
Ese comienzo “--¡Escuchad,
escuchad! Esta es la historia...” Nos indica claramente que vamos a escuchar
(leer) lo que nos cuenta un narrador oral, que es el propio Giacomo. A partir
de aquí, de una forma donde la oralidad es la protagonista, vamos conociendo su
pasado y su presente, y el de su gran amor, Elisa.
En ese pasado encontramos a
Tomaso Daltieri, padre de ella, un mercader de Venecia, con quien a través de
sus ojos descubrimos esa hermosa ciudad.
La autora introduce elementos muy
significativos en la profesión de los narradores como es el uso de fórmulas
sencillas a la hora de contar: cuando refiriéndose al público se le enseña a
decir “¿quién vive?” para que dé pie a empezar un cuento; o cuando dice que “a
mayor silencio, mayor atención”; aparte de que en varias ocasiones está
presente la frase: “--¡Escuchad, escuchad!”.
También con ese comienzo narra
otros relatos dentro de la historia principal, cuentos de reyes, de Marco Polo.
Así hasta que sin darnos apenas
cuenta llegamos a un precioso final.
Es un libro para leer de un
tirón, pero pausadamente, saboreando cada frase y parando en aquellas que
pueden hacernos reflexionar, sobre todo, cuando habla de la imaginación.
Por su estructura en capítulos
cortos y frases poéticas me ha recordado al libro “Seda” de Alejandro Baricco (reseña aquí),
también por la belleza que tienen los dos relatos.
Es un libro para releer en muchos
momentos. Aunque también me encantaría cerrar los ojos y escuchar esta historia
contada por algún narrador oral, y mientras tanto imaginar.
Creo que se nota que me
entusiasma todo lo relacionado con la narración oral, tal vez por este motivo
mi perspectiva de este libro la haya centrado en este tema. Llevo años
escuchando a narradores y espero continuar muchos más.
Por cierto el narrador que
comentaba hace unas líneas podría ser Carlos Alberto Ortiz (Caoz) (enlace aquí), en cuanto
terminé de leer esta historia me acordé de él y las veces que le he escuchado
contar “El amor y la locura” donde podemos saber porqué el amor es ciego.
Y una recomendación no os perdáis el Maratón de Cuentos de Guadalajara (España) (enlace aquí).
Y una recomendación no os perdáis el Maratón de Cuentos de Guadalajara (España) (enlace aquí).
Algunas frases del libro:
“¿Cómo sería el mundo si no fuese como es?”
“Si el mundo no fuese como es, sería de mil maneras distintas.”
“Por aquella época, yo no sabía imaginar, y sólo los años me mostraron que el mundo sin la imaginación no tiene sentido.”
“Cómo unas pocas palabras pueden inventar un mundo.”
“Así pasaba mi vida, contándoles cuentos que ellos no entendían o al menos eso, me parecía. Porque la distancia de Venecia había despertado en mí: la imaginación.”
Contracubierta o parte de la misma:
“¿Cómo sería el mundo si no fuese como es?”
“Si el mundo no fuese como es, sería de mil maneras distintas.”
“Por aquella época, yo no sabía imaginar, y sólo los años me mostraron que el mundo sin la imaginación no tiene sentido.”
“Cómo unas pocas palabras pueden inventar un mundo.”
“Así pasaba mi vida, contándoles cuentos que ellos no entendían o al menos eso, me parecía. Porque la distancia de Venecia había despertado en mí: la imaginación.”
Contracubierta o parte de la misma:
En la floreciente Venecia de los
mercaderes y los grandes viajes, dos jóvenes se prometen amor para toda la
vida. Muchos años después, cuando
audaces navegantes arribaron a una remota isla, oyeron la historia de amor que
aquí se cuenta y que comienza así:
--¡Escuchad,
escuchad! Gentes de Nam... Ella contaba cuentos y yo era un mercader de
Venecia.Fotografía de cubierta: fotolia.es
Gracias a la autora Pilar Alberdi por el envío de este libro.