Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

viernes, 31 de octubre de 2014

ALMAS GRISES de Philippe Claudel

Premio Renaudot 2003

En una pequeña población del norte de Francia la vida de sus ciudadanos se ve alterada al aparecer el cadáver de una niña de 10 años, Belle. Creándose un clima misterioso, donde nadie es inocente y los culpables son a la vez víctimas. Es 1917, un año convulso a nivel internacional.
Hace referencias en segundo plano a la Primera Guerra Mundial. Con frases que sugieren el gran desastre y la masacre que aconteció. Entre líneas se respira el clima de desolación, se intuye el paisaje gris bajo una banda sonora de cañonazos.
El policía que se ocupó del caso de la niña hace un relato del mismo 20 años después. En su narración va introduciendo personajes poco a poco, describiéndolos al detalle y con profundidad, destacando el juez Mierck, el fiscal Destinat y el militar Matziev, siendo también importantes algunos personajes secundarios, la maestra Lisia Verhareine, la vagabunda Josephine. Así como ciertos lugares, la Fábrica y el Palacio del fiscal. Configura un mapa de los hechos, divagando, yéndose por las ramas en algunos momentos. Va escribiendo en cuadernos que no relee. Es como mantener una conversación consigo mismo, como una confesión. Intercala retratos. Es la imagen de su vida. Aunque parezca un barullo. Es una sucesión de fragmentos. Necesita llegar a las raíces. Por eso rehace la historia, rellena los huecos pero cree que no se lo inventa. Ahora es uno de los escasos testigos. Lleva años tirando de los hilos, buscando respuestas. Por qué iba a inventar. Desde que enviudó su vida ha sido un vacío.
La primera vez que leí a Claudel fue con su libro “La nieta del señor Linh” (reseña aquí) una lectura de las imprescindibles e inolvidables. También recomiendo sus películas como director y guionista “Hace mucho que te quiero” y “Silencio de amor”. Ahora en este libro he vuelto a encontrar personajes solitarios, atormentados. Adentrándose en la complejidad del ser humano. Con un final sorprendente e inesperado.

Algunas frases del libro:
“El miedo surge cuando descubrimos lo que hasta el día anterior creíamos ignorar.”

“Esa es la gran estupidez del ser humano, decirse siempre que hay tiempo, que podrá hacer esto o lo otro mañana, dentro de tres días, el año que viene, dos horas más tarde... Y luego todo se muere, y nos vemos siguiendo ataúdes, lo que no facilita la conversación.”

“Las cosas no son ni blancas ni negras, lo que reina es el gris. Los hombres, sus almas..., pasa lo mismo. Tú eres un alma gris, rematadamente gris, como todos nosotros...”

“La vida es curiosa. No avisa. Lo mezcla todo, sin dejarte elegir, de modo que a un instante de dicha le sucede otro de sangre, así, sin más”

Contracubierta o parte de la misma:
Diciembre 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. A la escena del crimen acuden, acompañados por el incesante tronar de los cañones y el acre olor a pólvora de un frente que se desgarra a escasos kilómetros, un policía, un juez instructor y un militar. En este mundo provinciano, el asesinato de Belle suscita innumerables sospechas, despierta viejos rencores y sacude un orden social que se tambalea. Todos los indicios apuntan al fiscal Destinat, un rico aristócrata ya jubilado, pero el juez designará como culpables a dos desertores apresados en las cercanías del lugar del crimen. Sin embargo, la crónica de los hechos, escrita por el policía veinte años después del suceso, invita al lector a descubrir una realidad inesperada.

