Este conjunto de historias componen este relato que transcurre en la segunda mitad del siglo XIX entre Francia y Japón. Contándonos de una manera sencilla, y repetitiva, el ir y venir de Hervé Joncour tratando de conseguir las preciadas larvas. Mientras somos testigos del cambio que se va produciendo en su vida y de manera extensible en el resto de personajes.
Los capítulos son muy cortos, casi como pinceladas de un gran cuadro que poco a poco va tomando forma. Mientras que la narración en algunos momentos parece poesía. Tiene un ritmo pausado y armonioso que va in crescendo sólo interrumpido por la descripción de los viajes, donde Baricco ha utilizado la técnica de la repetición, con una excepción y es que va modificando el significado del lago Baikal.
El propio autor nos indica que no es una novela, ni un cuento, podría ser un relato largo e incluso una fábula, ciertamente es difícil de clasificar, sencillamente a mi me ha parecido una bella historia.
Algunas frases del libro:
“A cada uno de ellos, Baldabieu le había revelado, sin más problemas, los secretos del oficio. Eso lo divertía mucho más que ganar dinero a espuertas. Enseñar. Y tener secretos que contar. Así era aquel hombre.”
“A cada uno de ellos, Baldabieu le había revelado, sin más problemas, los secretos del oficio. Eso lo divertía mucho más que ganar dinero a espuertas. Enseñar. Y tener secretos que contar. Así era aquel hombre.”
“Por la tarde permanecía largo rato, bajo el pórtico de su casa, sentado junto a su esposa Hélène. Ella leía un libro en voz alta y eso le hacía feliz porque pensaba que no había otra voz tan bella como aquella en el mundo.”
“Hara Kei siguió caminando, con un paso lento, ajeno a cualquier forma de cansancio. A su alrededor reinaba el más absoluto silencio, y el vacío. Como cumpliendo un extraño precepto, a donde quiera que fuese, aquel hombre andaba en una soledad sin condiciones, y absoluta.”
“Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.”
“No estaba hecho para conversaciones serias. Y un adiós es una conversación seria.”
“Tenía consigo la indestructible calma de los hombres que se sienten en su lugar.”
Contracubierta o parte de la misma:
Baricco presentaba “Seda” en su país con estas palabras: Ésta no es una novela. Ni siquiera un cuento. Ésta es una historia, que empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento.
Con un ritmo cuidadosamente estudiado, el autor despliega una historia entre Francia y Japón y el comercio de seda, en la que se entremezclan con exquisita sencillez y serena elegancia el amor, el dolor, la melancolía y el deseo. Pero no es solamente una historia de amor. En palabras del propio autor, “si sólo fuera una historia de amor, no habría valido la pena contarla”.
Baricco presentaba “Seda” en su país con estas palabras: Ésta no es una novela. Ni siquiera un cuento. Ésta es una historia, que empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento.
Con un ritmo cuidadosamente estudiado, el autor despliega una historia entre Francia y Japón y el comercio de seda, en la que se entremezclan con exquisita sencillez y serena elegancia el amor, el dolor, la melancolía y el deseo. Pero no es solamente una historia de amor. En palabras del propio autor, “si sólo fuera una historia de amor, no habría valido la pena contarla”.
Traducción de Xavier González y Carlos Gumpert