Un libro muy agradable de leer porque reflexiona sobre la vida, porque los personajes se hacen muy cercanos, porque transmite felicidad y esperanza y está narrado con naturalidad y sencillez. En realidad he sentido como si cogiera el final de “El bolígrafo de gel verde” (reseña aquí) (libro que me gustó mucho y me quedé con ganas de más) y contemplara que pasa después, porque en esta historia desde el comienzo los personajes dan un vuelco a su vida. Escapan, improvisan, inventan una vida después de dejar su pasado tedioso atrás.
Contado en primera persona por Ricardo narra como su padre, Tomás, un afanado arquitecto que lleva malviviendo desde que se separó de su mujer, Cristina, un día desaparece en busca del paraíso soñado. “Aquella noche no lo sabía, no podía imaginarlo, pero al día siguiente emprendería, arrastrado por mi padre, un viaje que cambiaría por completo mi vida.”Gracias a esa huida, consiguen hacerse un hueco en otro lugar, enraizar en un pueblo, crear nuevas amistades, en definitiva, encontrar su lugar en el mundo.
Por una parte Tomás encuentra estabilidad, y con ella el final de su anclaje en un pasado que prefiere olvidar. Consiguiendo dinamizar su vida.
Por otra Ricardo había perdido su vida sin darse cuenta, recién separado de Clara y también de su socio de bufete. Necesita remontar la adversidad, convertirse en otra persona. Y espera que las cosas vuelvan a estar en su lugar.
En sus vidas se producen muchos cambios, lógicamente todos positivos, no se sabe quién está ayudando a quién. Se produce un acercamiento padre e hijo. Y en ese camino arrastran a otras personas que también ven modificadas sus vidas. Y todos esos personajes secundarios son parte esencial de esta historia. De cada uno de ellos conocemos sus vivencias.
Predomina la parte positiva aunque también hace referencia a que no siempre se puede huir, la gente se esfuerza para ser feliz, cierra los ojos y se engaña a sí misma si hace falta. Hasta que sucede algo que hace que todo se ponga en su sitio. “Las cosas deben estar todas en el lugar que les corresponde, incluidas las personas.”Una novela que transmite energía positiva porque si queremos podemos dar un cambio a nuestras vidas, sólo necesitamos tenacidad y coraje, como les sucede a los personajes de esta historia.
Es de esos libros que lees a gusto y te dejan bien.Contado en primera persona por Ricardo narra como su padre, Tomás, un afanado arquitecto que lleva malviviendo desde que se separó de su mujer, Cristina, un día desaparece en busca del paraíso soñado. “Aquella noche no lo sabía, no podía imaginarlo, pero al día siguiente emprendería, arrastrado por mi padre, un viaje que cambiaría por completo mi vida.”Gracias a esa huida, consiguen hacerse un hueco en otro lugar, enraizar en un pueblo, crear nuevas amistades, en definitiva, encontrar su lugar en el mundo.
Por una parte Tomás encuentra estabilidad, y con ella el final de su anclaje en un pasado que prefiere olvidar. Consiguiendo dinamizar su vida.
Por otra Ricardo había perdido su vida sin darse cuenta, recién separado de Clara y también de su socio de bufete. Necesita remontar la adversidad, convertirse en otra persona. Y espera que las cosas vuelvan a estar en su lugar.
En sus vidas se producen muchos cambios, lógicamente todos positivos, no se sabe quién está ayudando a quién. Se produce un acercamiento padre e hijo. Y en ese camino arrastran a otras personas que también ven modificadas sus vidas. Y todos esos personajes secundarios son parte esencial de esta historia. De cada uno de ellos conocemos sus vivencias.
Predomina la parte positiva aunque también hace referencia a que no siempre se puede huir, la gente se esfuerza para ser feliz, cierra los ojos y se engaña a sí misma si hace falta. Hasta que sucede algo que hace que todo se ponga en su sitio. “Las cosas deben estar todas en el lugar que les corresponde, incluidas las personas.”Una novela que transmite energía positiva porque si queremos podemos dar un cambio a nuestras vidas, sólo necesitamos tenacidad y coraje, como les sucede a los personajes de esta historia.
Algunas frases del libro:
“Recordé una máxima de mi época de estudiante: los muros detienen las ideas.”
“La memoria es arbitraria y rencorosa. No dejes que ella piense por ti.”
“La disposición de los países había cambiado poco en todos los continentes. Sólo Europa era radicalmente distinta, como si al haber perdido la capacidad de dibujar fronteras por todo el mundo se hubiera visto obligada a continuar haciéndolo en su propio territorio.”
“No hay mejor reflejo de la vida interior de los otros que verlos sonreír para sus adentros.”
“Haz algo. La frase maldita. Debe de ser maravilloso exigir a los demás que hagan algo. Pero a veces los demás están hartos de hacer cosas a las que no les encuentran el sentido.“
“Desde que leo tanto me mareo un poco pero tengo la sensación de que puedo abarcar el mundo entero en la palma de la mano.”
“El paraíso no existe. Si acaso es una intermitencia, una ráfaga de viento que nos sacude a veces. Disfrutar, pese a todo, del instante. Eso es lo más parecido que tenemos al paraíso.”
Contracubierta o parte de la misma:
No siempre es fácil ser padre. Tampoco es fácil ser hijo. En realidad nada es fácil en esta vida... y ahí está la clave de la comedia. La dificultad acaba convirtiéndose en el corazón mismo del placer de vivir.
