Una novela contada con dibujos y
palabras.
Ilustraciones a lápiz (más de 460) y texto se combinan para desvelarnos los sueños y los secretos de Ben y de Rose.
En 1977 Ben, con 12 años, siente
como su vida sufre un cambio trascendente, que a pesar de su corta edad no es
la primera experiencia importante que soporta, se ha pasado su existencia
deseando conocer algo, intentando entender sus sueños, conocer los secretos que
nunca le contó su madre, una mujer independiente, bibliotecaria en una pequeña
población de Minnesota, que siempre quiso proteger a su hijo. A partir de ese
momento Ben inicia una búsqueda de su identidad.
En 1927 Rose es una niña que vive
en Nueva Jersey, tiene como afición hacer maquetas de los rascacielos de Nueva
York que ve a través de su ventana y adonde no la dejan ir. Un día huye en
busca de su madre, una artista famosa, Lilian Mayhew ,
quedándose a cargo de su hermano Walter.
Son dos historias que suceden con
50 años de diferencia pero que avanzan en el libro de manera paralela. Teniendo
un nexo común que es el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
Precisamente las referencias, descripciones y explicaciones sobre este museo y
sus colecciones son muy detalladas, haciendo una especial mención a los
dioramas, centrándose en concreto en los lobos, que también tienen su propio
significado dentro del desarrollo de la historia. Es más el autor juega con el
efecto de introducir un libro dentro de la propia novela, ya que Ben encuentra
un libro que se titula “Maravillas” que es una guía pormenorizada de una
exposición que hubo en el MAHN.
Aunque los protagonistas tienen
más vínculos en común que es mejor no saber e irlos descubriendo según les
acompañemos en su búsqueda.
Me ha llamado la atención cómo
nos presenta a los personajes, las 5 primeras ilustraciones avanzan
acercándonos cada vez más el detalle, llevándonos a una imagen que a mi me ha
recordado una estrella en el firmamento, y que aunque representa otra cosa,
según he ido conociendo a Ben le he encontrado más sentido a mi apreciación.
Por otro lado, conoceremos a Rose principalmente por ilustraciones, comenzando
las 6 primeras alejándose una tras otra, justo lo contrario que con el otro
personaje.
Como ya hizo con su primer libro "La invención de Hugo Cabret" (reseña aquí), de nuevo Brian Selznick me ha atrapado con su
técnica narrativa, palabras e imágenes como formas de comunicación. Destacables
varias cosas de esta novela: el trabajo artístico de los dibujos a lápiz
realizados por el propio autor; la referencia al cine de finales de los años 20
y el inicio del cine sonoro, con un doble sentido dentro de la temática del
libro; y las explicaciones del propio Selznick de cómo se inspiró y se
documentó para ofrecernos esta maravillosa novela gráfica.
Algunas frases del libro:
“Si te pierdes alguna vez, basta
con que busques la estrella Polar y ella te mostrará el camino a casa.”
“Todos estamos en el fango, pero algunos miramos las estrellas.” (cita del libro “El abanico de Lady Windermere” de Oscar Wilde
“Vio un mapa del museo. Leyó los nombres de las salas. Igual que en la biblioteca, el universo entero estaba allí, organizado y dispuesto para todo aquel que quisiera comprenderlo.”
“Quisiera encontrar mi lugar.”
“Aprender a hablar en lengua de signos me abrió todo un mundo. Me podía comunicar.”
Solapa:
Traducción de Ana H. de de Deza