Reconozco
que si no me hubieran regalado este libro no lo hubiera leído, pues
es de un género que no suelo leer, ya que desde hace tiempo tengo un
tanto abandonados a los autores clásicos. Sin embargo este
reencuentro ha sido positivo, pues ha sido atractivo remontarme a
finales del siglo XIX, con esta novela escrita en 1897, por lo que
Pérez Galdós reflejó la época en que vivió. Con escenas muy
realistas, acompañadas de muy buenas descripciones de los lugares y
de los personajes. Siendo destacable el lenguaje utilizado, que
muestra la riqueza y variedad de la lengua castellana, y las
diferentes expresiones que usan unos y otros personajes según su
estatus.
Además
este libro es una edición especial del año 2013 por el III
centenario de la Real Academia Española, e incluye una introducción
de Antonio Muñoz Molina y de Gonzalo Sobejano. Más una amplia
bibliografía y un extenso glosario.
La
historia que relata se centra en Benina, una mujer de gran temple y
caridad, que junto a otros personajes nos muestran la vida de la
clase media venida a menos, y de las clases más humildes. Con las
peripecias y artimañas que tienen que hacer para sobrevivir en el
Madrid de finales del siglo XIX. Unos mendigando para tener algún
respiro dentro su miseria. Y otros más preocupados por salvar las
apariencias. Así se muestran situaciones de marginación social
junto a otras que ridiculizan a ciertos sectores de la sociedad.
Realizando una crítica y denuncia social que bien podría ser
atemporal.
Un
libro que he leído tranquilamente, en parte porque he estado un poco
liada, y por otro lado porque no es un relato de los que no puedas
parar de leer, su contenido es interesante, y refleja de manera
realista una época, pero como llevo una temporada leyendo libros de
intriga, en esta ocasión las sensaciones han sido muy diferentes.
Algunas
frases del libro:
“Pues
la suerte, ya se sabe, no viene nunca por donde lógicamente se la
espera, sino por curvas y vericuetos increíbles.”
“Ya
no se apartó de su mente la idea de que el benéfico sacerdote
alcarreño no era invención suya, de que todo lo que soñamos tiene
su existencia propia, y de que las mentiras entrañan verdades.”
Contracubierta
o parte de la misma:
Narra
la historia de Benina, mujer de una humanidad admirable que sirve en
una casa de la burguesía madrileña en decadencia y se ve obligada a
mendigar para ayudar económicamente a sus amos. El orgullo y la
importancia de las apariencias que caracterizan a estos contrastan
con la bondad de Benina, condenada a sobrevivir en un entorno hostil
sin perder ni un solo instante su dignidad.
Fotografía de cubierta: Estudio Pep Carrió
Fotografía de cubierta: Estudio Pep Carrió