Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

domingo, 24 de noviembre de 2019

PATRIA de Fernando Aramburu


Creo que con imparcialidad y sin definirse hacia ninguna postura política, se muestran dos puntos de vista de las mismas situaciones vividas por dos familias, una a cada lado del conflicto vasco. Que convivían en un pueblo pequeño donde se conocían todos.
Esa visión desde dentro de cada unidad familiar, con el relato que se remonta a la amistad de los padres, a la convivencia con los hijos desde pequeños, a esos momentos de compartir helados o montar en bicicleta y a la relación especial entre las madres, Bittori y Miren, desde siempre, siendo mucho más que vecinos. Contribuye a que todavía sorprenda más como se pudo llegar a la tremenda situación que los separó, debido a las circunstancias sociopolíticas del momento, con el añadido de que al vivir en una pequeña población, donde eran controlados los movimientos de cada vecino, era difícil estar al margen del ambiente abertzale.
Está estructurado sin seguir una línea cronológica, pero cada historia va encajando, sin perder el hilo conductor, y completando un puzzle que, para mi, ha sabido cerrar muy bien Aramburu.
Cada personaje y como está perfilado contribuye a que veamos a esas familias como cualquier familia, con sus problemas cotidianos, las relaciones padres e hijos, las relaciones entre hermanos, con sus parejas, sus proyectos, sus ilusiones. Y cada uno de ellos expone su punto vista, lo que abarca un variado abanico de sentimientos diferentes hacia una misma situación.
La narración va cambiando de tercera a primera persona, incluso en un mismo párrafo. Consiguiendo el efecto de meternos plenamente en la mente de cada personaje. Haciendo llegar el dolor. Porque duele cada atentado, pero también duele el sufrimiento interno de cada uno de ellos, la separación de las familias, la división de la sociedad, el miedo. Y transmite muy bien las necesidades de cada uno, desde conocer la verdad, de que les pidieran perdón, de perdonar, de sentirse en paz.
Me ha gustado el enfoque que tiene esta historia porque abre los ojos a la realidad que se vivía dentro del País Vasco, a los hechos que tuvieron que afrontar las familias, tanto las que tuvieron miembros de ETA como las que fueron víctimas, y cada mañana unos y otros se levantaban en el mismo pueblo, en la misma calle, donde tiempo atrás ellos mismos jugaban juntos.
Recomiendo este libro porque puede ayudar a entender un poco más como pudo ser el día a día de personas como tú o como yo, pero que sufrieron en primera fila el terrorismo de ETA. Pues parece muy real el enfoque que le ha dado mostrando los sentimientos y como vivían en cada lado del conflicto.

Algunas frases del libro:
“Tú lee todo lo que puedas. Reúne cultura. Cuanta más, mejor. Para que no te caigas al agujero en el que están cayendo muchos en este país.”

“No se trata de buenas o malas personas. Está en juego la vida de un pueblo. ¿Somos abertzales o qué somos? Y no se te olvide que tienes un hijo en la lucha.”

“Necesitaba saber, eso era todo.”

“Se resentían de su quemadura interior siempre que se producía un atentado.”

“Ninguno de los tres abrigaba la intención de vivir el resto de su vida siendo principalmente víctima, nada más que víctima. Por la mañana, víctima; por la tarde, víctima; por la noche, víctima.”

“Y causas de causas que llevaron a nuevas causas y a la situación actual, la de un hombre sin más paisaje que las cuatro paredes de su celda, abrumado bajo el peso de lo que hizo en nombre de unos principios que otros idearon y él, obediente, ingenuo, asumió.”

Contracubierta o parte de la misma:
El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos, tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, la historia incandescente de sus vidas antes y después de la muerte del Txato nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.

