Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

miércoles, 26 de mayo de 2021

EL VERDUGO DE GAUDÍ de Aro Sáinz de la Maza


Este libro es el primero de la serie protagonizada por el inspector Milo Malart. Un personaje que arrastra el peso de un pasado reciente que le ha afectado personal y profesionalmente. Y, mientras es apoyado por unos y reprobado por otros, se reincorpora a un nuevo caso. Un asesinato casi perfecto, complicado y de una crueldad extrema.
Milo tiene un método de trabajar concienzudo, prefiere empezar las investigaciones de cero, lo cuestiona todo, y le gusta pensar por sí mismo. Aunque tiene buenos colaboradores.
El argumento está bien hilado, desde el prólogo que expone los antecedentes de algunos hechos, hasta un final en el que han ido cuadrando las piezas.
Sobre el resto de personajes, unos tienen también su protagonismo, mientras otros aparecen de repente y al principio crean la incertidumbre sobre que papel juegan en la trama, pero como ya he comentado, el puzzle se va completando.
Una característica que creo que diferencia esta novela negra de otras es la descripción detallada de cada personaje, así como de toda la ambientación, tanto de la ciudad de Barcelona, como las escenas de interior. Con lo que consigue hacer del lector un espectador en primera fila.
Además, aparte de la trama policíaca con su parte de intriga y el desarrollo del trabajo de la investigación, en un segundo plano hay una parte de crítica social y política. Así como es interesante la información sobre la masonería y, sobre todo, lo relacionado con Gaudí, en un recorrido por prácticamente todas sus obras. Pero lo que se lleva la palma es otro tema, un asunto durísimo, que impacta y va explotando poco a poco, generando repulsa hacia los comportamientos de algunas personas. Lo que lleva a pensar sobre la condición humana. Haciendo más atrayente la lectura de esta novela.

Algunas frases del libro:
“¿Por qué hacemos las cosas? Es la pregunta del millón. No siempre hay respuesta.”

Contracubierta o parte de la misma:
En la fachada del emblemático edificio de La Pedrera de Gaudí aparece colgado un cuerpo en llamas a pocos días de la consagración de la Sagrada Familia por el Papa. Cuando los investigadores del crimen se encuentran en un callejón sin salida, el inspector Milo Malart – apartado del servicio por un expediente disciplinario – es reincorporado al Departamento de Homicidios para ayudar a aclarar el brutal asesinato. Tras analizar las pruebas, Milo sospecha que la ciudad se enfrenta a un asesino en serie cuya venganza no ha hecho más que comenzar. Al principio, sus ideas provocan incredulidad y rechazo en el departamento, pero la sucesión de nuevos crímenes atroces va a confirmar la peor de las pesadillas.

Fotografía de la cubierta: Cover Kitchen

El título original de esta novela fue: “El asesino de La Pedrera.”


viernes, 7 de mayo de 2021

TOCAR LOS LIBROS de Jesús Marchamalo y MANIFIESTO POR LA LECTURA de Irene Vallejo


TOCAR LOS LIBROS de Jesús Marchamalo

Este libro es una delicia para quienes amamos los libros y la lectura. Hace un pequeño recorrido lleno de curiosidades y de anécdotas, en los que descubre aspectos desconocidos de grandes personajes de la historia, de otros escritores y del propio autor, con temas que tratan:

  • Hay libros para leer y libros para tener.
  • Los libros que se compran por capricho. Y ¿somos capaces de leer todo lo que tenemos en casa?
  • Leer varios libros a la vez.
  • Manías lectoras.
  • El orden de los libros.
  • El espacio que ocupan.
Cuestiones que animan a preguntarse: y yo ¿cómo soy con los libros y la lectura?
Empiezo diciendo que para mi la lectura nos da vida y los lectores le damos vida a los libros.
Y ahora de manera breve me contesto a los temas planteados por el autor:
sí, tengo libros para leer, y también otros que en su momento decidí que debía tener.
Hace años sí compraba más libros de los que me daba tiempo de leer, pero hace tiempo que ya no. Aunque no he leído todos los libros que tengo en casa, pero porque con algunos no coincido en gustos con mi marido y con mis hijas.
Nunca he leído varios libros de narrativa a la vez, aunque sí los de consulta.
No sé si son manías o costumbres lectoras, pero intento alternar diferentes géneros literarios, así como autores.
Me gusta mantener un orden en los libros, y los tengo por temas y a su vez en orden alfabético de autor. 
Mi biblioteca personal tiene actualmente 976 libros, los cuales tengo catalogados (deformación profesional, es lo que tiene ser bibliotecaria). Principalmente están en una habitación destinada a estudio. Y precisamente por el espacio que han ido ocupando, hace unos cuantos años que soy asidua al préstamo de bibliotecas.

Algunas frases del libro:
“Las bibliotecas definen a sus dueños.”

