Lo que se cuenta en esta
corta novela podría ser atemporal, sobre todo, la rebeldía de una adolescente
de 17 años, Cécile. Quien tiene complicidad con su padre de 40 años, viudo
desde los 25. Éste mantiene en este momento una relación con una mujer más
joven. Además, la llegada de una amiga de la familia trastoca el alegre verano.
Pero, antes que nada,
conviene situarse, pues este libro lo escribió con 19 años Françoise Sagan
(aunque su verdadero apellido era Quoirez), en el año 1954, transcurriendo en esa década. Por
lo que en aquella época resultó provocativo el comportamiento liberal de la
protagonista, sobre todo, por su relación amorosa con Cyril, un joven de 20
años. Lo mismo que es llamativo que al personaje del padre, Raymond de 40 años,
lo presenten como alguien que empieza a estar en la decadencia de su vida “otoñal
seductor”. Por lo que ambas situaciones no me han resultado tan atemporales,
pero si el resto, todo lo relacionado con las reacciones típicas de la
adolescencia y juventud, algunas un tanto extremas.
Narrada en primera
persona por Cécile, quien aparece como rebelde, difícil, frívola, sensual,
provocadora y egoísta. Ella relata lo que ocurrió aquel verano, que pasó en la
Costa Azul, y que empezó con cierta despreocupación y desorden hasta que vio
peligrar su libertad. Junto a su padre, representado como vividor y mujeriego.
Con Elsa, la joven amante de su padre. Con Anne, una amiga de la madre, quien
aporta normas y responsabilidad a esa vida un tanto inestable de Raymond y
Cécile. Y con Cyril, su lío de vacaciones. Un verano que no resultará como pensaba,
donde los celos y los caprichos de una niña malcriada, llegarán a consecuencias
insospechadas.
Hace bastantes años vi la
película, entonces no sabía que estaba basada en este libro. Es de 1958,
dirigida por Otto Preminger, y protagonizada por Jean Seberg, David Niven y Deborah Kerr.
Tanto novela como película pueden ser una buena
opción para una de estas tardes de verano, aunque no estés en la Riviera
francesa.
Algunas frases del libro:
“Saboreaba el placer de
mezclarme con la multitud, de beber, de estar con alguien que te mira a los
ojos, te coge la mano y luego te lleva lejos de esa misma multitud.”
“La libertad de pensar, y
de mal pensar y de pensar poco, la libertad de elegir yo misma mi vida, de
elegirme a mí misma.”
“Teníamos el sol y el
mar, la risa y el amor. ¿Volveríamos a vivirlos alguna vez como en aquel
verano, con aquel esplendor, aquella intensidad que les conferían el miedo y
los demás remordimientos...?”
Contracubierta:
(hay un comentario de
Fanny Rubio, también autora del prólogo de este libro)
Solapa:
Cécile, una deliciosa
joven de 17 años, es la mejor camarada de su padre, un otoñal seductor.
Mientras dilapida su tiempo y su dinero entre múltiples lujos, la existencia de
esta singular pareja es tan grata como la del resto de ociosos de la Costa
Azul. Pero, aunque no hay secretos entre ambos, aunque uno y otro intercambian
pareceres sobre sus respectivas conquistas amorosas, la tristeza puede surgir
inesperadamente.
Traducción de Javier
Albiñana