Fotografía de la cubierta: Filiep Colpaert / EyeEn / Getty Images


domingo, 17 de noviembre de 2019

EL DOMINGO DE LAS MADRES de Graham Swift


Esta corta historia se desarrolla en Inglaterra en 1924. Narrada por Jane Fairchild, que entonces tenía 22 años. Pero es con 98 años cuando habla de sus recuerdos, mas bien de las sensaciones que recuerda de un día concreto, conocido como el domingo de las madres, que era el día en que el personal de servicio tenía libre e iba a visitar a sus familias. Pero ella, que trabajaba de criada en casa de los Niven, era huérfana, por lo que pasó ese día con su amante secreto, Paul Sheringham, un joven de buena posición que residía en una casa vecina. Precisamente las escenas de su relación están descritas con mucha delicadeza y amor, sugiriendo el erotismo del momento.
La narración va hacia adelante y hacia atrás, repitiendo escenas desde diferentes puntos de vista. Varias veces empieza con “Érase una vez...” Y es que Jay (Jane) necesita recuperar la memoria de aquel día que marcó un antes y un después en su vida. Momento que acabó siendo el impulso que la lanzó a convertirse en quien fue. Previamente había tenido la suerte de que en el orfanato le enseñaron a leer, y cuando trabajó en casa de los Niven tuvo acceso a la biblioteca, pues tenía cierta complicidad con el señor Niven, a quién le sorprendía que leyera libros de aventuras, los llamados libros para chicos. Y sin saberlo fueron las primeras puertas que se le abrieron para descubrirse a sí misma. Una mujer que no sabía su origen, ni su verdadero apellido ni siquiera su fecha real de nacimiento.
La novela trata diversos temas, como las diferencias entre las clases sociales; la discreción del personal de servicio; la huella que dejaron en las familias los jóvenes fallecidos en la Primera Guerra Mundial; los libros y los escritores, especialmente Joseph Conrad; el azar y como en un momento todo puede cambiar; la búsqueda de identidad.
Por lo que, aunque aparentemente parece un relato sencillo, al terminarlo te traspasa la inquietud interior de la protagonista.

Algunas frases del libro:
“¿Puede uno mirarse en un espejo y ver a alguien distinto? ¿Puede uno atravesar un espejo y su otra persona?”

“La gente leía libros, ¿no?, para huir de sí misma, para escapar de los problemas de la vida.”

“Contar historias, contar cuentos. Siempre con la insinuación de que traficas con mentiras. Pero para ella no sería nunca otra cosa que la tarea de llegar a la médula, al meollo, al corazón, al núcleo, al fondo: la empresa de contar la verdad.”

“Todas las escenas. Imaginarlas no era sino imaginar las posibles, e incluso predecir las reales. Pero era también invocar las no existentes.”

“La vida misma podía ser una aventura.”

Contracubierta o parte de la misma:
Inglaterra, 30 de marzo de 1924. El Domingo de las Madres. Una jornada en la que las criadas vuelven a sus casas para visitar a sus familias. Pero Jane Fairchild, de veintidós años y que trabaja para los Niven, es huérfana, y pasa ese día de un modo muy distinto. Se cita con su amante, Paul Sheringham, el único hijo vivo de los vecinos de los Niven, que han perdido a los otros en la guerra. Jane y Paul llevan años de relación clandestina, pero ha llegado el momento de dejarlo, porque él va a casarse con una chica de su clase social dentro de dos semanas. La pareja hará el amor por última vez, pero después de despedirse sucederá algo inesperado que cambiará para siempre la vida de ella...
En los años que le quedan por delante, Jane acrecentará su interés por la lectura – a través de los libros de Conrad –, trabajará en una librería de Oxford y con el tiempo se convertirá en una novelista de éxito, en una forjadora de ficciones. Pero nunca olvidará lo sucedido aquel 30 de marzo de 1924.

