Shanghái, principios del siglo
XX, una casa de cortesanas de primera categoría, llamada la Oculta Ruta de
Jade, donde se encuentran Oriente y Occidente, algo inusual entonces. Su dueña
Lulú Minturn, quién también tiene otros nombres, es una norteamericana con una
hija llamada Violeta. Esta niña en aquella época tenía 7 años, una gata llamada
Carlota, hablaba inglés y chino, y pensaba que su madre no la quería.
Una historia donde el contraste
entre culturas es destacable, mostrándonos el poder de la familia en China, el
respeto por las tradiciones, el deber y el honor, la importancia del linaje y
su cultura. Dedicando una gran parte al mundo de las cortesanas, entrando en
detalle en como ser una cortesana de primera categoría, explicando que el
propósito es enamorar al hombre, y como tienen que interpretar un papel para
conseguirlo, a modo de actrices, incluso debiendo dominar la expresión.
Nombrando entre otras costumbres los pies de loto y las concubinas.
El tiempo avanza mientras crece
Violeta y a los 14 años se enfrenta a un debate entre el deseo y el deber. Por
una traición cambia su vida. De repente es una niña americana secuestrada,
atrapada en un libro de aventuras al que habían arrancado los últimos
capítulos. Le habían arrebatado la libertad. Pasa momentos complicados, le es
difícil aceptar su nuevo lugar en la vida. Aunque conoce la naturaleza del
mundo de las cortesanas, pues ha crecido en ese ambiente, pero ¿es dónde le
corresponde estar?
Entre datos reales como las referencias
al gobierno chino, a la gripe española o a las guerras mundiales. Violeta
continuará buscando la felicidad, pasando por ser madre de una niña, Flora, y
atrapada entre el miedo a su futuro y un pasado desconocido. El cual
conoceremos en un salto hacia atrás en el tiempo, remontándonos a 1897 en San
Francisco, siendo Lucía Minturn (Lulú) quien con 16 años relate su propia
historia, con unos padres un tanto diferentes, y un primer encuentro Occidente
y Oriente.
Uniéndose las dos historias en
1926 hasta el final de la novela, por otra parte con un desarrollo del
desenlace un tanto acelerado.
En definitiva, me ha parecido una
buena novela, con personajes con nombres tan sugerentes y llamativos como Paloma Dorada, Calabaza Mágica, Pomelo, Lealtad, Perpetuo, entre otros. Así como los de algunos lugares, Estanque de la Luna, la Mano de Buda. Donde conoceremos a tres generaciones de mujeres, abuela (Lulú), madre
(Violeta) e hija (Flora), que se enfrentan a su destino, a secretos, a deseos y a
miedos, mientras la historia se repite, compartiendo los mismos sufrimientos y
las mismas pérdidas, junto a la búsqueda de sí mismas. Bajo un título “El valle
del asombro” que tiene un vínculo de unión entre ellas tres.
Algunas frases del libro:
“Cuando la gente dice que una
idea es imposible, se vuelve imposible.”
“Nuestro mundo está lleno de promesas pasajeras y de artimañas.”
“Cada situación difícil tiene sus circunstancias particulares, y sólo tú sabes cuáles son esas circunstancias. Nadie más que tú puede decidir lo que es preciso hacer para lograr el mejor resultado posible.”
“Ya había notado algo diferente en ti. Parte de tu espíritu está ausente. Tus ojos ven, pero han dejado de mirar. Es a causa del dolor.”
“Los ruidos familiares me permitían huir de ese lugar con el recuerdo.”
“Nunca nos vemos a nosotros mismos como nos ven los demás.”
Contracubierta o parte de la misma:
1912, Shanghái. Violeta es la
hija adolescente de Lulú, una estadounidense propietaria de la mejor casa de
cortesanas de la ciudad. Siempre a caballo entre dos mundos, y viendo cómo Lulú
evita hablar del pasado, Violeta no acaba de encontrar su lugar, y está
convencida de que su madre no la quiere. Pero antes de que puedan arreglar sus
diferencias ambas serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulú
de vuelta a San Francisco y convirtiendo a violeta en cortesana. Años después,
y como si el destino fuera una condena a la que no pueden escapar, Violeta
sufrirá también los reveses de la suerte, y se dará cuenta de que su única
oportunidad de encontrar la felicidad pasa por enfrentarse al pasado, compartir
sus secretos y profundizar en la compleja relación entre madres e hijas.
Traducción de Claudia Conde
Fotografía de la cubierta: Alex Mares-Manton / Asia Images / Age fotoStock