Esta novela es la primera
de una trilogía. Las otras dos son “Mujeres de negro” y “La fuerza del
destino”.
En “Historia de una
maestra” la autora hace un homenaje a su madre y a todos los maestros de la
República, 1931. Es el testimonio de la realidad de una época, cuando la
educación era muy importante en un país pobre, ignorante y con opresión.
Resaltando el papel de la enseñanza y el trabajo de aquellos que lucharon por
educar un país. Es una narración escrita desde la conciencia y que abre
esperanzas, en aquellos años en que se pensaba que la fuerza de la inteligencia
podía ser peligrosa.
La protagonista es
Gabriela, quién comenzó su sueño cuando en 1923 obtuvo el título de maestra.
Después lo vivió. Para finalizarlo con el comienzo de la Guerra Civil española
en 1936.
Conoceremos sus vivencias
como maestra a través de sus recuerdos, en una época políticamente revuelta.
Junto a otros personajes como sus padres, su marido Ezequiel, su hija Juana,
don Wenceslao, Genaro, Emile...
Su padre le inculcó el
amor al trabajo, la disciplina y la exigencia, esos principios le formaron su
carácter y le hicieron la necesidad de ganarse la vida.
Comienza su andadura en
un destino perdido en los montes. Tiene el reto de enseñar a esos niños,
sintiéndose satisfecha del resultado de ese aprendizaje, del valor de lo que
está haciendo. Pues la escuela le llena la vida, y es que lo que le dan los
niños vale más que todo lo que ellos recibían de ella. Es una persona con mente
abierta, les enseña que los hombres y mujeres no son diferentes por
inteligencia ni habilidad sino por fisiología.
Después aprueba las
oposiciones y elige Guinea Ecuatorial, quiere conocer otros mundos.
Convirtiéndose en un tiempo de soledad, donde, además, vive de cerca el
racismo.
Regresa comenzando otra
etapa, en la que se casa, volviendo a vivir en pueblecitos de montaña muy
pobres.
Me ha parecido una gran
historia, en la que he conocido un poco más la labor de los maestros en la
Segunda República Española. Con los acontecimientos históricos que les tocó
vivir. La función de las misiones pedagógicas. Y su afán por hacer llegar la
educación y cultura a todos los rincones, sabiendo que son necesarias para
sacar un país adelante. Con la finalidad de educar a los niños para que sean
libres, para que sepan elegir por sí mismos cuando sean adultos.
He sentido una bocanada
de aire fresco, ahora que siento ahogo con los recortes en educación y cultura,
al leer: “La República había conseguido despertar en muchas inteligencias el
deseo de aprender, y en los maestros, el deseo de enseñar con más pasión que
nunca.”
Algunas frases del libro:
“No puede existir
dedicación más hermosa que ésta. Compartir con los niños lo que yo sabía, despertar
en ellos el deseo de averiguar por su cuenta las causas de los fenómenos, las
razones de los hechos históricos. Ése era el milagro de una profesión que
estaba empezando a vivir y que me mantenía contenta a pesar de la nieve y la
cocina oscura, a pesar de lo poco que aparentemente me daban y lo mucho que yo
tenía que dar.”
“Es difícil seleccionar
en el recuerdo los momentos felices.”
Contracubierta o parte de la misma:
En 1923 Gabriela recoge
su título de maestra. Es el comienzo de un sueño que la llevará a trabajar en varias
escuelas rurales en España y en Guinea Ecuatorial. “Historia de una maestra” es
la narración, hecha desde la memoria, de la vida de Gabriela durante los años
veinte y hasta el comienzo de la guerra civil.
Es un libro que me apetece mucho leer ya que la autora es de aquí y además por las opiniones que he visto creo que me gustará
ResponderEliminarBesos
Tatty: entonces ya nos contarás que te parece.
EliminarUn abrazo
No he leído nada de la autora pero con tu reseña me has tentado esta novela y la trilogía creo que puede gustarme. Muchos besos.
ResponderEliminarGoizeder: de momento sólo he leído el primero pero me apetece continuar con los otros.
EliminarUn abrazo
Esta novela me encantó. Mucho aprendí con ella. A ver si logro hacerme con los dos siguientes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: acerca una época importante en nuestra pasado.
EliminarUn abrazo
Tengo muchas ganas de leerla y hace muy poquito que me hice con ella. Tengo que leerla, además esa clave en homenaje a madre y maestros me parece que como indicas, en los tiempos que corren, debería rescatarse.
ResponderEliminarBesos
Marilú Cuentralibros: pendiente voy a estar de tu blog.
EliminarUn abrazo
Lo leí hace algunos años y me encantó.
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: sí, es de esas historias inolvidables.
EliminarUn abrazo
es un libro del que he escuchado mucho, pero no me he animado a leer. Parece que es de los que no hay que dejar pasar.
ResponderEliminarUn beso,
Ale
bibliobulimica: por mi parte lo recomiendo.
EliminarUn abrazo
Es un libro que lleva demasiado tiempo en mi estantería esperando su turno.
ResponderEliminarBesos.
Manuela: si está tan a mano... a encontrarle un hueco.
EliminarUn abrazo
Leí este libro hace mucho y tengo ganas de releerlo. Creo que el nombre de Aldecoa va unido siempre a este libro y por algo es. Un libro de lectura obligada casi, con los tiempos que corren.
ResponderEliminarGracias y besos!
Ana Blasfuemia: ya te digo la bocanada de aire fresco que he sentido.
EliminarUn abrazo
Lo tengo desde hace un siglo esperando su turno, me espantó un poco saber que tiene continuación, pero bueno, lo quiero leer. Un beso!
ResponderEliminarMeg: no sé bien como son las continuaciones. Pero esta novela queda cerrada.
EliminarUn abrazo
Me gusta todo lo que has contado: no me he estrenado con Aldecoa y éste libro parece un buen billete para viajar a su prosa. 1beso!
ResponderEliminarTizire: yo me he estrenado con esta novela, influenciada por opiniones de otros blogs, y ha sido un acierto.
EliminarUn abrazo
Esas sacrificadas maestras de escuela se merecen el homenaje sentido y de calidad de Aldecoa. También a mí me pareció una gran lectura.
ResponderEliminarBesines,
Carmen Forján: la madre de una de mis cuñadas fue maestra, unos años después a la época de esta novela, pero empezó como maestra rural. Sin duda tuvo un gran papel en la educación. Como todos los maestros.
EliminarUn abrazo
De Ignacio Aldecoa sí he leído algún que otro texto, pero no de ella. Por tanto, me llevo anotada tu recomendación. ¡Saludos!
ResponderEliminarJesús: tomo nota, buscar Ignacio Aldecoa. Gracias.
EliminarUn abrazo
Lo leí el año pasado y me encantó!!! casi lloré con algunas partes, cuando esa alegría por la república, por la ilusión de la cultura!
ResponderEliminarleí también las dos siguientes partes: mujeres de negro y la fuerza del destino. Muy buenas también, muy diferentes. te las recomiendo mucho, están reseñadas en cajón de historias, por si te apetece curiosear!
un abrazo!
Ismael Cruceta: en su momento leí tus reseñas, fue uno de los motivos por los que busqué esta lectura. Ahora tengo pendientes los otros dos.
EliminarUn abrazo