Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

lunes, 16 de noviembre de 2009

EL SÍNDROME DE MOZART de Gonzalo Moure

Premio Gran Angular 2003

Una historia de amor y amistad, protagonizada por cuatro adolescentes, en primer plano Irene y Tomi, y en un segundo plano Yárchik y Tesa.
El padre de Irene, que es neurólogo, quiere investigar sobre la enfermedad que sufre Tomi, el Síndrome de Williams, enfermedad que cree tuvo Mozart, para ello se traslada con su familia a pasar el verano a un pueblo de Asturias, y convence a su hija para que conozca a Tomi y se hagan amigos sin que sospeche nada. A partir de este momento se crea un vínculo muy especial entre los dos adolescentes, que se comunican a través de la música. Irene para tener 17 años da muestras de mucha madurez, y ante todo quiere proteger a su amigo, y por eso antes le pide consejo a sus amigos Yárchik y Tesa que a sus padres. Tiene miedo que a Tomi le cambien su vida, cree que la decisión a de ser suya.
El libro no está dividido en capítulos utilizando la forma habitual, sino que entrelaza y separa la narración destacando una frase.


Algunos pensamientos de Irene:

“No sé quién soy, ni cuando vivo ni cuando leo, cuando robo horas al sueño para devorar libros y libros que, mientras los leo, me permiten al menos alejarme de mí misma y de las exigencias de perfección de mis padres. En los libros descubro al menos otras vidas más humanas, personajes a los que nadie les marca el camino, que viven su existencia y sus aventuras al azar o por su propia voluntad, con pasiones y secretos, con fallos, pecados y defectos”.

“Con apenas cuatro años, Irene había abandonado la televisión. No la veía nunca y se sentía muy orgullosa de ello. Había demasiadas cosas encerradas en los libros, en los discos, en las partituras, en las cuerdas de su violín o incluso en las teclas del amargo piano, como para perder el tiempo viendo una pantalla vacía”.

“Se dio cuenta de que aquella nota, una respuesta clara a su andante, había sido el principio de un diálogo”.

“Yo misma sentía que el mundo desaparecía mientras tocaba. Entonces sólo había música”.

“Su amigo, gracias al violín y la armónica, a la música”.

“Pero no era la belleza lo que le atraía de él, sino toda aquella música dormida en su interior. Anhelaba conocerle más de cerca para poder nadar en su música, para tratar de entender el mundo como fuera que lo entendiera él, desde la música”.

“Soy feliz, no quiero irme de aquí, pero no sé qué hacer, tengo miedo a lo que puede pasar, y por eso te llamo”.

Durante un verano en un pueblo de Asturias, Irene conoce a Tomi, un chico muy especial con un gran talento. Irene descubre, en un apasionado diálogo a través de la música, que Tomi tiene el mismo síndrome que pudo tener Mozart.

Enlace a una entrevista a Gonzalo Moure

viernes, 6 de noviembre de 2009

LA MECÁNICA DEL CORAZÓN de Mathias Malzieu

Este libro se lo han regalado a mi hija, y desde el primer momento me ha encantado la cubierta, es de esos libros que ves en una librería y te atraen. Así que hice averiguaciones sobre el ilustrador, porque en el libro hace referencia a Benjamín Lacombe, pero buscando en internet hace referencia a Joann Sfar. Y la duda me la aclararon Yago y Sàlvia: los dos tienen relación con el libro de Mathias Malzieu. Benjamín Lacombe es el autor de esa cubierta y el estupendo guionista y dibujante de cómics Joann Sfar es quién se va a encargar de la adaptación animada del libro, con guiones del cineasta Luc Besson.
De nuevo os doy las gracias por la información y por si alguien quiere visitar sus blogs son estos, Sàlvia: Pinzellades al món y Yago: http://son-risasysilencios.blogspot.com/ .
Un relato fantástico donde nos cuenta la vida de Jack desde su nacimiento y la búsqueda de su amor, Mis Acacia, con todas las vicisitudes que tiene que pasar incluidas las humillaciones que sufre por parte de Joe en la escuela. Así como las breves historias de otros personajes muy importantes en su vida: Madeleine, Méliès, Arthur.
Una historia rara, como la ha definido mi hija, pero muy bonita de leer.

Algunas frases del libro:
“Es el día más frío de la historia. Y hoy es el día de mi nacimiento”.

“Y para seguir con vida, cada mañana tendré que darle cuerda a mi corazón. A falta de lo cual, podría dormirme para siempre”.

“Es un instrumento mecánico que transmite muchas emociones desde su interior”.

“Y entonces ocurre: me enamoro. En el interior de mi reloj es el día más caluroso de la historia”.

“Los mecanismos de tu reloj no filtran las emociones como lo harían los tejidos de un corazón normal”.

“No podemos volver jamás sobre nuestros actos pasados, ni siquiera con un reloj en el corazón”.

“Creeríase que mi reloj es un imán de corazones rotos. Madeleine, Arthur, Anna, Luna, incluso Joe, y ahora Méliès”.

“La mecánica del corazón no puede funcionar sin emociones”.

“Te quiero al bies porque soy un perturbado del corazón de nacimiento. Los médicos me prohibieron formalmente enamorarme, mi corazón-reloj es demasiado frágil para resistirlo. Y sin embargo he puesto mi vida en tus manos, porque, más allá del sueño, me has dado una dosis de amor tan fuerte que me he sentido capaz de enfrentarlo todo por ti”.

En la web del libro http://www.lamecanicadelcorazon.com/ lo define como: “un cuento de amor para niños grandes”. Aquí encontraréis información sobre el libro, la película, la música y el autor.

Contracubierta o parte de la misma:
Imagina la noche más fría de la historia. La nieve cae sobre la ciudad de Edimburgo. En lo alto de una colina nace el pequeño Jack, pero su corazón está dañado. Y por eso necesitará reemplazarlo por un reloj de madera, un corazón artificial del que dependerá su vida. Acompañemos a Jack en su aventura quijotesca desde las frías callejuelas escocesas hasta una radiante ciudad andaluza, en busca del amor. Pero, ¡cuidado! Jack debe seguir unas reglas para sobrevivir:
Uno: NO TOQUES LAS AGUJAS.
Dos: DOMINA TU CÓLERA.
Tres: NO TE ENAMORES NUNCA.
LA MECÁNICA DEL CORAZÓN DEPENDE DE ELLO
Deseemos suerte a Jack, y recuerda que, como en este cuento para niños grandes, todos hemos sufrido alguna vez por nuestro voluble corazón.

Traducción de Vicenç Tuset