Es
una novela dividida en tres partes: orden, entreacto y caos. Con
pocos personajes, descripciones muy detalladas, y una trama que va de
más a menos para volver a tener mucha intensidad hacia el final.
Dando como resultado una buena historia que sorprende por como
plantea y resuelve los temas el autor, quien trata cuestiones sobre
la condición humana, en base a la culpa, el castigo y el perdón. Lo
que para nada deja indiferente al lector. Teniendo, además, algo de
thriller psicológico que, sobre todo, más en la última parte,
mantiene la tensión.
Se
combinan dos historias, la de Marcus, un joven policía que vive con
su pareja, Valeria. Y la de Alex, un adolescente rebelde que vive con
su tío. Ambos (y otros personajes también) tienen en común pasados
dolorosos, de esos que marcan el carácter de las personas, que hacen
que seas de una determinada manera por aquello que hiciste una vez, y
no puedes cambiarlo. Por lo que tu lucha interior nunca acaba. Y se
convierte en una penitencia de por vida. De la que no consigues
hallar perdón y te reconcome el sentimiento de culpa. Entonces más
que vivir con ese peso dentro, se sobrevive.
Es
interesante como inicia el libro con un suceso que parece
sencillamente eso, un suceso y ya está, pero sin embargo es el clic
que hace que estalle algo en el interior de Marcus, haciendo saltar
alarmas, una tras otra, que despiertan a sus fantasmas del pasado. Y
a partir de ahí construye un relato que va en paralelo junto con las
vivencias de Alex. Sin embargo algunas casualidades hacen que los
hechos que van sucediendo dejen la sensación de que el círculo
puede llegar a cerrarse.
Además,
el como va planteando las situaciones hace que no sea nada fácil
intuir lo que va a pasar. Y a pesar de que las descripciones, en
algunos momentos, hacen mas lenta la lectura, no importa mucho para
que la trama resulte atractiva. Porque sobre todo la vivencia
personal de Marcus plantea muchas preguntas al lector, ¿que hubieras
hecho ante una situación así? ¿se puede vivir con algo tan pesado
a tus espaldas?
Algunas
frases del libro:
“No
es lo mismo olvidar que querer olvidar.”
“Algunas
personas no tienen la culpa de que tú estés como estás, de que
seas como eres, de que hicieras lo que hiciste.”
“El
miedo y el instinto de supervivencia son compañeros influyentes.”
“La
cuestión no es el asesinato en sí, sino el sufrimiento que acompaña
al recuerdo.”
Contracubierta
o parte de la misma:
Para
Marcus, el mundo se detuvo una noche cerrada en el arcén de una
carretera oscura. Arrodillado junto a los pilotos traseros de su
coche y bañado por la luz roja, su vida perdió un sentido que él
ni siquiera había tenido tiempo de darle. Contra todo pronóstico,
incluido el suyo propio, salió adelante. Acabó los estudios,
consiguió un trabajo, se independizó, puso los cimientos de su
propia vida adulta y conoció a Valeria. Si le hubieran preguntado,
es posible que incluso se hubiese mostrado moderadamente optimista
respecto al futuro; tenía motivos que hacían que seguir caminando
valiese la pena. Sin embargo, como el matón que apoyado en el coche
aguarda sonriente a que su víctima recupere el aliento, la vida
esperaba su turno con la factura en la mano, riendo a carcajadas.
Fotografía
de cubierta: Cristina Ferrer
Pues no pinta mal. No me importaría leerla si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me recuerda mucho en el mensaje a Tres días y una vida de Lemaitre. Lo de que caiga aunque luego se recupere no me anima mucho a la lectora porque ahora mismo tampoco es el tipo de libro que me hace falta, prefiero algo menos intenso.
ResponderEliminarBesos
Uff no sé, creo que me da parece ponerme con altibajos en este momento
ResponderEliminarBesos