“Los libros, como las personas, tienen sus momentos de encuentro que a veces hay que aprender a posponer. Son como piezas de un puzle que encajan o no en un sitio preciso por mucho que nos empeñemos en que ocurra lo contrario.
Después están los libros que se atraviesan, y con los que no hay manera de llegar a un acuerdo.”

Contracubierta o parte de la misma:
Todos los libros tienen una peripecia, una historia que contar. Los libros hablan del carácter, los intereses y la personalidad de sus propietarios, y también la forma de ordenarlos en nuestras personales bibliotecas aporta datos significativos. Hay quien dice que las bibliotecas definen a sus dueños, y estoy seguro de que es cierto. Como en los estratos geológicos de un yacimiento arqueológico, los libros permiten ir desenterrando los restos de todos nuestros particulares naufragios.
Pero, sobre todo, hay que reconocer a los libros una sorprendente capacidad colonizadora: se extienden por los sofás, toman las repisas, los cabeceros de las camas, las mesillas... Como un ejército victorioso ganan los altillos, los aparadores, las cestas de mimbre donde duermen los gatos. Hay libros indispensables que nos obligan a poseerlos, a conservarlos para hojearlos de vez en cuando, tocarlos, apretarlos bajo el brazo. Libros de los que es imposible desprenderse porque contienen fragmentos del mapa del tesoro.

Viñeta de la cubierta: Damián Flores


MANIFIESTO POR LA LECTURA de Irene Vallejo

Hace unos meses leí "El infinito en un junco" (reseña aquí), y para mi fue un gran descubrimiento Irene Vallejo, pues tiene un don para transmitir sensaciones, para contar historias y hacerte viajar con ellas. Su pasión por el mundo del libro, por el lenguaje, por las palabras, es algo que me ha llenado mucho al leerla.
En este nuevo libro se recoge el manifiesto por la lectura que va a ser la voz que acompañará a la petición de un Pacto de Estado por la lectura y el libro.
Donde expone las razones por las cuales creemos en los libros.
Dice que las historias escritas o narradas de forma oral, con las palabras que transmiten son un bálsamo en nuestras vidas. Precisamente el lenguaje nos permite la comunicación. Y leer, la lectura y los libros contribuyen a la apertura de la mente. Además, es importante la transmisión de emociones. Leer es un buen ejercicio neurológico.
Recuerda el recorrido del acceso a los libros desde sus orígenes, cuando al principio solo eran asequibles para nobles y aristócratas, hasta llegar a todos, con la alfabetización y el libre acceso a la lectura. Jugando un papel importante los colegios y las bibliotecas.
Expone que la imaginación nos diferencia de otras especies. Nacemos inadaptados a la naturaleza, pero nuestra imaginación ha sido el impulso para adaptarnos. Tenemos el súper poder de la creatividad.
Me ha gustado mucho este alegato en favor de los libros y la lectura, con reflexiones enriquecedoras y la belleza en las palabras de Irene Vallejo, que consigue que sus ensayos no lo parezcan por la cercanía de su narrativa.

Algunas frases del libro:
“Lo imposible debe ser soñado primero, para algún día hacerlo realidad.”

“Somos la única especie que explica el mundo con historias, que las desea, las añora y las usa para sanar.”

“En lo leído está el vocabulario de nuestras vidas.”

“La máquina del tiempo existe: son los libros.”

“Lo sabemos bien, lo narran los cuentos populares: las historias y los libros cobijan en su interior un mágico hechizo de protección, una fortaleza inmune para los humanos. Detrás de lo que hemos llegado a ser laten las rebeldías de generaciones anteriores. Leer es dar sentido al empeño de tantas maestras y bibliotecarios. De ilusos y soñadoras de nuevos mundos, de incontables Sherezades y Quijotes, de nuestros abuelos y bisabuelas que, en un país hundido en la posguerra, anhelaron mejores oportunidades para nosotros. Nos querían más inteligentes, más aladas, más lectores, más viajeras, más libres que ellos. Los libros son albergues de la memoria, espejos donde mirarnos para poder parecernos más a lo que deseamos ser. Estos frágiles universos son nuestra fuerza.”

Contracubierta o parte de la misma:
“Somos seres entretejidos de relatos, bordados con hilos de voces, de historia, de filosofía y de ciencia, de leyes y leyendas. Por esos, la lectura seguirá cuidándonos si cuidamos de ella. No puede desaparecer lo que nos salva. Los libros nos recuerdan, serenos y siempre dispuestos a desplegarse ante nuestros ojos, que la salud de las palabras enraíza en las editoriales, en las librerías, en los círculos de lecturas compartidas, en las bibliotecas, en ls escuelas. Es allí donde imaginamos el futuro que nos une.”

“Tocar los libros” de Jesús Marchamalo y “Manifiesto por la lectura” de Irene Vallejo son dos libros imprescindibles.

@AlCalordeLibros