Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

viernes, 22 de abril de 2022

BOULDER de Eva Baltasar


Este libro es el segundo de los tres en que la autora basa su relato en personajes protagonizados por mujeres. El primero es “Permafrost” (enlace aquí). Y el tercero es “Mamut”. Se pueden leer en cualquier orden porque son historias independientes.
La narración de esta novela es en primera persona, lo que ha hecho que me sienta más próxima a la protagonista que a otros personajes. Ha conseguido que interiorice los sentimientos e inquietudes de Boulder. Por cierto, no dice en ningún momento el nombre real de la protagonista, tan solo sabremos su apodo. El cual al conocer su significado (en la sinopsis lo dice) deja claro que no está puesto al azar, y aclara mucho de la personalidad de esta mujer.
Es una persona solitaria e independiente que encuentra su zona de confort en un barco, donde trabaja de cocinera. Es su forma de sentirse bien. Hasta que en un puerto conoce a Samsa. Y por ella se va al otro lado del mundo, a Islandia. Cambiando absolutamente su forma de vida. Pues los deseos de su pareja son totalmente diferentes, ya que quiere un hogar para formar una familia y desea ser madre.
Así que la vida de Boulder da un giro completo al pasar de vivir prácticamente aislada de todo y de todos al polo opuesto.
Pero, no es la única que tiene cambios en su día a día, porque la maternidad también influye en el comportamiento de Samsa. Y ambas se verán en un callejón con difícil salida.
Desde el inicio de la novela, por todo lo que va expresando la protagonista, me ha hecho reflexionar, ponerme en su piel y, sobre todo, me ha hecho pensar en las relaciones de pareja, en el vínculo tan estrecho que crea la maternidad, en como pueden cambiar las relaciones con el paso del tiempo y hacer que alguien se sienta fuera de lugar, que tenga la necesidad de volver a reencontrarse consigo misma. Lo que lleva casi como un efecto colateral a intentar la huida, a la necesidad de volver a encontrar refugio.

Algunas frases del libro:
“Creo que he descubierto qué es la felicidad: despertar silbando, no molestar a nadie, no dar explicaciones y desplomarse en la cama al alba, con el cuerpo aturdido por el cansancio y la cabeza despejada de todo el polvo y la hiel.”

“Puedo renunciar a cualquier cosa, porque nada es decisivo cuando te niegas a encerrar la vida en el calabozo de los relatos.”

“El lenguaje es y será siempre un territorio ocupado. Tengo la impresión de que me estacaron en él nada más nacer. Sólo el lenguaje puede lograr que pertenezcas a algún lugar, que no te extravíes. Es un sustrato que nutre. Parece que residiera en la mente, que bajase a la boca y se fundiera en los labios cuando se habla. Pero el lenguaje está en todas partes, ocupa las células más apartadas y las impulsa hacia lugares incomprensibles. Te alienta y te enferma, desorienta a tu instinto animal, te hace humana. Pero también puede ser la más tiránica. Se es responsable de cada palabra, no hay ninguna expresión inocente.”

Contracubierta o parte de esta:
La protagonista de Boulder se gana la vida como cocinera en un viejo barco mercante. Es la situación perfecta: soledad, una cabina, el océano, algún puerto en el que conocer mujeres y horas para encarar el vacío, para sentir la fuerza de la provisionalidad. Hasta que un día una de ellas consigue que abandone el mar, acceda a vivir entre cuatro paredes y se implique en la gestación asistida y en la educación de un hijo. ¿Qué ha hecho la maternidad con la mujer que en su día conoció en un bar de la Patagonia? ¿qué hará ella, animal enjaulado en una casa unifamiliar de Reikiavik?
Todo ha cambiado excepto su apodo, Boulder: esas enormes piedras aisladas en medio del paisaje, expuestas a todo sin que nadie sepa de dónde vienen ni por qué están ahí.

Traducción de Nicole d’Amonville Alegría
Título original: Boulder

Fotografía de la cubierta: Getty Images


lunes, 18 de abril de 2022

EL DÍA QUE LLEGÓ LA GUERRA de Nicola Davies


Ilustraciones de Rebecca Cobb

Un álbum ilustrado que surgió a raíz de una situación ocurrida en Reino Unido en el año 2016, cuando su gobierno se negó a acoger a tres mil niños refugiados, menores no acompañados. Y digamos que la gota que colmó el vaso para escribir esta historia fue que a una niña refugiada no la dejaron ir a un colegio porque no había una silla para ella.
Se publicó en el año 2018, pero su contenido puede aplicarse a cualquier país que esté o haya estado en guerra.
La voz del relato es de una niña, que un día cualquiera tras levantarse, desayunar en su casa, con su familia, e irse al colegio, dentro de una normalidad diaria, de repente, llegó la guerra. Y en ese momento se paraliza la vida de cada persona, empezando a llevar a cuestas la pesada carga que lleva el conflicto bélico, mientras intentan sobrevivir y, quien puede, irse lejos, dejando atrás prácticamente todo, y convirtiéndose en refugiado.
Las ilustraciones acompañan muy bien el texto. No son necesarias muchas palabras para describir lo que está pasando, lo que está sintiendo la pequeña protagonista.
Es triste, es terrible lo que cuenta y, a pesar de todo, entre tanta desolación transmite esperanza, aún queda una pequeña rendija por donde entra la luz.
La autora aporta su granito de arena, a modo de reivindicación, para que la sociedad abramos bien los ojos, y el corazón. Este álbum ilustrado puede llegar a los niños y a los mayores, porque todos queremos seguir levantándonos en nuestras casas, desayunar tranquilamente con nuestras familias, ir al colegio o al trabajo, pero que NO llegue la guerra.

