El hilo conductor de esta novela es el personaje de Amparo Miranda, una mujer diseñadora de modas que vive en Nueva York, y que cuarenta años después regresa a la ciudad de provincias que la vio nacer. Una mujer de las que mezclan el misterio con la melancolía, como nos la describe la propia autora.
¿Qué sentido tiene este viaje? En una nota que deja a sus hijos, María y Jeremy, les dice que ha sido un impulso súbito porque simplemente necesita una bocanada de olvido.
Ella sabe muy bien que la ciudad es otra, que ha cambiado, pero tiene que afrontar esos cambios. Se engaña creyendo que va a encontrar una bocanada de olvido en el lugar adonde se dirige. Sabe que no ha ido a desenterrar fantasmas. Aunque el por qué da igual ya que forma parte de la aventura el irse enterando de los motivos, caso de que los haya. En el fondo no es capaz de encontrarle sentido a su viaje. Y sin embargo, no se que quiere ir. No puede. La ciudad la tiene atrapada.
Una ciudad en la que se mueve entre extraños, porque ni se ha visto reconocida ni la ha reconocido. Un lugar lleno de recuerdos, de rincones y de personas que han sido parte de su infancia y adolescencia, donde quiere pasar desapercibida, donde camina, mira y escucha mientras va encontrando el sentido de su vida.
En esta búsqueda del pasado, del presente y del futuro aparecen y desaparecen diferentes personajes y situaciones. Un ir y venir de vidas en una ciudad que ha seguido coexistiendo a su propio ritmo. Unas historias entrelazadas y otras que parecen independientes. Pero todas llenas de descripciones, símiles y metáforas. Contadas con un vocabulario muy rico y expresivo. Historias y personajes que por si solos podrían ser diferentes novelas pero que en esta ocasión la autora ha conseguido que ninguna destaque por encima de las demás. Todas son importantes y juegan su papel en esta maraña de circunstancias.
Las vidas de estos personajes y de Amparo Miranda se cruzan. Y la novela va cogiendo fuerza y dando sentido a una historia muy personal. Donde su madre, Ramona, nos hace entender por qué es como es Amparo. Y donde tiene mucha importancia el guión que ha escrito su hijo Jeremy y que lleva por título “La calle del Olvido”. La experiencia que está viviendo en su regreso a España le hace sentir que “necesita tomar notas de todo aquello, rumiarlo a solas. Ya empezaba a haber argumento.” Tenía muchas cosas que apuntar para inyectarle vida al guión de Jeremy.
Me costó entrar en la novela, al principio se me hizo algo liosa por el cambio de personajes y de situaciones en cada capítulo, hasta que conseguí entrelazar los argumentos. Volví a reiniciar la lectura y empecé a disfrutarla. Me han encantado los pequeños detalles y las pinceladas que ha utilizado Carmen Martín Gaite para unir las vidas de tan variopintos personajes.
Una gran escritora a la que ya había leído en otras ocasiones y que una vez más me ha hecho desear encontrar ese ratito para leer.¿Qué sentido tiene este viaje? En una nota que deja a sus hijos, María y Jeremy, les dice que ha sido un impulso súbito porque simplemente necesita una bocanada de olvido.
Ella sabe muy bien que la ciudad es otra, que ha cambiado, pero tiene que afrontar esos cambios. Se engaña creyendo que va a encontrar una bocanada de olvido en el lugar adonde se dirige. Sabe que no ha ido a desenterrar fantasmas. Aunque el por qué da igual ya que forma parte de la aventura el irse enterando de los motivos, caso de que los haya. En el fondo no es capaz de encontrarle sentido a su viaje. Y sin embargo, no se que quiere ir. No puede. La ciudad la tiene atrapada.
Una ciudad en la que se mueve entre extraños, porque ni se ha visto reconocida ni la ha reconocido. Un lugar lleno de recuerdos, de rincones y de personas que han sido parte de su infancia y adolescencia, donde quiere pasar desapercibida, donde camina, mira y escucha mientras va encontrando el sentido de su vida.
En esta búsqueda del pasado, del presente y del futuro aparecen y desaparecen diferentes personajes y situaciones. Un ir y venir de vidas en una ciudad que ha seguido coexistiendo a su propio ritmo. Unas historias entrelazadas y otras que parecen independientes. Pero todas llenas de descripciones, símiles y metáforas. Contadas con un vocabulario muy rico y expresivo. Historias y personajes que por si solos podrían ser diferentes novelas pero que en esta ocasión la autora ha conseguido que ninguna destaque por encima de las demás. Todas son importantes y juegan su papel en esta maraña de circunstancias.
