Es el segundo libro de la serie protagonizada por la inspectora Camino Vargas. El primero fue “Progenie” (reseña aquí). Y tras haber acabado la lectura de “Especie” creo que deja la puerta abierta a que continúe con al menos otro más.
Con una trama que hace la lectura trepidante, el reencuentro con personajes ya conocidos de la novela anterior, las nuevas incorporaciones que crean incógnitas por desconocer su pasado y un argumento que no deja hilos sueltos, lo convierten en una buena novela negra, que además cruza la línea con escenas bastante macabras.
Baraja las opciones de: ¿será un asesino en serie? y ¿será un único asesino? Que dejan volar nuestra imaginación para intentar resolver el misterio.
Pero hay más que intriga entre las páginas, porque está la crítica social, con un tema, el de los animales y los animalistas, que puede y debe traer debate. O cómo mínimo no dejar indiferente.
También está la estupenda ambientación en Sevilla, y las historias personales de cada personaje, sus vidas privadas al margen de su profesión, que ayudan a hacerlos más cercanos, más reales.
Todo el conjunto hace que enganche a la lectura.
Algunas frases del libro:
“Para lo peor nunca se está listo.”
“Los miembros del Grupo de Homicidios comienzan a hacerse cargo de lo sucedido y a sentir la pesada mochila que se les va colocando sobre la espalda. Es una mochila que conocen bien: repleta de responsabilidad, de frustraciones, de esfuerzo, de horas extra, pero sobre todo, de una voluntad que no flaqueará hasta dar con quien haya perpetrado semejantes atrocidades.”
“El mejor bálsamo para el dolor es sentir que alguien permanecerá a tu lado sin dudarlo hasta que estés preparada para comenzar de nuevo.”
Contracubierta o parte de esta:
Es verano en Sevilla. La inspectora Camino Vargas sigue de jefa de Homicidios. Paco Arenas, su mentor y amor secreto, está de baja y ella no tiene ganas de liderar a su equipo y menos aún de formar a la joven agente Evita Gallego. Cuando los cuerpos de un hombre desollado, de otro molido a palos y de otro inflado de comida hasta reventar aparecen abandonados en lugares emblemáticos de la ciudad, los indicios apuntan a un misterioso asesino en serie. Solo Gallego sabrá leer en los cadáveres el macabro mensaje y acompañar a Camino en una nueva bajada a los infiernos.
Imagen de la cubierta: Miguel Tejedo