Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

lunes, 27 de mayo de 2013

TÚ, MÍO de Erri De Luca

Es una novela que descubrí gracias a Carol del blog 10.15 Saturday night.
Un adolescente de 16 años pasa los veranos en una isla frente a la costa de Nápoles, son meses de libertad, donde un chico de ciudad se asilvestraba, mientras que a su vez a cada uno se le iba manifestando y afirmando su carácter. Y así seguramente aquellos chiquillos cuando crezcan serán fruto de una isla más que de la tierra firme.
Son mediados de los 50, años de posguerra, tiempos difíciles como consecuencia del pasado tan cercano. Este joven siente necesidad de saber más sobre la guerra, recuerda que cuando era pequeño se hablaba en casa de este tema, pero cuando ha tenido la edad de preguntar y necesidad de saber, sus padres le han remitido a los libros. La Segunda Guerra Mundial fue una experiencia tremenda, su madre se encontró con que tenía que salvar a la familia, y su padre optó por sobrevivir. Ahora él tiene interés en conocer aquello porque es la historia de su familia, y quisiera aprenderla de viva voz. Además, siente curiosidad porque todavía había testigos de lo sucedido, por un lado víctimas que han sobrevivido y por otro verdugos que han salido inmunes. Se pregunta ¿quién es quién? Porque allí mismo en la isla cualquier turista podría ser uno u otro, pasean y disfrutan de las terrazas italianos, alemanes y personas de otras nacionalidades.
Será Nicola, un amigo de su tío, quien le cuente historias de su juventud, de cuando el ejército le envió a Yugoslavia, de todo aquel tiempo que estuvo expuesto a un cielo de bombas. No sabe de política pero si de los sentimientos que tuvo. Y se lo contará mientras navegan y faenan, porque también le enseñará todo sobre el mar y la pesca.
Y en medio de este aprendizaje conocerá a Caia, de la que al principio sabrá muy poco, tan sólo que es huérfana y que nació en Rumanía. Ella ha padecido tanto que se lo guarda todo para sí misma, lleva consigo mucho dolor y un gran secreto. Pero les abrirá los ojos y la mente a unos chicos que están de vacaciones y no saben nada de judíos y alemanes.
Es una novela corta, 123 páginas, pero suficientes para abarcar varios temas, uno es la adolescencia: con el descubrimiento del primer amor, la libertad que se siente en vacaciones sin horarios, los días de pesca, las noches en la playa, la sensación de un verano increíble. Otro es la posguerra: la necesidad de olvidar junto a la de recordar, el intento de corregir el pasado aunque no solucione nada, la cercanía de un bando y de otro sin saberlo ocultos tras la imagen de turistas. Este último tema, con todos los pensamientos que exponen los distintos personajes, lleva a la reflexión.
Y no hay que olvidar que todo transcurre en una hermosa isla donde la pesca ocupa buena parte del día y, a veces, de la noche. Mientras que Tú, mío veremos que es el reflejo de un pasado.
Un autor al que tras esta lectura me apetece mucho seguir descubriendo.

Algunas frases del libro:
“Se obtiene del mar lo que nos ofrece, no lo que queremos.”

“Historias sobre las vidas que se habían salvado en la ciudad, sobre noches rotas, sobre niños que ni siquiera lloraban, sobre la buena suerte de algunos soldados y, alrededor, las órdenes alemanas escritas en los carteles: antiguas historias que acompañaban la infancia.”

“Los niños se hacían mayores a fuerza de escuchar.”

“Uno se enamora así, buscando en la persona amada el lugar no revelado a nadie, que es concedido como un presente sólo a quien escruta, escucha con amor.”

“¿Sabemos reconocer los peces en el mar, las estrellas en el cielo y debemos ignorar a las personas en la tierra?”

Contracubierta o parte de la misma:
En las playas de una isla de la costa napolitana, allá por los cincuenta, un joven de dieciséis años pasa los días navegando con Nicola, un curtido pescador que le habla sobre la guerra y le descubre la complicidad de su país con el nazismo, al tiempo que le enseña a amar las olas y la sal con pasión y respeto.
Bajo el sol de verano, durante las largas vacaciones, también conocerá a Caia, una figura angelical que le despertará sentimientos desconocidos y que compartirá sólo con él el secreto sobre su pasado y su identidad.

