Un día escuché en la radio una
entrevista a Antonio G. Iturbe, llamándome la atención el título de la novela
que presentaba y cómo había llegado hasta esa historia basada en hechos reales.
Toda su investigación empezó cuando leyó en el libro “La biblioteca de noche”
de Alberto Manguel la mención a la existencia de una pequeñísima biblioteca en
un campo de concentración. Este hecho todavía me hizo prestar más atención a
sus palabras, yo tengo ese libro en casa, lo leí hace tiempo, pero no tuve la
capacidad de este señor de indagar, de averiguar más sobre algo tan inesperado.
Tal vez por ello sentí necesidad de leer “La bibliotecaria de Auschwitz” y
descubrir qué más podía esconderse en ese hecho tan inusual, una biblioteca en
un lugar donde los libros estaban prohibidos. Junto con el acontecimiento de
que aquella bibliotecaria todavía vive. Su nombre real es Dita Polachova y
actualmente tiene más de 80 años, en 1944 era una chiquilla de 14.
Es casi imposible no conocer que
fueron los llamados campos de concentración que en realidad eran de exterminio.
Allí llevaban a personas a las que les habían quitado todo: su trabajo, su
casa, su dignidad. Y eran hacinadas, tratadas como animales, los marcaban y
sacrificaban en esas fábricas de la muerte, lugares donde cada día se apagaban
para siempre cientos, a veces miles, de voces.
Pero en Auschwitz-Birkenau había
un campo familiar, un intento por parte de los nazis de ocultar la verdad ante
el resto del mundo, esta zona donde había niños iba a ser la imagen de
normalidad ante los observadores de la Cruz Roja. Aún así pretendían que tan
solo fuese un almacén de niños, donde por supuesto estaba prohibido cualquier
tipo de enseñanza. Sin embargo gracias, sobre todo, a Fredy Hirsch se abrió una
escuela clandestina, en un intento de que los niños en lugar de reses en un
establo pudieran sentirse personas, tarea complicada pero efectiva gracias a
que los pequeños tienen la capacidad de sentir la felicidad con cualquier
detalle.
Y esta escuela tenía una
minúscula biblioteca de 8 libros y media docena de libros vivientes, estos
últimos son las personas que se sabían historias casi de memoria y las
contaban.
Así, a pesar de que se les estaba
arrebatando su infancia, gracias a las clases y los libros la vida de más de
500 niños pudo parecer algo más normal.
Dita que tan sólo tenía 14 años y
era una chiquilla, se convirtió en la guardiana de esa pequeña biblioteca, que
defendió ante los nazis a pesar de que eran el aparato militar de destrucción
más poderoso de la historia.
Estos son los dos temas
principales de esta novela, por un lado la descripción del horror en un campo
de prisioneros que se ha convertido en un campo de derrotados. La injusticia,
la barbarie, el día a día en la lucha por sobrevivir, donde una miga es un
tesoro, las risas más escasas que el pan, y reír se convierte en un acto de
rebeldía en un lugar diseñado para llorar. Y reír y llorar les recuerda que son
personas. Viven el presente, minuto a minuto, porque les es imposible soñar con
un futuro, aunque por lo menos les queda el pasado, y cada día que sobreviven
es una batalla ganada. Ya sólo conocen el miedo, acentuado cuando notan la
presencia de Mengele, definido como examinador de seres humanos, dueño de la
vida y la muerte. En sus ojos no hay nada, ninguna emoción, su mirada es vacía
y neutra, les produce escalofríos. Y si todo lo anterior son las sensaciones
que produce el campo de Auschwitz, las que se recogen del de Bergen-Belsen son
todavía más terroríficas, así como el estado de sufrimiento al que les someten:
“Ya no están delgadas o famélicas: simplemente son marionetas de madera con los
brazos y las piernas de palo.” Creo que no hace falta más descripción.