Las vidas de estos personajes y de Amparo Miranda se cruzan. Y la novela va cogiendo fuerza y dando sentido a una historia muy personal. Donde su madre, Ramona, nos hace entender por qué es como es Amparo. Y donde tiene mucha importancia el guión que ha escrito su hijo Jeremy y que lleva por título “La calle del Olvido”. La experiencia que está viviendo en su regreso a España le hace sentir que “necesita tomar notas de todo aquello, rumiarlo a solas. Ya empezaba a haber argumento.” Tenía muchas cosas que apuntar para inyectarle vida al guión de Jeremy.
Me costó entrar en la novela, al principio se me hizo algo liosa por el cambio de personajes y de situaciones en cada capítulo, hasta que conseguí entrelazar los argumentos. Volví a reiniciar la lectura y empecé a disfrutarla. Me han encantado los pequeños detalles y las pinceladas que ha utilizado Carmen Martín Gaite para unir las vidas de tan variopintos personajes.
Tengo dos curiosidades que compartir, la primera es sobre los capítulos, el primero se titula "pórtico con rascacielos", a continuación van numerados del 1 al 28, para terminar con el titulado "apertura a otros pórticos", lo que le da mucho significado a la historia de esta novela.
La otra curiosidad y sin hacer comparaciones ni nada por el estilo, tan sólo quiero contaros el pequeño sentimiento que he notado en esta lectura y es que en algunos momentos he vislumbrado el estilo de Pedro Almodóvar, empezando por el título de ese guión “La calle del Olvido”.Algunas frases del libro:
“Es curioso, uno así mismo siempre se reconoce por los ojos, porque en ellos es donde anida ese miedo a dejarse de reconocer, a haber perdido algún eslabón de la propia herencia, el miedo es lo que une el yo de ahora con los de antes, un ansia de pesquisa que imprime al rostro la expresión más incondicional, como una lucecita al fondo de la pupila.”
“Que nos unen las cerezas o que nosotros mismos somos cerezas que se enganchan –pensó-, veo más adecuado expresarlo así. Cada uno de nosotros, hasta los que tanto presumimos de ir por libre, puede salir enganchado con quien menos se espera del canasto de la vida, basta con tirar sin querer de un cabo de miedo cercano al tuyo y ya las has liado, igual le pasa a mi madre con los hilos del costurero, somos cerezas en un canasto.”
“Llevaba dos mañanas viniendo tempranito a sentarse allí y seguía sin pasar casi nadie, o los que pasaban no la veían, en eso consistía la magia del lugar, la misma que le llevó de adolescente a elegirlo como escondite, tan inconfundible para ella como invisible para los demás; y recuperar esa sensación de privilegio vino a suponer el primer acontecimiento digno de reseña en su travesía del desierto.”
“Qué quieres decir con siempre? Quiero decir siempre, el siempre que no se atiene a juramentos ni corre peligro de ahogarse en la rutina.”
“Las cosas cuando pasan no se piensan, se piensan mucho más tarde, y generalmente por la noche. Por las noches es cuando entra el prurito de despiezar lo que ya queda tan lejos que no puede entenderse, cuando salen esos perros raros que se ponen a excavar la tierra sin saber tan siquiera lo que buscan.”
“La geografía del tiempo está surcada por caminos de memoria y grutas de olvido.”
“Apuñalar el propio pasado y luego huir, tras haberlo dado por muerto, es crimen que no siempre queda impune.”
Contracubierta o parte de la misma:
Amparo Miranda, una exitosa diseñadora de modas con sede en Nueva York, vuelve a la ciudad de provincias que abandonó cuarenta años atrás, una de esas ciudades donde la vida marcha a otro ritmo, como entre un pasado que ya no gusta y un porvenir sin dibujar. Amparo, de origen humilde e hija de soltera, no ha regresado corroída por la nostalgia ni tampoco para exhibir sus triunfos ante aquellos que nunca la aceptaron. Quiere, por el contrario, pasar desapercibida: viene a mirar, a intentar recomponer a solas un discurso que quedó interrumpido, a introducir palabras en una historia de silencios.Pero durante la semana que pasa en la ciudad, allí están ocurriendo otras muchas cosas, desarrollándose otras conversaciones, trenzándose el destino de otras gentes. Con unas se tropieza Amparo, otras no inciden en su deambular, pero ese batir simultáneo de escenas que se reflejan fugazmente unas en otras despoja a la visitante de un protagonismo que Carmen Martín Gaite reparte armoniosamente entre cada uno de los seres que van poblando los diferentes capítulos. El logro más llamativo es que ninguno resulte accesorio.
Otra grande de la que aún no he leído nada ... ¡He de ponerme las pilas! Y este libro pinta bien.
