Ágatha Christie

Las novelas de Ágatha Christie siempre serán un clásico dentro del género de suspense.
En algunas el personaje que resuelve los casos es Hércules Poirot y en otras es Miss Marple.
En esta ocasión, en el libro “Un cadáver en la biblioteca”, es una anciana de rostro dulce, apacible y perspicaz, Miss Marple, quien, aunque parezca ante la policía que use métodos primitivos, guiada por la intuición y la lógica, y porque comprueba las cosas por sí misma, resolverá este crimen.
Su personaje representa a una solterona a quien se le escapan pocas cosas. Conoce la naturaleza humana muy bien, aunque como en la misma novela se dice, es una virtud de todas las personas mayores por su experiencia.
Me han llamado la atención el vocabulario y el uso de expresiones como: “¡qué emocionante!” (por tener un cadáver en casa), “¡qué divertido!” (cuando llega la policía a una casa) o “¡qué extraordinario!” (cuando en una escena se refieren al lugar del crimen). Tan diferentes al lenguaje actual, pero cuando piensas que se escribió en los años 40 del siglo pasado es más entendible. Es más, tal vez influenciada por el cine de aquella época, podía imaginarme las escenas y los escenarios, eso sí, en blanco y negro.
También hace referencia a que en las novelas siempre aparecen los cadáveres en la biblioteca, ahí le he encontrado un punto de humor británico.
Lo curioso es que hasta el último capítulo no se sabe lo que ha ido deduciendo Miss. Marple, quién apenas sale en la novela. Porque son los policías quienes llevan la investigación en primer plano y de ellos sí sabremos sus pasos. Tal vez por este motivo es complicado intuir quien es el asesino. Así que una vez más esta gran autora del suspense ha conseguido mantenerme en vilo hasta el final.

Algunas frases del libro:
“Todo el mundo tiene derecho a que la suerte le favorezca alguna vez.”

“No puede uno permitirse el lujo de creerse todo lo que la gente diga.”

“Uno debe andar con cuidado antes de emitir un juicio.”

Contracubierta o parte de la misma:
El coronel Bantry y su esposa Dolly viven apaciblemente retirados en St. Mary Mead. Una mañana, su doncella rompe la cotidiana tranquilidad con una insólita y escalofriante noticia: “Señora, hay un cadáver en la biblioteca”. Mrs. Bantry pide ayuda a su buena amiga Miss Jane Marple para que investigue el caso y limpie el buen nombre de su marido.

 Traducción de Guillermo López Hipkiss

martes, 5 de noviembre de 2013

ROSA CANDIDA de Auður Ava Ólafsdóttir

Si el nombre islandés de la autora me ha resultado complicado de recordar, también lo ha sido el del protagonista, Arnljótur, por suerte su padre cariñosamente lo llama Lobbi. Sin embargo su historia es de las que son difíciles de olvidar, por lo sencilla y diferente, por como se tratan temas más profundos sobre la existencia humana ocultos tras la rosaleda más bella del mundo.
Este joven de 22 años, que prácticamente ha crecido en un invernadero y se siente cómodo entre las plantas, siendo el nexo de unión con su madre. Deja su país, a su padre, a su hermano gemelo autista, y a su hija de meses, con el objetivo de revivir una antigua rosaleda que su madre le enseñó en un libro cuando era pequeño. Ese jardín se encuentra en un monasterio en un país cercano, tiene el mayor número de especies de rosas, y él se convierte en el jardinero de los monjes, intentando recuperar esta antiquísima rosaleda, para que no desaparezcan especies, pues sería una pérdida para la flora. Mientras inicia un viaje interior en busca de sí mismo.
El tema de la botánica, sin dejar de estar presente en todo el libro, no es el más importante, sino esa búsqueda de identidad y del sentido de la vida. Al personaje principal y a la vez narrador, Arnljótur o Lobbi, le preocupa la muerte, tras haber vivido una experiencia traumática con el accidente de su madre, sintiendo que su recuerdo está empezando a desaparecer, dándole miedo no poder recordar todo dentro de poco. A la vez que recientemente ha sido padre de una niña, Flora Sol, concebida en un invernadero. Así es como encontramos entre las líneas de la novela las cuestiones más importantes de la existencia humana: el nacimiento y la muerte.
Él pasa por un momento que no sabe lo que quiere, necesita probar cosas nuevas y otras las quiere entender. Ha ido allí para encontrarse mejor con su propia vida comenzando de nuevo, quiere encontrar su lugar. Continua en contacto telefónico con su padre, con quien mantiene unas charlas sobre recetas islandesas bastante detalladas. Pero con quien tiene conversaciones más trascendentales es con el padre Tomás, quién por cierto posee una curiosa y amplia filmoteca, teniendo para cada pregunta una respuesta en alguna escena de una película. Pero la vida siempre te está dando sorpresas ¿conseguirá llegar a alguna conclusión en su vida?
Es una novela en la que me ha parecido original y bonita la forma en que su autora relaciona el renacer de las personas con el de las flores. Aunque ha habido algún detalle donde he notado que le faltaba algo como en la relación entre Lobbi y su hija, y también he echado de menos saber algo más del hermano mellizo autista, por esa curiosidad que me nace al ser madre de mellizas. Pero su final abierto deja paso a la reflexión de los muchos símbolos que hay entre sus páginas.

Algunas frases del libro:
“Es normal que uno vea las cosas de un modo distinto con el nuevo día.”

“No se puede vivir siempre envuelto en algodones.”

“Naturalmente, todos morimos algún día, aunque la mayoría parece morir o demasiado tarde o demasiado pronto, nadie en el momento adecuado.”

“Uno no puede saber lo que siente sobre cualquier cosa cuando ésta no ha hecho más que producirse.”

“Es tan difícil saber exactamente qué sucede en el interior de otra persona, saber que sentimientos puede albergar.”

Contracubierta o parte de la misma:
El joven Arnljótur decide abandonar su casa, a su hermano gemelo autista, a su padre octogenario y los paisajes crepusculares de montañas de lava cubiertas de líquenes. Su madre acaba de tener un accidente y, al borde de la muerte, aún reúne fuerzas para llamarle y darle unos últimos consejos.
Un fuerte lazo les une: el invernadero donde ella cultivaba una extraña variedad de rosa: la Rosa candida, de ocho pétalos y sin espinas. Fue allí donde una noche, inesperadamente, Arnljótur amó a Anna, una amiga de un amigo.

Traduccción de Enrique Bernárdez