Por otro lado está el tema de la
escuela clandestina, con la que pretenden transmitir que la vida sigue, lo
mismo que con los libros, aunque oficialmente no existen en Auschwitz. Pero
para Dita son el refugio para escapar de una realidad que le produce asco y
rabia, y sólo con la lectura consigue hacer volar su imaginación y evadirse,
trasladarse a otro mundo. Por muchas trabas que le pusiesen los Reichs del
mundo, si abría un libro podría botárselas todas. Son su fuerza. Un motivo para
sobrevivir cada día, una ocupación que le mantiene la mente activa, una ráfaga
de aire puro. Ocho libros que cuidó a la vez que ellos la cuidaban.
No es una novela más sobre el
nazismo, la diferencia está en que trata unos hechos muy concretos, una parte
poco conocida, con el añadido de estar basada en sucesos reales, contados en
parte por la propia protagonista. Aún así el autor ha querido modificar el
nombre de algunos personajes, como cuenta en el epílogo. Así como hace un
resumen de lo que fue su investigación. Cuestión que me ha parecido muy
interesante, llamándome la atención la información sobre una novela de Ota B.
Kraus titulada “The Painted Wall” ambientada en el campo familiar.
También dentro de la propia
historia hace una referencia a Ana Frank, quién dejó su testimonio en su
“Diario”.
Y después de leer una novela que
transmite tanto sufrimiento y tanto horror, me quedo con los libros-persona, me
ha encantado su ocupación. Y con la heroicidad cultural de aquel grupo de
personas que consiguieron sacar adelante una escuela y una biblioteca en el
bloque 31 del campo familiar BIIb en el campo de concentración de
Auschwitz-Birkenau, en medio de la más absoluta barbarie que se ha cometido
contra la humanidad.
Algunas frases del libro:
“En Auschwitz la vida humana vale
menos que nada.”
“No importa cuántos colegios cierren los nazis, les contestaba. Cada vez que alguien se detenga en una esquina a contar algo y unos niños se sienten a su alrededor a escuchar, allí se habrá fundado una escuela.”
“Siempre han perseguido con saña los libros. Son muy peligrosos, hacen pensar.”
“La libertad tiene olor de bosque mojado.”
“Las novelas le añaden a la vida lo que le falta.”
“En verdad existe la máquina del tiempo: son los libros.”
“Los cuentos no han de cesar para que la imaginación no pare y los niños sigan soñando.”
“En ese lugar, la muerte pierde cualquier dignidad y reduce a las personas a la categoría de despojos.”
Contracubierta o parte de la misma:
Sobre el fango negro de Auschwitz
que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un
lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido
los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y
clandestina que haya existido nunca.
En medio del horror, Dita nos da
una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir
ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, "abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones"
Fotografía de la cubierta: Jill Battaglia / Arcangel / Compañía
Fotografía de la cubierta: Jill Battaglia / Arcangel / Compañía
Lo leí y me gustó mucho. Es un libro duro, pero merece la pena.
ResponderEliminarLeira: lo más duro es que fue una horrible realidad.
EliminarUn abrazo
Parece muy bueno pero en este momento prefiero lecturas más ligeras. Besos
ResponderEliminarLa ratita de Carmen: desde luego no es ligero por su contenido. Pero si puedes léelo en otro momento.
EliminarUn abrazo
Lo tengo esperando en la estantería. Es una historia muy dura pero estoy seguro que me gustará.
ResponderEliminarBesos
Margaramon: es un homenaje a quienes hicieron posible modos de sobrevivir en medio de tanta barbarie.
EliminarUn abrazo
No cabe duda de que es un libro de difícil lectura por su crudeza, pero a mí me gustó mucho. Como tú dices, la figura de los libros-persona es magnífica.
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: juegan un papel tan importante como guardianes y transmisores de la cultura.
EliminarUn abrazo
Aquí otra que lo tiene pendiente en la estantería. Es un tipo de libro que nunca me falla.
ResponderEliminarUn beso
Carol: ya nos contarás que te parece.
EliminarUn abrazo
Lo leí hace poco y me gustó muchísimo. Me gustó la forma de narrar de este autor. Y la historia, como todas las que abarquen este período, dura, muy dura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: a mi lo que más me ha gustado de este autor es cómo llegó a esta increíble historia. Y qué bueno ha sido conocerla.
EliminarUn abrazo
Lo leí y el año pasado y me gustó muchísimo. Es un libro muy duro y tremendamente emotivo pero es también una lección de vida.
ResponderEliminarManuela: esa lección de vida me recordó a la película "La vida es bella", el intento de vivir esa durísima realidad de otra manera.
EliminarUn abrazo
A mí me llamo un montón cuando salió pero al final se perdió en el olvido. Gracias por recordármelo, otro a la pila de deseos.jejeje.
ResponderEliminarBesos.
Tabuyo: a esa larga lista.... que nunca acaba y cada vez es más larga.
EliminarUn abrazo
Lo tengo y la verdad es que no sé por qué no lo he leído aun ya que me resulta altamente atractivo :)
ResponderEliminarMarina: tendrás que encontrarle un hueco entre tantas lecturas.
EliminarYa nos contarás que te parece.
Un abrazo
Me apetece un montón este libro y, como lo tengo en casa, no creo que tarde mucho en leerlo
ResponderEliminarMarina: que repites comentario ;)
EliminarUn abrazo
A mi me encantó, le tenía muchísimas ganas desde que se anunció y la verdad que fue un acierto. Me gusta como escribe Iturbe
ResponderEliminarBesos
mientrasleo: pues tiene más libros publicados, habrá que buscarlos.
EliminarUn abrazo
Me encantó, hay pasajes duros, pero merece la pena 100% =)
ResponderEliminarNo sé la de veces que lo he recomendado ya =)
Besotes
Shorby: dentro de los libros sobre el nazismo este es diferente, y por tanto hay que recomendarlo.
EliminarUn abrazo
Todavía no lo he leído, y eso que estoy viendo reseñas muy buenas. A ver si un día de estos le hago un hueco porque creo que puede gustarme mucho. Muchos besos.
ResponderEliminarGoizeder: seguro que te gusta. Ahora lo complicado es que le encuentres un hueco entre tantas lecturas pendientes. Pero todo llega.
EliminarUn abrazo
Yo también escuché la entrevista en la radio y me hizo comprar la novela. El poder de los medios de masa! Me gustó pero la verdad es que en mi opinión le falta tocar un poquito más la fibra humana.
ResponderEliminarEva: bueno, para mi hubo algunas descripciones que tocaron mi sensibilidad. Pero cada uno siente los libros de una manera, y depende del momento de lectura.
EliminarUn abrazo
Pues tb es de los que tengo pendientes xq ademas me gustan los ambientados rn la 2 guerra mundial. Acabo de comprar "todo lo q cabe en los bolsillos". Por otro lado tb he leido alguna mala critica sobre la bibliotecaria y es por ello q mebhaya costado pero la verdad es q tu reseña me convence
ResponderEliminarbaby: como en cualquier novela debe haber opiniones para todos los gustos, sino que aburrido. Yo sí recomiendo su lectura, es mi parecer.
EliminarNo sé qué libro es el que comentas, buscaré información, y estaré atenta a tu blog.
Un abrazo
¡a mi me gustó mucho!
ResponderEliminarun beso,
Ale.
Ale: ¡genial! clara y concisa.
EliminarUn abrazo
Estoy fascinada con la lectura.
ResponderEliminarDita me espera con los libros apretados contra su cuerpo cada noche.
Puedo ver la palidez de su cara, siento el frìo del lugar, adivino la adrenalina de la aventura.
No quiero que termine.
Graciela
Graciela: que bonito lo que nos cuentas que te está haciendo sentir esta historia.
EliminarUn abrazo
Acabo de terminar de leerlo, había leido Anna Frank, pero ningún libro que me hubiera acercado más a un campo de concentración, sencillamente me encantó. Cuando llegué a la parte en que mencionan a Anna Frank, ahí sí el corazón se me partió.
ResponderEliminarAliam: pues yo todavía no he leído entero el de Ana Frank, ya llegará su turno, pues me interesa su historia.
EliminarPrecisamente hoy he leído en El País digital un artículo sobre otra adolescente, Lena Mujina, quien también escribió un diario en 1941, y la definen como la Ana Frank de Leningrado.
Un abrazo