Este libro es el primero de la serie protagonizada por el inspector Milo Malart. Un personaje que arrastra el peso de un pasado reciente que le ha afectado personal y profesionalmente. Y, mientras es apoyado por unos y reprobado por otros, se reincorpora a un nuevo caso. Un asesinato casi perfecto, complicado y de una crueldad extrema.
Milo tiene un método de trabajar concienzudo, prefiere empezar las investigaciones de cero, lo cuestiona todo, y le gusta pensar por sí mismo. Aunque tiene buenos colaboradores.
El argumento está bien hilado, desde el prólogo que expone los antecedentes de algunos hechos, hasta un final en el que han ido cuadrando las piezas.
Sobre el resto de personajes, unos tienen también su protagonismo, mientras otros aparecen de repente y al principio crean la incertidumbre sobre que papel juegan en la trama, pero como ya he comentado, el puzzle se va completando.
Una característica que creo que diferencia esta novela negra de otras es la descripción detallada de cada personaje, así como de toda la ambientación, tanto de la ciudad de Barcelona, como las escenas de interior. Con lo que consigue hacer del lector un espectador en primera fila.
Además, aparte de la trama policíaca con su parte de intriga y el desarrollo del trabajo de la investigación, en un segundo plano hay una parte de crítica social y política. Así como es interesante la información sobre la masonería y, sobre todo, lo relacionado con Gaudí, en un recorrido por prácticamente todas sus obras. Pero lo que se lleva la palma es otro tema, un asunto durísimo, que impacta y va explotando poco a poco, generando repulsa hacia los comportamientos de algunas personas. Lo que lleva a pensar sobre la condición humana. Haciendo más atrayente la lectura de esta novela.
Algunas frases del libro:
“¿Por qué hacemos las cosas? Es la pregunta del millón. No siempre hay respuesta.”
Contracubierta o parte de la misma:
En la fachada del emblemático edificio de La Pedrera de Gaudí aparece colgado un cuerpo en llamas a pocos días de la consagración de la Sagrada Familia por el Papa. Cuando los investigadores del crimen se encuentran en un callejón sin salida, el inspector Milo Malart – apartado del servicio por un expediente disciplinario – es reincorporado al Departamento de Homicidios para ayudar a aclarar el brutal asesinato. Tras analizar las pruebas, Milo sospecha que la ciudad se enfrenta a un asesino en serie cuya venganza no ha hecho más que comenzar. Al principio, sus ideas provocan incredulidad y rechazo en el departamento, pero la sucesión de nuevos crímenes atroces va a confirmar la peor de las pesadillas.
Fotografía de la cubierta: Cover Kitchen
El título original de esta novela fue: “El asesino de La Pedrera.”