Traducción de Jesús Zulaika

Ilustración de la cubierta: Christie's Images / Bridgeman Images. Colección privada.




lunes, 4 de noviembre de 2019

LA BIBLIOTECARIA de Salley Vickers

Esta historia, ambientada en la Inglaterra rural en el año 1958, es una defensa de las bibliotecas, especialmente de las bibliotecas infantiles, y de los bibliotecarios. Con pensamientos tan curiosos e interesantes como la influencia que puede tener un mismo libro en varias generaciones.
Está estructurada en dos partes, la primera es la más extensa, con su inicio, nudo y desenlace. Y podría haber terminado ahí. Pero no, luego hay una segunda parte, muy corta, que da un salto en el tiempo, y que es un viaje interior al pasado, a los recuerdos de alguno de los personajes, al poso que les dejó una bibliotecaria y su amor por los libros, durante su infancia. Convirtiéndose este segundo final en la esencia de la novela.
Pero el relato no solo trata de libros, bibliotecas, lectura y bibliotecarios, sino también de la vida, sobre todo, del día a día de una joven de 24 años, Sylvia, que llega a una pequeña población inglesa en 1958, y tiene que adaptarse al nuevo pueblo, a sus gentes, a la relación con sus vecinos, con los que se lleva mejor o peor. Y ella que desde pequeña había encontrado refugio en los libros debido a la poca relación que tenía con sus padres, y a la buena influencia de su bibliotecaria, quiso transmitir a los niños del lugar esa pasión. Pero se encontró con una sociedad tradicional, algo cerrada, que no estaba abierta a cambios y novedades. Lo que le supuso no menos que algunas dificultades y algunas decisiones que le cambiarían el rumbo de su vida.
El resto de personajes representan bastante bien la variada sociedad de la época. Y cada uno tiene su pequeño o gran papel dentro del relato. Con el protagonismo especial de los niños y su natural curiosidad, acompañada de su inocencia y su paso hacia la adolescencia.
Una novela que me resultó atractiva por el título, y que ya solo con la siguiente reflexión de uno de los personajes me ha dejado una pequeña huella, porque yo también creo en la importancia de las bibliotecas para todos, y especialmente para los niños lo son las bibliotecas infantiles y las bibliotecas escolares.
“Como bien sabéis, soy una defensora acérrima de las bibliotecas, en particular para aquellos niños que de lo contrario quizá no pudieran acceder a los recursos de la literatura infantil. Los niños son los ciudadanos del futuro y aquello con lo que se los alimente y nutra conformará el destino de nuestro mundo y el destino de nuestro asediado planeta. Tenemos el deber, el deber moral, de asegurarnos de que no alimentamos sólo el estómago de nuestros niños, sino también su imaginación.”

Algunas frases del libro:
“Los bibliotecarios no son los únicos que tienen favoritos entre su clientela, pero el amor compartido por la lectura constituye un vínculo especialmente poderoso.”

“Los libros tienen que ser adecuados para uno”.

Contracubierta o parte de la misma:
En 1958, la joven Sylvia Blackwell se muda a un bucólico pueblo del centro de Inglaterra para empezar su nuevo trabajo como bibliotecaria. Pero esa pequeña comunidad, anclada en una época de silencios y rumores, no acepta fácilmente a la recién llegada. Esto no intimida a Sylvia, quien, consciente del impacto que la lectura puede tener en sus vidas, pretende inculcar el amor por los libros a los jóvenes del lugar.
Cuando su idilio clandestino con un hombre casado se convierte en la comidilla del lugar, su posición en East Mole se verá cuestionada. Pero será la relación con su precoz hija y con el hijo de sus vecinos lo que realmente trastocará su vida y pondrá en peligro la biblioteca y su futuro. En una sociedad marcada por la tradición, Sylvia representa un cambio para el que muchos no están preparados, y su selección de lecturas topa con unos vecinos que la etiquetan como mujer de moral cuestionable. A pesar de la hostilidad manifiesta de gran parte del pueblo, nada podrá impedir que esos libros influyan en los jóvenes lectores, que ya nunca borrarán de su memoria el recuerdo de su primera bibliotecaria.

Traducción de María José Díez Pérez

Fotografía de la cubierta: Ullsteinbild / TopFoto and Victoria and Albert Museum, London

Gracias a Planeta de Libros y Ediciones Destino por el envío de este libro