Traducción de Juan Carlos Gentile Vitale

Imagen de la cubierta: Vittorio Pandolfi

martes, 21 de mayo de 2013

MENDEL EL DE LOS LIBROS de Stefan Zweig


Me ha parecido extraordinario como en tan solamente 57 páginas Stefan Zweig expresa de manera tan sutil un alegato a favor de la cultura y en contra de la exclusión social.
Debemos situarnos a principios del siglo XX, en los años previos, durante y posteriores a la Primera Guerra Mundial, en el Café Gluck de Viena donde durante 36 años una mesa, siempre con libros, fue el hogar de Jakob Mendel, un inmigrante judío ruso. Conoceremos su historia por el narrador, de quién no sabremos mucho más, y de los recuerdos de la Señora Sporschil, un personaje especial.
Mendel es un hombre muy particular, librero de viejo, con un impresionante saber sobre los libros, conocedor de todos los detalles de cualquier publicación, una auténtica enciclopedia, como un gran catálogo universal, entendido de cada materia, incapaz de olvidar un título, con una memoria incomparable. Vive por, para y con los libros, casi de forma obsesiva, ensimismado en sus quehaceres diarios, en su rutina metódica, y muy concentrado entre sus páginas. Tanto que ignora que sucede a su alrededor, ya no sólo en el Café, también en el mundo, porque fuera de sus libros para él no hay nada más. Por ese motivo, por ese despiste, por vivir sin preocupaciones sobre otros aspectos de la vida y de la sociedad que le rodea, se ve envuelto en un suceso de lo más absurdo e inverosímil, pero que le perjudica muchísimo. Fue en ese momento en que Europa había perdido la razón, cuando Mendel ya nunca más fue el mismo.
Esta corta novela escrita en 1929 recoge una crítica social y política de la época en que suceden los hechos, escrita como una parábola, tiene algo de estudio psicológico del género humano, recurso común en otras obras de Zweig.
Como siempre que he leído a este autor destaco su narración, el perfil de sus personajes, y la capacidad de profundizar en un tema con tan pocas páginas. No necesita extenderse para hablarnos de la cuestión que quiere transmitir. Desarrolla una historia yendo a lo concreto, sin descripciones innecesarias.
Es un placer leer a Stefan Zweig y, en esta ocasión, aún ha sido más satisfactorio haber conocido a un personaje legendario y admirable, que gracias a su memoria ejercitada por la concentración, representa el símbolo del conocimiento. Él es: Mendel el de los libros.

Algunas frases del libro:
“El vasto misterio de la concentración absoluta, que hace tanto al artista como al erudito, al verdadero sabio como al loco de remate, esa trágica felicidad y desgracia de la obsesión completa.”

“Él lo sabe todo y lo consigue todo. Él trae el libro más singular del más olvidado de los anticuarios alemanes. Es el hombre más capaz en toda Viena y además auténtico, un ejemplar de una raza en extinción, un saurio antediluviano de los libros.”

“Mendel ya no era Mendel, como el mundo no era ya el mundo.”

“El recuerdo siempre une.”

Contracubierta o parte de la misma:
Escrito en 1929, “Mendel el de los libros” narra la trágica historia de un excéntrico librero de viejo que pasa sus días sentado siempre a la misma mesa en uno de los muchos cafés de la ciudad de Viena. Con su memoria enciclopédica, el inmigrante judío ruso no sólo es tolerado, sino querido y admirado por el duelo del café Gluck y por la culta clientela que requiere sus servicios. Sin embargo, en 1915 Jakob Mendel es enviado a un campo de concentración, acusado injustamente de colaborar con los enemigos del Imperio austrohúngaro. Un breve y brillante relato sobre la exclusión en la Europa de la primera mitad del siglo XX.


Traducción del alemán de Berta Vias Mahou

En la cubierta, fragmento de La bibliothèque  (1921), de Félix Vallotton

Otros libros de este autor reseñados en este blog: "Veinticuatro horas en la vida de una mujer" (enlace aquí); "Novela de ajedrez" (enlace aquí); "Carta a una desconocida" y "Leporella" (enlace aquí)