Traducción de José Antonio Soriano

martes, 14 de octubre de 2014

HISTORIA DE UNA MAESTRA de Josefina Aldecoa

Esta novela es la primera de una trilogía. Las otras dos son “Mujeres de negro” y “La fuerza del destino”.
En “Historia de una maestra” la autora hace un homenaje a su madre y a todos los maestros de la República, 1931. Es el testimonio de la realidad de una época, cuando la educación era muy importante en un país pobre, ignorante y con opresión. Resaltando el papel de la enseñanza y el trabajo de aquellos que lucharon por educar un país. Es una narración escrita desde la conciencia y que abre esperanzas, en aquellos años en que se pensaba que la fuerza de la inteligencia podía ser peligrosa.
La protagonista es Gabriela, quién comenzó su sueño cuando en 1923 obtuvo el título de maestra. Después lo vivió. Para finalizarlo con el comienzo de la Guerra Civil española en 1936.
Conoceremos sus vivencias como maestra a través de sus recuerdos, en una época políticamente revuelta. Junto a otros personajes como sus padres, su marido Ezequiel, su hija Juana, don Wenceslao, Genaro, Emile...
Su padre le inculcó el amor al trabajo, la disciplina y la exigencia, esos principios le formaron su carácter y le hicieron la necesidad de ganarse la vida.
Comienza su andadura en un destino perdido en los montes. Tiene el reto de enseñar a esos niños, sintiéndose satisfecha del resultado de ese aprendizaje, del valor de lo que está haciendo. Pues la escuela le llena la vida, y es que lo que le dan los niños vale más que todo lo que ellos recibían de ella. Es una persona con mente abierta, les enseña que los hombres y mujeres no son diferentes por inteligencia ni habilidad sino por fisiología.
Después aprueba las oposiciones y elige Guinea Ecuatorial, quiere conocer otros mundos. Convirtiéndose en un tiempo de soledad, donde, además, vive de cerca el racismo.
Regresa comenzando otra etapa, en la que se casa, volviendo a vivir en pueblecitos de montaña muy pobres.
Me ha parecido una gran historia, en la que he conocido un poco más la labor de los maestros en la Segunda República Española. Con los acontecimientos históricos que les tocó vivir. La función de las misiones pedagógicas. Y su afán por hacer llegar la educación y cultura a todos los rincones, sabiendo que son necesarias para sacar un país adelante. Con la finalidad de educar a los niños para que sean libres, para que sepan elegir por sí mismos cuando sean adultos.
He sentido una bocanada de aire fresco, ahora que siento ahogo con los recortes en educación y cultura, al leer: “La República había conseguido despertar en muchas inteligencias el deseo de aprender, y en los maestros, el deseo de enseñar con más pasión que nunca.”

Algunas frases del libro:
“No puede existir dedicación más hermosa que ésta. Compartir con los niños lo que yo sabía, despertar en ellos el deseo de averiguar por su cuenta las causas de los fenómenos, las razones de los hechos históricos. Ése era el milagro de una profesión que estaba empezando a vivir y que me mantenía contenta a pesar de la nieve y la cocina oscura, a pesar de lo poco que aparentemente me daban y lo mucho que yo tenía que dar.”

“Es difícil seleccionar en el recuerdo los momentos felices.”

Contracubierta o parte de la misma:
En 1923 Gabriela recoge su título de maestra. Es el comienzo de un sueño que la llevará a trabajar en varias escuelas rurales en España y en Guinea Ecuatorial. “Historia de una maestra” es la narración, hecha desde la memoria, de la vida de Gabriela durante los años veinte y hasta el comienzo de la guerra civil.

miércoles, 1 de octubre de 2014

EL HERMANASTRO de Lars Saabye Christensen

Premio Nordic de literatura.