ResponderEliminarbsos!
Ahora mismo no estoy muy en la vena de literatura española, pero no la descarto para un futuro, carmen martín gaite siempre me ha gustado mucho. bsos
ResponderEliminarHe leído muy pocas cosas de Carmen Martín Gaite, y esta novela no está entre ellas. Qué pena me da pensar que habría tenido la oportunidad de conocerla en persona y no pudo ser...
ResponderEliminarCon esta novela me pasó como a ti. Me costó entrar en la novela al principio, y tuve que empezarla nuevamente para captar todos los matices que Gaite revelaba en cada página. Pero no cuesta trabajo hacerlo. Leer a esta escritora es un auténtico placer. Puedes releer sus páginas varias veces que siempre descubres algo nuevo. Todas las palabras están cuidadosamente elegidas. No hay ninguna al azar. Y ls personajes están todos tan vivos...
ResponderEliminarPreciosa reseña y muy bien elegidos los fragmentos que has puesto. Me gustan mucho.
Besotes!!!
No he leído nada de la autora y esta novela pinta bien para empezar con ella =)
ResponderEliminarUna reseña muy completa, me ha gustado mucho.
Besotes
Me tomó desprevenida la sinopsis! Un historia fresca y original! Tiene muy buena pinta!
ResponderEliminarBesos!
Tengo esta novela en casa pendiente de lectura desde hace lo menos diez años, con tu reseña seguro qeu le dare una oportunidad, pero de momento necesito cosas ligeritas que pueda compaginar con un temario...
ResponderEliminarNo he leído nada de esta autora y mira que hablan maravillas de sus libros. Pronto le daré una oportunidad. Besos
ResponderEliminarRosalía, Shorby y Margaramon: podéis empezar por esta novela o por "Entre visillos", "Nubosidad variable" o "Caperucita en Manhattan", esta última más juvenil, con cualquiera vais a disfrutar de la lectura.
ResponderEliminarUn abrazo
Carol: es una estupenda opción dentro de la gran variedad de autores/as españoles que hay. Que bueno si tuviésemos tiempo de leer a todos/as.
Un abrazo
Espe: ¿cómo que estuviste a punto de conocer a este autora? Me has dejado con ganas de saber más.
ResponderEliminarUn abrazo
Margari: gracias por tus palabras. Y pienso como tú, si volviese a releer esta novela encontraría muchos detalles que seguro he pasado por alto.
Un abrazo
Shanny: si lees este libro ya nos contarás por qué te pilló desprevenida la sinopsis.
Un abrazo
Carmina: yo también tengo entre manos un temario. Continuo leyendo lo que me apetece pero tardo mucho más en acabar un libro. Aunque preferiría que no fuera así pero tiene prioridad la oposición. Suerte en la tuya.
Un abrazo
Me alegro de que te haya gustado, a mí me encantó, al igual que los otros dos libros que he leído de esta autora, Nubosidad variable y Entre visillos. Me ha resultado muy curioso que te haya recordado a Almodóvar, a mí no me pasó eso, es genial ver cómo a cada uno el mismo libro nos transmite cosas tan distintas, diferentes, pero todas buenas. A mí ese título me recuerda a la canción de Los Secretos que se titula igual. Muchos besos!!
ResponderEliminarTengo este libro en casa, como tantos otros aún por leer. Por lo que cuentas en tu reseña seguro que me va a gustar, así que igual me animo a colocarlo entre mis próximas lecturas.
ResponderEliminarBesos.
Pues no conocía ni el libro ni a la autora, así que gracias por la información ;)
ResponderEliminarLana.
A mí todo lo que he leído de ella me ha gustado, especialmente 'Lo raro es vivir' Algún amigo mío la conoció en persona, era muy sencilla y agradable. Saludos.
ResponderEliminarGoizeder: he leído tu reseña sobre este libro, y me encanta cuando dices que si de algo trata esta novela es de la vida. Cuanta razón tienes.
ResponderEliminarY lo de Almodóvar fue como un flash al leer el título del guión, y la escena de las cerezas, y la de la iglesia.
Sensaciones que se tienen en un momento determinado.
Un abrazo
Luisa: no sé que más lecturas tendrás pendientes pero si le haces un huequecito a ésta creo que te puede gustar.
Un abrazo
Lana: de nada, es lo positivo de los blogs de libros que nos descubren muchos autores. Por eso me encanta navegar por ellos.
Un abrazo
José M.: el libro que comentas no lo he leído, así que lo tendré en cuenta. Sin dudarlo una gran mujer.
Un abrazo
Vergüenza me da decirlo pero... no he leído nada de esta autora. A ver si llega el momento...
ResponderEliminarBesines,