lunes, 13 de mayo de 2013

MIL SOLES ESPLÉNDIDOS de Khaled Hosseini


Un recorrido por los últimos treinta años de la historia de Afganistán, un país que desde la antigüedad ha sufrido invasiones desde los Macedonios, Sasánidas, Árabes, Mongoles, Soviéticos. Hasta que las áreas tribales, con antiguas leyes, se sublevaron contra los comunistas y su decretos orientados a liberar a las mujeres. Y llegaron los talibanes con sus propias leyes, muy diferentes, restrictivas y prohibitivas, en la edición que he leído están en la página 256, tremendas. Con el paso del tiempo diversos presidentes ascendieron al poder y fueron asesinados. Terminaron viejas guerras y otras comenzaron. Como consecuencia hubo matanzas, palizas, hambre, que marcaron la vida de los afganos con un sufrimiento inimaginable. Y obligó a muchos a huir del país, llegó a haber ocho millones de refugiados fuera de Afganistán. A pesar de ser un imperio derrotado, la fortaleza de este pueblo les ha hecho encontrar el modo de sobrevivir y seguir hacia delante. Y será con la historia de Mariam y Laila con quienes sentiremos el desconsuelo, la decepción, el miedo, la derrota, pero también la esperanza, los sueños y los pequeños detalles que les dan la fuerza para seguir viviendo.
A Mariam la conoceremos en 1974, cuando tenía 15 años, hija ilegítima de Yalil, un acaudalado hombre de negocios. Mariam vive en Herat con su madre, Nana, una mujer que siempre ha sido desdichada e infeliz, emociones que le ha transmitido a su hija junto a pensamientos negativos sobre que sin ella no sería nada, haciéndola sentir que querer vivir con su padre sería un error porque aquel no era su lugar. Como consecuencia de las situaciones que se producen de forma precipitada acepta casarse con un hombre llamado Rashid treinta años mayor que ella. En un instante su vida cambió, se fue a Kabul, a otra casa, donde todo le era extraño, y le llegó la nostalgia de su madre, del ulema Faizulá, de su antigua vida.
A Laila la conoceremos en 1987, cuando tenía 9 años. También tiene una madre que le marca bastante, Mammy es triste y depresiva, sólo tiene en su mente a sus hijos que están luchando, e ignora a su hija. Por suerte Laila tiene el apoyo de su padre, Babi, y la amistad de Tariq. Pero a los 15 años su vida sufre un importante revés. Y siente la falta de esas personas que habían sido mucho para ella: sus hermanos Ahmad y Nur, su amigas Hasina y Giti, sus padres y, por supuesto, Tariq.
Y es en este momento cuando la historia de estas dos mujeres, Mariam y Laila, se entrelaza. Dos desconocidas que por circunstancias tienen que compartir mucho en el día a día, primero tienen un sentimiento de intromisión, de duda, de miedo, hasta que con una mirada supieron que ya no serían enemigas. Su relación se estrecha como la de hermanas o, por la diferencia de edad, como madre e hija, haciéndose todavía más fuerte cuando nace Aziza. Esta pequeña les da la vida. Para Mariam tanto tiempo de sufrimiento en su vida se desvanece gracias a Laila y Aziza, a quienes considera prolongación de su propio ser. Mientras Laila, que también lleva sobre sus espaldas mucho dolor, siente que Mariam le da fuerza y por ello siempre la llevará en su corazón, donde brilla con el esplendor de mil soles.
Me ha llamado la atención la descripción sobre el uso del burka: “Era como una ventana solo para ella. Desde su interior, podía observarlo todo, protegida de las miradas curiosas de los desconocidos.”
Una novela impactante, tremenda y terrible por lo que relata basado en la realidad de un país. Aunque sentí más dureza y dolor con las descripciones de este autor en su otro libro “Cometas en el cielo” (reseña aquí), en aquel se me saltaron las lágrimas. En este, a pesar de lo espeluznante de ciertas situaciones, deja más paso a la imaginación al no detallar mucho, y siempre está presente la esperanza.

Algunas frases del libro:
“El vuelco que había dado su vida, dejándola desarraigada, desplazada, como una intrusa en la existencia de otra persona.”

“Nunca dejaría una huella indeleble, como habían hecho sus hermanos, porque el corazón de su madre era como una playa donde las huellas de Laila se borrarían siempre bajo las olas de su dolor, que crecían y se estrellaban contra la arena, una y otra vez.”

“Pero hay cosas que, bueno, hay que verlas y sentirlas.”

“Se sentía perdida entonces, como si fuera la única superviviente de un naufragio y se hallara en el agua sin tierra a la vista, sola ante la inmensidad del mar.”

“Era la primera vez que decidía por sí misma el rumbo de su propia vida.”

“Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.” (Poema sobre Kabul de Saib-e-Tabrizi S. XVII)

Contracubierta o parte de la misma:
Hija ilegítima de un rico hombre de negocios, Mariam se cría con su madre en una modesta vivienda a las afueras de Herat. A los quince años, su vida cambia drásticamente cuando su padre la envía a Kabul a casarse con Rashid, un hosco zapatero treinta años mayor que ella. Casi dos décadas más tarde, Rashid encuentra en las calles de Kabul a Laila, una joven de quince años sin hogar. Cuando el zapatero le ofrece cobijo en su casa, que deberá compartir con Mariam, entre las dos mujeres se inicia una relación que acabará siendo tan profunda como la de dos hermanas, tan fuerte como la de madre e hija. Pese a la diferencia de edad y las distintas experiencias que la vida les ha deparado, la necesidad de afrontar las terribles circunstancias que las rodean – tanto de puertas adentro como en la calle, donde la violencia política asola el país --, hará que Mariam y Laila vayan forjando un vínculo indestructible que les otorgará la fuerza necesaria para superar el miedo y dar cabida a la esperanza.

Traducción Gema Moral Bartolomé

jueves, 2 de mayo de 2013

LA BIBLIOTECARIA DE AUSCHWITZ de Antonio G. Iturbe


Un día escuché en la radio una entrevista a Antonio G. Iturbe, llamándome la atención el título de la novela que presentaba y cómo había llegado hasta esa historia basada en hechos reales. Toda su investigación empezó cuando leyó en el libro “La biblioteca de noche” de Alberto Manguel la mención a la existencia de una pequeñísima biblioteca en un campo de concentración. Este hecho todavía me hizo prestar más atención a sus palabras, yo tengo ese libro en casa, lo leí hace tiempo, pero no tuve la capacidad de este señor de indagar, de averiguar más sobre algo tan inesperado. Tal vez por ello sentí necesidad de leer “La bibliotecaria de Auschwitz” y descubrir qué más podía esconderse en ese hecho tan inusual, una biblioteca en un lugar donde los libros estaban prohibidos. Junto con el acontecimiento de que aquella bibliotecaria todavía vive. Su nombre real es Dita Polachova y actualmente tiene más de 80 años, en 1944 era una chiquilla de 14.
Es casi imposible no conocer que fueron los llamados campos de concentración que en realidad eran de exterminio. Allí llevaban a personas a las que les habían quitado todo: su trabajo, su casa, su dignidad. Y eran hacinadas, tratadas como animales, los marcaban y sacrificaban en esas fábricas de la muerte, lugares donde cada día se apagaban para siempre cientos, a veces miles, de voces.
Pero en Auschwitz-Birkenau había un campo familiar, un intento por parte de los nazis de ocultar la verdad ante el resto del mundo, esta zona donde había niños iba a ser la imagen de normalidad ante los observadores de la Cruz Roja. Aún así pretendían que tan solo fuese un almacén de niños, donde por supuesto estaba prohibido cualquier tipo de enseñanza. Sin embargo gracias, sobre todo, a Fredy Hirsch se abrió una escuela clandestina, en un intento de que los niños en lugar de reses en un establo pudieran sentirse personas, tarea complicada pero efectiva gracias a que los pequeños tienen la capacidad de sentir la felicidad con cualquier detalle.
Y esta escuela tenía una minúscula biblioteca de 8 libros y media docena de libros vivientes, estos últimos son las personas que se sabían historias casi de memoria y las contaban.
Así, a pesar de que se les estaba arrebatando su infancia, gracias a las clases y los libros la vida de más de 500 niños pudo parecer algo más normal.
Dita que tan sólo tenía 14 años y era una chiquilla, se convirtió en la guardiana de esa pequeña biblioteca, que defendió ante los nazis a pesar de que eran el aparato militar de destrucción más poderoso de la historia.
Estos son los dos temas principales de esta novela, por un lado la descripción del horror en un campo de prisioneros que se ha convertido en un campo de derrotados. La injusticia, la barbarie, el día a día en la lucha por sobrevivir, donde una miga es un tesoro, las risas más escasas que el pan, y reír se convierte en un acto de rebeldía en un lugar diseñado para llorar. Y reír y llorar les recuerda que son personas. Viven el presente, minuto a minuto, porque les es imposible soñar con un futuro, aunque por lo menos les queda el pasado, y cada día que sobreviven es una batalla ganada. Ya sólo conocen el miedo, acentuado cuando notan la presencia de Mengele, definido como examinador de seres humanos, dueño de la vida y la muerte. En sus ojos no hay nada, ninguna emoción, su mirada es vacía y neutra, les produce escalofríos. Y si todo lo anterior son las sensaciones que produce el campo de Auschwitz, las que se recogen del de Bergen-Belsen son todavía más terroríficas, así como el estado de sufrimiento al que les someten: “Ya no están delgadas o famélicas: simplemente son marionetas de madera con los brazos y las piernas de palo.” Creo que no hace falta más descripción.
Por otro lado está el tema de la escuela clandestina, con la que pretenden transmitir que la vida sigue, lo mismo que con los libros, aunque oficialmente no existen en Auschwitz. Pero para Dita son el refugio para escapar de una realidad que le produce asco y rabia, y sólo con la lectura consigue hacer volar su imaginación y evadirse, trasladarse a otro mundo. Por muchas trabas que le pusiesen los Reichs del mundo, si abría un libro podría botárselas todas. Son su fuerza. Un motivo para sobrevivir cada día, una ocupación que le mantiene la mente activa, una ráfaga de aire puro. Ocho libros que cuidó a la vez que ellos la cuidaban.
No es una novela más sobre el nazismo, la diferencia está en que trata unos hechos muy concretos, una parte poco conocida, con el añadido de estar basada en sucesos reales, contados en parte por la propia protagonista. Aún así el autor ha querido modificar el nombre de algunos personajes, como cuenta en el epílogo. Así como hace un resumen de lo que fue su investigación. Cuestión que me ha parecido muy interesante, llamándome la atención la información sobre una novela de Ota B. Kraus titulada “The Painted Wall” ambientada en el campo familiar.
También dentro de la propia historia hace una referencia a Ana Frank, quién dejó su testimonio en su “Diario”.
Y después de leer una novela que transmite tanto sufrimiento y tanto horror, me quedo con los libros-persona, me ha encantado su ocupación. Y con la heroicidad cultural de aquel grupo de personas que consiguieron sacar adelante una escuela y una biblioteca en el bloque 31 del campo familiar BIIb en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en medio de la más absoluta barbarie que se ha cometido contra la humanidad.