Un anciano se escapa en busca de un palacio inalcanzable, y su hijo va tras él. En su huida se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con su mayordomo y su cocinera napolitanos; con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas...
Padre e hijo comprenderán que vivir puede ser apasionante si se sabe mirar a los demás, hacerse cómplice de ellos. Si se sabe no tener miedo al ridículo, al miedo mismo. Y que es, al fin y al cabo, la única oportunidad que tenemos de dar un paseo por el paraíso.
Contracubierta o parte de la misma:
No siempre es fácil ser padre. Tampoco es fácil ser hijo. En realidad nada es fácil en esta vida... y ahí está la clave de la comedia. La dificultad acaba convirtiéndose en el corazón mismo del placer de vivir.
Un anciano se escapa en busca de un palacio inalcanzable, y su hijo va tras él. En su huida se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con su mayordomo y su cocinera napolitanos; con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas...
Padre e hijo comprenderán que vivir puede ser apasionante si se sabe mirar a los demás, hacerse cómplice de ellos. Si se sabe no tener miedo al ridículo, al miedo mismo. Y que es, al fin y al cabo, la única oportunidad que tenemos de dar un paseo por el paraíso.
No conocía ni el libro ni el autor, pero con tu reseña, con las cosas que nos cuentas y el argumento me has convencido. Quiero leerlo, sobre todo después de haberlo comparado con El bolígrafo de gel verde. A mí también me encantó pero me quedé con ganas de saber qué pasaba después. Muchos besos.
ResponderEliminarEstoy como Goizeder. Ni conocía el libro ni el autor, pero voy a tener que remediar esto pronto, que tu reseña me ha dejado con ganas de descubrir este libro y disfrutar de su lectura.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gustó mucho cuando lo leí en su momento, me pareció un libro muy tierno y deliciosamente escrito
ResponderEliminarD.
Cuando lo leí me encantó, como dice desdémona es un libro muy tierno.
ResponderEliminarUn abrazo
Me despierta curiosidad, ¿dónde se desarrolla?
ResponderEliminarNo lo conocía, pero me ha encantado la reseña, así que me lo apunto ya mismo. Como siempre, agradezco tus frases!! Un beso
ResponderEliminarTe gustan las reflexiones simples? entonces tenes que pasar por mi blog y enamorarte de las palabras!!!
ResponderEliminarbesos y te espero.
http://celestepietrzak.blogspot.com/2011/10/cuando-eres-nino-piensas-en.html
Goizeder: en realidad no son dos lecturas comparables, pero si tuve la sensación de imaginar que pasaría después en el libro de Eloy Moreno.
ResponderEliminarSon esos pequeños sentimientos que te transmite la lectura en determinado momento.
Un abrazo
Margari: creo que puedes pasar un buen rato leyendo esta novela. Al acabarla te deja bien.
Un abrazo
Dsdmona y MientrasLeo: coincidimos en que es un libro con mucha ternura, transmite felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Masteatro: en un pueblecito de la Costa Brava.
Un abrazo
Saramaga: ya sabes que las frases y yo van juntas. Y muchas se quedan apuntadas en la libreta. A veces es difícil decidir cual no pongo, para no llenar mucho y no desvelar demasiado.
ResponderEliminarUn abrazo
Nicole: gracias por la invitación, ya he paseado por tu blog y he visto que acabas de empezar, continuaré leyendo tus palabras.
Un abrazo
Aquí otra que no conocía el autor... aunque el libro sí lo he tenido en la mano alguna vez para ojearlo =)
ResponderEliminarInteresante lo que cuentas en la reseña.
Besotes
No está mal eso de dar un giro a la vida cuando no nos convence lo que vivimos. La portada es preciosa y el título me parece muy evocador. Bsos
ResponderEliminarYo tampoco lo conocía, pero después de tu reseña veo que merece la pena hacerle un hueco. Un saludo.
ResponderEliminarMe sonaba la portada de este libro, aunque no conocía a su autor. Después de tu reseña me lo apunto, pues me gusta lo que nos cuentas de él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Shorby: más interesante te puede resultar leerlo. Ya nos contarás.
ResponderEliminarUn abrazo
Carol: a mi también me llamó la atención la portada, cuántas veces caigo en la lectura de un libro por este motivo. En cuanto al título en la propia novela hay una frase donde se entiende el por qué.
Un abrazo
Olga: es de esas novelas que te dejan bien, y a veces hace falta pasar un buen rato desconectada del mundo real.
Un abrazo
Luisa: espero que te guste. A mi me ha sorprendido gratamente conocer a este autor.
Un abrazo
Hola Blanca. Me gustó tu reseña sobre este libro, y te lo agradezco. Me llamó la atención eso que repites más de una vez, "Te deja bien".
ResponderEliminarEs una buena aclaración de tu parte. Porque uno transita momentos, emociones diferentes en tiempos diferentes, y un libro al que uno se le animaría en un momento, no lo haría en otros. Como la música.
Me lo apunto.Saludos
Josebla: me ha gustado la comparación que haces de la música y la lectura, es cierto que transmiten diferentes sensaciones según el momento.
ResponderEliminarBienvenido al blog.
Un abrazo
Si, es cierto, te deja bien. Aunque como digo en mi post, no se porqué no llegó a alcanzar la perfección. Pero merece la pena leerlo.
ResponderEliminarBesos