Tras un corto prólogo donde conoceremos a Barnum y a su hermanastro Fred en una situación de su infancia y adolescencia, la cual cobra sentido hacia el final del libro, por tanto  me parece que está bien escogido ese momento. Continua el primer capítulo en la actualidad, en el Festival de Cine de Berlín, y sabremos un poco más de los sentimientos, emociones e inquietudes de Barnum. Para en el siguiente capítulo trasladarnos en el tiempo a 1945, cuando llega la paz a Noruega.
En este recorrido familiar son importantes su bisabuela (La Vieja), su abuela (Boletta) y su madre (Vera), las mujeres solitarias de Gorbitzgate, a quienes nadie entiende. Además, la historia de su familia es una carta que escribió su bisabuelo. Pero, sobre todo, están Barnum y su hermanastro Fred. Su vida es su historia. Y es que Fred está por encima de toda duda, es indudable, además, tiene una conducta imprevisible. Haciendo que Barnum pierda los estribos cuando lo comparan con él. Llegando un momento en que tampoco quiere recordarlo. Piensa que si dejas pasar el tiempo, poco a poco todo se olvida. “El tiempo fue la gran goma de borrar que pasó sobre su vida.” Desde pequeño fue un ser solitario, sin amigos, acomplejado por ser bajito, por tener un nombre extraño, acribillado en el colegio por esos motivos. Por fin tiene un amigo, Peder, se conocen en circunstancias “especiales” en la Academia de baile. Y también a Vivian. Entre ellos son el bajito, el gordo y el accidente (ella nació en un accidente). Y es que una cosa lleva a la otra, es una cadena de sucesos. Como una escena que se subtitula de nuevo. Su voz habla dentro de su vida, a través de los años, haciendo que la escena encaje en el resto de la historia. Porque en la vida hay casualidades que asocian momentos. Pues Barnum es guionista de cine, escribe sus sueños, sobre las personas que han desempeñado algún papel en su vida, sobre su pequeño mundo, sobre los lugares que nos hacen personas. Y en esas referencias al cine hay una escena muy bonita, cuando recuperan las butacas 18, 19 y 20 de la fila 14 del cine Rosenborg. Y el recuerdo a Lauren Bacall y su película “El sueño eterno”.
En esos guiños al séptimo arte aparece varias veces la palabra flashforward, que según he leído es un avance hacia el futuro, se asemeja al flashback que conecta el pasado y el presente. Así es como anticipa recuerdos, lo mismo que echa poéticas miradas hacia atrás. Apareciendo personajes, que aunque en el relato sean secundarios, tienen fuerza por sí mismos, y son clave en la crónica familiar.
Y en esas miradas al pasado recuerdo que este libro me lo recomendó Miguel Ángel del blog Rincón de lectura, en un comentario que hizo en mi reseña (aquí) sobre el libro “Rosa candida”.  Dándome como resultado una lectura agradable, con instantes conmovedores junto a otros, en cierta manera, cómicos. Me ha parecido un relato que no pierde gas en ningún momento, a pesar de su extensión, pues enlaza bastante bien las situaciones y los personajes. Ha resultado grato conocer esta saga familiar desde la perspectiva de Barnum, quién adopta una frase de su padre: “lo importante no es lo que ves, sino lo que crees ver.”

Algunas frases del libro:
“Sí, había dudado de casi todo, por no decir de mí mismo, incluso dudaba de que existiera algo que se pudiera llamar “mí mismo”, en mis momentos sombríos me consideraba a mí mismo una cantidad limitada de carne, amontonada en un determinado sistema que llevaba el nombre de Barnum.”

“El silencio de Vera es el comienzo de nuestra historia, porque todas las historias han de comenzar por el silencio.”

“Colgamos de un hilo muy fino, y ese hilo está hilado con la sombra de las casualidades.”

“Uno se pierde la mayor parte de las cosas de la vida.”

Contracubierta o parte de la misma:
Barnum Nilsen, guionista noruego, se encuentra en el Festival de Cine de Berlín donde su representante está negociando con diversos productores. Pero Barnum está más interesado en empinar el codo en el bar que en negociar con desconocidos y, animado por el alcohol, se sume en la nostalgia y hace repaso a lo que ha sido su vida. Empieza entonces un relato apasionante, que se inicia el día de la liberación de Noruega, el 8 de mayo de 1945. Barnum comienza a evocar la historia de su familia, compuesta por tres generaciones de mujeres: la bisabuela, que fue estrella del cine mudo y eternamente fiel al rey Haakon; Boletta, la abuela, una mujer firme y tenaz que hace todo lo posible por sacar a su familia adelante, y Vera, su madre. Estas tres mujeres de fuerte personalidad conforman el universo en el cual se mueven Barnum y Fred, su hermanastro.
En su difícil infancia, Barnum, niño bajito e inseguro, cuenta con la protección de su atrevido hermanastro, pero eso no impedirá que decida dejar de alimentarse para intentar evitar meterse en un mundo adulto hecho de mentiras, disimulos y silencios.

Traducción de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo