Este
es el tercer libro de la serie protagonizada por el comandante
Camille Verhoeven, pudiéndose leer de forma totalmente
independiente. Aunque siempre es interesante leer los anteriores para
conocer un poco más al comandante, tanto en lo personal como en lo
profesional.
El
primero es “Irène” (reseña aquí), el segundo es “Alex”
(reseña aquí), y el cuarto y último es “Camille”, el cual
espero leer en un futuro, pues el estilo narrativo de su autor,
Pierre Lemaitre, hace que al comenzar una de sus novelas no pueda
dejar de leerla, y estar enganchada a una lectura contribuye a
disfrutar de los momentos lectores.
En
“Rosy & John” rompe el esquema de las dos historias
anteriores, porque no tiene la tensión ni las escenas espeluznantes
a que nos tenía acostumbrados, aquí no hace falta tener el estómago
fuerte, pierde la categoría de thriller, sin embargo es un original
relato de suspense que esconde más de lo que parece tras el perfil
psicológico de los personajes que dan nombre al libro, Jean (John)
Garnier y su madre Rosy.
El
comandante Camille Verhoeven se enfrenta a un terrorista que está
fuera del prototipo, pues su comportamiento se sale de lo habitual,
incluso con alguna escena un tanto irónica, como el que presente
facturas de todo lo que ha comprado para fabricar los explosivos. Por
lo que la investigación se debe enfocar de manera diferente.
Encontrándose con situaciones extrañas que le hacen ir modificando
cómo llevar el caso. Lo mismo que les pasa a las autoridades, que no
tienen claro que medidas tomar. Puesto que nada sucede según lo
previsto por lo que ¿acaso el final será como imaginamos?
Algunas frases del libro:
“Las
cosas decisivas ocurren en menos de una décima de segundo.”
“¿Es posible aterrorizar a una ciudad comprando despertadores en internet, relés en Leroy Merlin y recogiendo obuses en los andenes?”
“En mi trabajo, están los hechos y lo que los hechos sugieren.”
Contracubierta o parte de la misma:
Jean
Garnier es un joven solitario que lo ha perdido todo: su trabajo,
tras la muerte misteriosa de su jefe; su novia, en un extraño
accidente, y Rosy, su madre y principal apoyo, que ha sido
encarcelada. Para dar rienda suelta a su dolor, planea hacer explotar
siete obuses, uno por día, en distintos puntos de la geografía
francesa.
Después
del primer estallido se entrega a la policía. Su única condición
para evitar la catástrofe es la liberación de su madre. El
comandante Verhoeven se encuentra ante un gran dilema: ¿es Jean un
lunático con delirios de grandeza o una verdadera amenaza para todo
el país?
Traducción
del francés de Juan Carlos Durán Romero
Imagen de la cubierta: Nick Keevil / Arcangel images
Otros
libros de este autor reseñados en este blog: “Nos vemos allá
arriba” (enlace aquí), “Tres días y una vida” (enlace aquí),
“Vestido de novia” (enlace aquí).