Esta novela me llegó en formato e-book enviada por el propio autor, en el e-mail me decía que por el tipo de libros que comento en el blog que seguro que me gustaría. Y no se ha equivocado en su apreciación.
Empieza en forma de diario, describiendo con detalle cada día de la vida de Marcelo, un psicólogo que trabaja en la cárcel, separado, con una hija pequeña, que a sus 40 años vuelve a vivir con sus padres porque no le queda más remedio.
En esta parte vemos a un hombre de hoy en día con el cual podemos identificar a muchos conocidos, porque sus dudas, reflexiones, pensamientos, actuaciones, sentimientos, planteamientos, representan la realidad. Ha perdido su vida de antes, va a la deriva, sus preocupaciones personales inciden en el trabajo, y sólo desea poner orden en su nueva vida y seguir hacia delante.
En su rutina nos encontramos con otros personajes: su ex, su hija, su mejor amigo, sus padres, su hermana, sus compañeros de trabajo. Junto a todos ellos vamos conociendo a Marcelo en todas sus facetas como: separado, padre, amigo, hijo, hermano, trabajador. Pero también vamos conociendo hechos anteriores, porque nos describe muchos recuerdos de su vida pasada. E incluso detalla algunas sesiones de terapia en la cárcel. Me han parecido tan bien descritas algunas de estas escenas que bien podrían ser otra novela por si solas.
Hasta aquí, y sólo han pasado 6 días, es una novela con una temática actual, que trata cuestiones existenciales, de ésas que te hacen pararte a pensar sobre tu propia vida, con frases como: “el arco iris de la existencia”. Con referencias a temas cercanos (por lo menos para mi) como cuando habla de la música, sobre todo, de la movida madrileña, o cuando cuenta lo de que todos hemos conocido a alguien que recogía los plastiquitos del tabaco para conseguir una silla de ruedas. Tiene su parte simpática como la visita del cura a su casa, sin dejar olvidada la parte seria de la situación que está viviendo. Por tanto es casi imposible no sentirte identificada con muchas situaciones. Con respecto a la música (para los melómanos) debo añadir que hay muchas referencias.
Y pasamos a la segunda parte, de ese sexto día contado prácticamente minuto a minuto salta a dos semanas después, produciéndose a una velocidad de vértigo un giro total al estilo y convirtiéndose en una novela de intriga. Tremendo e impactante el cambio y el desarrollo de esta historia. Tengo que confesar que las dos últimas frases me han hecho soltar unas lágrimas.
Un libro que ha sido editado por el autor a través del portal Bubok, de momento ninguna editorial se ha lanzado a comercializarlo, pero el tiempo dirá porque de momento va circulando por los blogs de libros y con buenas opiniones.
Algunas frases del libro:
“A veces hay que tomar decisiones, hay que elegir caminos, aventurarse en la incertidumbre.”
“Supongo que los años tienden a hacerme idealizar lo que en esos días vivía tan intensamente. No dejo de tener la sensación de que alguno de aquellos trenes fuera el que debí tomar y que me equivoqué terriblemente dejándolos pasar a todos hasta que llegaron mis años de universidad y cogí el tren con el que finalmente descarrilé.”
“De repente tengo la sensación de haber estado perdiendo el tiempo desde que tuve que irme de mi casa, desde que decidí que lo mejor para que la salud física y psíquica de los implicados en mi matrimonio no sufriera más de la cuenta era dejar el piso que habíamos comprado al casarnos y volver con el rabo entre las piernas a casa de mis queridos papás. Entiendo súbitamente que no puedo dejar que la vida pase por delante de mí sin tomar mi parte del pastel, sin involucrarme de lleno. Ahora lo veo todo claro. Si durante tantos años he ido en la dirección equivocada por qué no arreglarlo ahora, ésta misma noche. Ahora es el momento, no hay más tiempo que perder. El aire me resulta renovado, diferente. Acabo de notar que la noche está especialmente agitada, como removida. Todo sucede con más calma. Pero nada está fuera de lugar.”
“Benditos avatares de la vida que hacen que los caminos de las personas coincidan en el tiempo y en las circunstancias más inverosímiles. “
“Supongo que mientras más te alejas, más te gusta mirar hacia atrás, todo lo lejos que puedas, al principio, para ver qué había… no sé. Yo creo que entre lo que recuerdas y lo que la imaginación añade, te termina pareciendo maravilloso.”
“Hay multitud de estudios que hablan sobre las diversas maneras que tiene el cerebro de afrontar las desgracias, los reveses que sufrimos a lo largo de la vida. Si no fuéramos capaces de sobreponernos a la adversidad, los problemas no tardarían en acabar con nuestra cordura. Nuestro cerebro tiene mecanismos para minimizar los efectos que las zancadillas del día a día puedan ejercer sobre nosotros. Si no fuera por actitudes como restar importancia, pensar en cosas agradables, buscar excusas o explicaciones congruentes, las desgracias terminarían, en no mucho tiempo, por producirnos daños a nivel físico. Cada revés se sumaría al anterior terminando por hacer que la carga fuese insoportable. De hecho, mucha gente, quizás con un tornillo algo flojo, no termina de reaccionar ante estas tesituras y sucumbe ante la depresión o cualquier otro tipo de enfermedad mental. Sin duda alguna el sentido del humor es una de las armas más importantes que tenemos para luchar contra la adversidad.”
Sinopsis extraída de la propia web de BUBOK:
Después del fracaso de su matrimonio Marcelo Suelas se ha visto obligado a empaquetar sus pocas pertenencias y volver al hogar de sus padres, a su habitación de toda la vida, al barrio que le vio crecer y emanciparse fallidamente. Rondando los cuarenta y cuestionándose amargamente su propia estabilidad mental, Marcelo se ha quedado sin casa, sin coche, económicamente famélico y con su adorada hija en régimen de visitas. Para colmo su trabajo como psicólogo interino en la Prisión Provincial pende de un hilo.
La vida no parece darle tregua.
En su caminar nos encontramos con sus padres, ella aspirante a beata y él policía excrápula jubilado y rehabilitado, su amigo Domingo, soltero y triunfador, sus variopintos compañeros de trabajo y las entrevistas con los presos que finalmente marcarán las cartas con las que Marcelo Suelas tendrá que jugar.