Algunas frases del libro:
“En Auschwitz la vida humana vale menos que nada.”

“No importa cuántos colegios cierren los nazis, les contestaba. Cada vez que alguien se detenga en una esquina a contar algo y unos niños se sienten a su alrededor a escuchar, allí se habrá fundado una escuela.”

“Siempre han perseguido con saña los libros. Son muy peligrosos, hacen pensar.”

“La libertad tiene olor de bosque mojado.”

“Las novelas le añaden a la vida lo que le falta.”

“En verdad existe la máquina del tiempo: son los libros.”

“Los cuentos no han de cesar para que la imaginación no pare y los niños sigan soñando.”

“En ese lugar, la muerte pierde cualquier dignidad y reduce a las personas a la categoría de despojos.”

Contracubierta o parte de la misma:
Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca.
En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, "abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones"

Fotografía de la cubierta: Jill Battaglia / Arcangel / Compañía

Gracias a la editorial Planeta por el envío de este libro


miércoles, 24 de abril de 2013

MARAVILLAS de Brian Selznick


Una novela contada con dibujos y palabras.

Ilustraciones a lápiz (más de 460) y texto se combinan para desvelarnos los sueños y los secretos de Ben y de Rose.
En 1977 Ben, con 12 años, siente como su vida sufre un cambio trascendente, que a pesar de su corta edad no es la primera experiencia importante que soporta, se ha pasado su existencia deseando conocer algo, intentando entender sus sueños, conocer los secretos que nunca le contó su madre, una mujer independiente, bibliotecaria en una pequeña población de Minnesota, que siempre quiso proteger a su hijo. A partir de ese momento Ben inicia una búsqueda de su identidad.
En 1927 Rose es una niña que vive en Nueva Jersey, tiene como afición hacer maquetas de los rascacielos de Nueva York que ve a través de su ventana y adonde no la dejan ir. Un día huye en busca de su madre, una artista famosa, Lilian Mayhew , quedándose a cargo de su hermano Walter.
Son dos historias que suceden con 50 años de diferencia pero que avanzan en el libro de manera paralela. Teniendo un nexo común que es el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Precisamente las referencias, descripciones y explicaciones sobre este museo y sus colecciones son muy detalladas, haciendo una especial mención a los dioramas, centrándose en concreto en los lobos, que también tienen su propio significado dentro del desarrollo de la historia. Es más el autor juega con el efecto de introducir un libro dentro de la propia novela, ya que Ben encuentra un libro que se titula “Maravillas” que es una guía pormenorizada de una exposición que hubo en el MAHN.
Aunque los protagonistas tienen más vínculos en común que es mejor no saber e irlos descubriendo según les acompañemos en su búsqueda.
Me ha llamado la atención cómo nos presenta a los personajes, las 5 primeras ilustraciones avanzan acercándonos cada vez más el detalle, llevándonos a una imagen que a mi me ha recordado una estrella en el firmamento, y que aunque representa otra cosa, según he ido conociendo a Ben le he encontrado más sentido a mi apreciación. Por otro lado, conoceremos a Rose principalmente por ilustraciones, comenzando las 6 primeras alejándose una tras otra, justo lo contrario que con el otro personaje.
Como ya hizo con su primer libro "La invención de Hugo Cabret" (reseña aquí), de nuevo Brian Selznick me ha atrapado con su técnica narrativa, palabras e imágenes como formas de comunicación. Destacables varias cosas de esta novela: el trabajo artístico de los dibujos a lápiz realizados por el propio autor; la referencia al cine de finales de los años 20 y el inicio del cine sonoro, con un doble sentido dentro de la temática del libro; y las explicaciones del propio Selznick de cómo se inspiró y se documentó para ofrecernos esta maravillosa novela gráfica.

Algunas frases del libro:
“Si te pierdes alguna vez, basta con que busques la estrella Polar y ella te mostrará el camino a casa.”

“Todos estamos en el fango, pero algunos miramos las estrellas.” (cita del libro “El abanico de Lady Windermere” de Oscar Wilde

“Vio un mapa del museo. Leyó los nombres de las salas. Igual que en la biblioteca, el universo entero estaba allí, organizado y dispuesto para todo aquel que quisiera comprenderlo.”

“Quisiera encontrar mi lugar.”

“Aprender a hablar en lengua de signos me abrió todo un mundo. Me podía comunicar.”

Solapa:
Ben y Rose anhelan en secreto que sus vidas sean diferentes. Ben añora al padre al que nunca conoció; Rose sueña con una famosa actriz cuya trayectoria registra en su álbum de recortes. Cuando Ben hace un hallazgo sorprendente en la antigua habitación de su madre y Rose lee un llamativo titular en un periódico, cada uno se embarca en un viaje con un destino incierto.

