Por fin he leído la segunda
novela de la trilogía The Century, más de novecientas páginas que hacen un
recorrido por parte de la historia del siglo XX, empezando en 1933 y hasta
1949, centrándose principalmente en la Segunda Guerra Mundial y, por tanto, con
largas referencias al nazismo y Alemania, así como al papel que jugó la Unión
Soviética, y la descripción de momentos clave en la historia de Estados Unidos
como el ataque a Pearl Harbor y el desarrollo de la bomba atómica, incluso nos
recuerda la ocupación francesa y la Guerra Civil Española.
Esta vez los protagonistas son
los hijos de las cinco familias que conocimos en “La caída de los gigantes” (reseña aquí),
procedentes de distintos países y diferentes clases sociales. Manteniendo Ken
Follett la magia de los encuentros fortuitos, por muy raro que puede parecer,
incluso en una frase hace referencia a este hecho: “el mundo de la diplomacia
internacional era como un pañuelo”. Y es que algunos miembros de las diferentes
familias cruzan sus caminos en algún momento, por lejano o extraño que nos
pueda parecer el lugar. Y al ir creciendo cada familia es más lioso identificar
a cada personaje, así que en esta ocasión si he tenido que recurrir varias
veces a la guía de principio del libro, por cierto, muy útil. Tal vez por este
motivo me ha costado más terminar esta novela, junto a que ningún personaje me
ha atraído especialmente, y me daba un
poco lo mismo conocer su futuro, por lo que no me he enganchado a las distintas
historias, no he sentido la necesidad de no poder parar de leer porque ansiaba
saber qué les iba a suceder. Sensación completamente contraria a la que tuve en
el primer libro.
También he notado otra diferencia
entre las dos novelas, en la primera las escenas bélicas son bastante
descriptivas y recrean el pánico, en este libro son como más superficiales,
porque lo que se describe minuciosamente y consigue transmitir el horror,
llegando a revolver el estómago, son las escenas de matanzas a seres humanos
por ser: viejos o discapacitados o mujeres o niños u hombres o pensar diferente
o tener otra religión o ..., sin excepción. Alemanes asesinando a otros
alemanes, alemanes a rusos o rusos violando a las mujeres alemanas. Crueldad y
terror indiscriminado.
Todas estas vivencias van
marcando la vida de los personajes, que ven como va cogiendo fuerza el fascismo
y el nazismo, como paso a paso se llega a la Segunda Guerra Mundial, como el
mundo está en manos de unos locos. Unos locos al mando de otros locos. Y como
se tiene la sensación de que por mucho que se intente evitar no se puede hacer
nada o apenas nada, y el conflicto estalla a nivel mundial. Mientras las
personas intentan sobrevivir como pueden, teniendo que tomar a veces decisiones muy difíciles, por ejemplo las
mujeres alemanas que sienten estar pagando las decisiones fáciles que los
hombres alemanes tomaron un tiempo atrás. Esto se puede relacionar con el libro
“El lector” de Bernhard Schlink (reseña aquí) cuando habla de que la generación siguiente al
holocausto siente sobre sí misma el peso de la herencia que les han dejado por
ser alemanes.
Al principio de la novela está
este párrafo: “a mediados de la década de los veinte estábamos más o menos
bien. Teníamos un gobierno democrático y la economía crecía. Sin embargo, todo
se fue al traste con el crash de Wall Street de 1929. Y ahora estamos sumidos
en una gran depresión. Por cada oferta de trabajo se forman colas de hasta cien
hombres. Los miro a la cara y veo la desesperación reflejada en su rostro. No
saben cómo van a alimentar a sus hijos. Luego los nazis les ofrecen un poco de
esperanza y entonces se preguntan a sí mismos: ¿qué puedo perder?”
Y he sentido miedo, por aquello
de que la historia son ciclos que se repiten.
Una gran novela épica que hace un
resumen de una parte muy importante del siglo XX, que se puede leer
independiente de la primera, aunque siempre es mejor leer todas las partes y
por orden. En la que he echado de menos que sucede con los padres de Eva
Rothmann (después Eva Murray). Que aunque no ha conseguido atraparme en una
lectura voraz sino que ha sido más pausada, si espero leer la última parte
porque me parece interesante el repaso que hace Ken Follett de la historia y la
forma en que lo hace.