Algunas frases del libro:
“Deseo que este cuento nos recuerde a todos el poder de la bondad y la virtud que tiene de dar esperanzas de un futuro mejor.”

“Pero la guerra me perseguía. Se me había pegado a la piel, a los ojos y a los sueños. Se había adueñado de mi corazón.”

Contracubierta o parte de esta:
Imagínate si un día cualquiera llegara la guerra y convirtieran tu ciudad en escombros.
Imagínate si tuvieras que hacer un viaje peligroso tú solo y que nadie estuviera esperándote al final.
Imagínate si perdieras todo lo que tienes y a toda la gente que conoces, y que de pronto un niño igual que tú te diera una cosa pequeña pero muy valiosa…

Traducción de Concha Cardeñoso Sáenz de Miera
Título original: The Day War Came


sábado, 9 de abril de 2022

UN PAÍS CON MI NOMBRE de Alejandro Palomas


El estilo narrativo de este autor, para mí, es inconfundible y me encanta, es especialista en manejar emociones, en un carrusel que lleva de la alegría a la tristeza, y viceversa, en el mismo párrafo. Utilizando un lenguaje que reconforta, con palabras que te arropan. Tanto con lo que cuenta directamente como con lo que deja intuir. Y va más allá cuando no dice, pero lo imaginas. Y duele saber que va a ser así, y no quieres que sea eso, pero pieza a pieza terminará el rompecabezas que te hará estremecerte.
La novela está dividida en seis partes, con unos títulos que tienen mucho significado en cada una.
En todas se alternan los capítulos, narrados en primera persona por Edith y por Jon. Los dos protagonistas de esta historia, pero que no lo serían sin otros personajes: Violeta, Mer, Andrea, Suzume, sin olvidar a la elefanta Susi. Cada uno de ellos lleva su mochila a la espalda.
Otra característica que me gusta de Alejandro Palomas es lo bien que se le dan los personajes de niños, tiene algo especial con ellos, los hace muy creíbles, junto a la ternura que desprenden.
Además, sabe hablar de las relaciones personales, de las relaciones madre e hija y de la amistad. Y dentro de estas relaciones, y de la mirada interior de cada personaje, trata temas como: la ausencia; el vacío que deja huella; lo que fuimos, lo que somos, lo que seremos; el silencio sobre el pasado; los secretos; el dejar de ser; lo que dejas por el camino; la pena; los sueños. Creando un relato intimista que conmueve y deja su huella.

Algunas frases del libro:
“Las casas. Las casas y lo que dejamos bajo sus techos. El eco de las peleas, de los acuerdos, de las renuncias, las reconciliaciones, todas esas voces grabadas en las paredes, solapadas por las de los habitantes que llegan después. Las casas están construidas sobre frases, silencios y esperas, por eso los siglos no pueden con ellas. Están demasiado habitadas.”

“El enfado contra el mundo requiere tiempo y espera, a veces vidas enteras.”

“Ella no sabe que una madre sabe. A las madres no nos hace falta saber que sabemos. Esa conciencia se activa en el parto, en el momento en que sentimos la primera despedida y el plexo se rebela contra el mundo y se nos vuelve del revés, transformado de golpe en un pequeño radas que ya nunca dejará de serlo.”

Contracubierta o parte de esta:
Jon, cuidador de elefantes en el zoo, y Edith, viuda que vive con sus once gatos, son los únicos habitantes de una aldea abandonada. Vecinos solitarios primero y ahora buenos amigos, no imaginan que la noche en que la veleta del viejo campanario gira sobre sí misma, el ojo del tiempo se posa sobre la aldea y la vida de ambos está a punto de girar con ella.
La llegada de la primavera trae consigo una inesperada decisión por parte de la dirección del zoo, a la que se suma un perturbador anuncio: el Ayuntamiento al que pertenece la aldea restaurará la casona en ruinas del lago para convertirla en hotel rural. La doble noticia cambiará de golpe las vidas de Jon y Edith, empujándolos a dar un paso hasta entonces tímidamente contemplado.

Ilustración de la cubierta: Catrin Welz-Stein

Otros libros de este autor reseñados en este blog: “Una madre” (enlace aquí), “Un perro” (enlace aquí), “Un amor” (enlace aquí), “Un hijo” (enlace aquí) y “El tiempo que nos une” (enlace aquí)

Nota personal: 
el tiempo de ausencia que he tenido en el blog ha terminado con buen resultado. Aunque he echado de menos estar por aquí, compartir mis lecturas y pasar por otros blogs. Pero han sido meses que los momentos que me dejaba el trabajo (y eso que es entre libros) los he dedicado a estudiar el temario de una oposición. Ahora por fin he recuperado mis ratillos para leer por placer.