Algunas frases del libro:
“Tus amigos nazis no saben nada
de historia. Los antiguos egipcios construyeron las pirámides cuando los
alemanes aún vivían en cuevas. Los árabes dominaban el mundo en la edad Media y
los musulmanes eran expertos en álgebra cuando los príncipes alemanes no sabían
ni escribir su nombre. Como ves, la raza no importa.”
“Tenía toda la vida por delante y no quería vivir en una dictadura represiva.”
“La gente debía rebelarse contra la crueldad y las injusticias.”
“Todo porque creía en un mundo mejor.”
“Aquello era peor que cualquier cosa que hubiera podido imaginar. Hasta ese momento, la idea de la contienda le había evocado el valor ante el peligro, el estoicismo ante el sufrimiento, el heroísmo ante la adversidad. Sin embargo, lo que estaba viendo en ese instante era la agonía, los gritos, el terror irracional, los cuerpos mutilados y la total desconfianza en la lógica de su misión.”
“Yo no puedo creer en un Dios que permite que los nazis maten a niños.”
“Seguían estando en guerra y la vida era algo fugaz. Cada día que pasaban juntos era muy valioso porque podía ser el último.”
“Todo el mundo vivía con la sensación de que podía morir en cualquier momento, de modo que la gente quería disfrutar de la más mínima alegría que pudiera proporcionarles aquella vida de penurias y sufrimiento.”
“Era extraño que en aquel inhóspito paisaje urbano los manzanos y los cerezos lucieran espléndidos, con sus flores blancas y rosadas, y que en los momentos de silencio entre explosiones ella oyera el canto de los pájaros, tan alegres como todas las primaveras.”
Contracubierta o parte de la misma:
En esta novela narra la historia
de los hijos de las cinco familias protagonistas desde los años anteriores a la
Segunda Guerra Mundial hasta los inicios de la Guerra Fría. El nazismo, la
invasión de la Unión Soviética, el ataque a Pearl Harbor, la guerra civil
española y el desarrollo de la bomba atómica son algunos de los acontecimientos
que marcarán sus vidas.
Solapa:
En el año 1933, Berlín es un foco
de agitación política y social. Lady Maud, ahora la esposa de Walter von Ulrich
y madre de dos hijos, publica en una revista semanal artículos que ridiculizan
al Partido Nazi, mientras que Walter manifiesta su oposición en el Parlamento.
Sin embargo, parece que nada podrá frenar el poder ascendente del canciller
Adolf Hitler. Cuando Ethel Williams y su hijo Lloyd visitan a la familia von
Ulrich, todos serán testigos de la tiranía y la represión de la nueva Alemania.
El dominio del Tercer Reich se
extenderá hasta Francia y más allá de la frontera rusa. Mientras, en
Inglaterra, Lloyd Williams, activista político como su madre, luchará en el
ejército británico para intentar frenar el avance de los nazis y se alistará en
las brigadas internacionales durante la guerra civil española. Participará en
la ofensiva de Zaragoza y la batalla de Belchite.
En Tŷ Gwyn, la
mansión familiar de los Fitzherbert en Gales, se alojarán los oficiales
británicos y, durante su estancia, el teniente Lloyd Williams se sentirá
atraído por la mujer de Boy Fitzherbert, la rica heredera americana Daisy
Peshkov.
Traducción de ANUVELA
Fotografías de la cubierta: despedida del transatlántico Normandie BETTMANN / CORBIS; puerta de Branderburgo HULTON-DEUTSCH COLLECTION / CORBIS; berlineses IMAGNO / AUSTRIAN ARCHIVES; marino estadounidense regresa a casa BETTMANN / CORBIS
Traducción de ANUVELA
Fotografías de la cubierta: despedida del transatlántico Normandie BETTMANN / CORBIS; puerta de Branderburgo HULTON-DEUTSCH COLLECTION / CORBIS; berlineses IMAGNO / AUSTRIAN ARCHIVES; marino estadounidense regresa a casa BETTMANN / CORBIS