Traducción de Ana H. de de Deza


lunes, 15 de abril de 2013

LA REINA DESCALZA de Ildefonso Falcones


En primer lugar conviene situarse temporalmente y geográficamente para entender los escenarios descritos en este libro, que se desarrollan en España, sobre todo entre Sevilla y Madrid, en la mitad del siglo XVIII. Y que como podemos leer al final del mismo, en una nota del autor, algunos de los hechos relatados tienen una base histórica.
Como curiosidad en ese Madrid de la Ilustración, de cambios y mejoras en la Villa y Corte, ya aparece, y es nombrada varias veces, la calle Barquillo, y digo que me resulta curioso porque en ella nació una de mis abuelas, además, también se menciona la calle del Pez, y allí vivió una de sus hermanas. Son esas coincidencias que por un momento, tras leer el nombre, te llueven los recuerdos.
Volviendo al hilo de mi opinión sobre esta lectura, una de las cosas que más me han llamado la atención de esta novela es el símil entre dos pueblos, el negro y el gitano, el primero representado por un único personaje, Caridad, y el segundo representado por varios, destacando a Melchor, Milagros y Ana entre muchos otros. Dos razas que desean, defienden y aman la libertad, porque para ellos es lo más preciado.
Tienen en común que han sido perseguidos, con detenciones injustas por ser diferentes, que han sufrido el arrebato de unos gobernantes cuyo objetivo era su extinción, que tras la expulsión de los moriscos les tocaba el turno a los gitanos. Y en medio de esta vorágine se ve envuelta Caridad, quién de pequeña fue arrebatada de manos de su madre, llevándola de África a Cuba, teniéndola esclava en las plantaciones de tabaco, y cuando, por fin, consigue la libertad se encuentra en un país extraño, España, y con muchas dificultades para poder desenvolverse, su experiencia le lleva a pensar en que poco había cambiado su vida, curiosa libertad la que le toca vivir. Llegando a conformarse con todas las situaciones que se encuentra en el camino.
Vidas casi paralelas las de estas mujeres cuyo delito es haber nacido hembras y por tanto se han visto sometidas a los hombres. Entre ellas surge una amistad que no distingue colores en la piel tan solo son seres humanos que se necesitan, que se escuchan, que se ayudan, que comparten el dolor, la desgracia, que desean la felicidad,
Aunque se habla del pasado de Caridad, que pienso que de manera simbólica representa a toda su raza, y nos transmite su sufrimiento durante la esclavitud, esa pérdida de la libertad, esa tremenda injusticia a la que se ve sometida. Es mucho mayor el espacio dedicado a los gitanos, con un acercamiento a su cultura, a sus orígenes, a su historia, a sus leyes. Ésas que defienden la naturaleza, la tierra, los caminos, la libertad, ese ir y venir de un lado a otro sin que nadie ni nada los ate, la unidad en las familias, en definitiva, el orgullo de raza. Junto a los hechos acontecidos en ese tiempo histórico como fue el encarcelamiento de 12.000 gitanos, perseguidos, detenidos y declarados culpables por pertenecer a ese pueblo, enfrentándose desde ese momento a otro tipo de esclavitud. Encontrándose negros y gitanos en una situación similar con un futuro mísero y muy incierto.
No me ha convencido el final de la novela, el como se desarrollan los hechos, aunque es lo deseado pero a mi parecer le quita un poco de realismo. No puedo explicarlo mejor para no desvelar nada, quién haya leído la novela seguramente sí lo sepa interpretar. Sin embargo, el conjunto es bueno, es una temática interesante donde se trata la intolerancia en una época determinada, y nos acerca el sentir de un pueblo del que conocía y conozco más tópicos que su realidad.
Pero entre las páginas de esta historia también encontraremos otros referentes como la música, el cante y el baile. Y un sitio para la belleza, cuando en Triana, entre naranjos, nos deleitemos con el hechizo que sufre Melchor al escuchar el canto de una mujer. Y con el tiempo ella, gracias a él, conocerá, sentirá, amará y será libre.

Algunas frases del libro:
“Sus lágrimas son tan tristes como las nuestras.”

“Somos una raza perseguida desde hace muchos años; nos tienen por maleantes solo por ser diferentes.”

“Todos los negros cantamos igual. No sé..., es nuestra forma de hablar, de quejarnos de la vida. Allí, en las plantaciones, mientras trabajábamos nos obligaban a cantar para que no tuviésemos tiempo de pensar.”

“Sonrió la una. Lo hizo también la otra. No se atrevieron a fundirse en un abrazo a la vista de la gente, pero en un solo segundo se dijeron mil cosas en silencio.”

“La vida es un momento: este.”

“Tu belleza está en el orgullo de gitana que nunca perdiste.”

Contracubierta o parte de la misma:
En la España del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasión y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrado por la libertad.

Solapa:
En enero de 1748, una mujer negra deambula por las calles de Sevilla. Atrás ha dejado un pasado esclavo en la lejana Cuba, el hijo al que nunca volverá a ver y un largo viaje en barco hasta las costas españolas. Caridad ya no tiene un amo que le dé órdenes, pero tampoco un lugar donde cobijarse cuando se cruza en su camino Milagros Carmona, una joven gitana de Triana por cuyas venas corre la sangre de la rebeldía y el arte de los de su raza.
Las dos mujeres se convierten en inseparables y, entre zarabandas y fandangos, la gitana confiesa a su nueva amiga su amor por el apuesto y arrogante Pedro García, de quien la separan antiguos odios entre ambas familias. Por su parte, Caridad se esfuerza por acallar el sentimiento que está naciendo en su corazón hacia Melchor Vega, el abuelo de Milagros, un hombre desafiante, bribón y seductor aunque también firme defensor del honor y la lealtad para con los suyos.
Pero cuando un mandato real convierte a todos los gitanos en proscritos, la vida de Milagros y Caridad da un trágico vuelco. Aunque sus caminos se separan, el destino volverá a unirlas en un Madrid donde confluyen contrabandistas y cómicos, nobles y villanos; un Madrid que se rinde a la pasión que emana de las voces y bailes de esa raza de príncipes descalzos.

Gracias a la Editorial Grijalbo por el envío de este libro

martes, 2 de abril de 2013

EL MIEDO de Gabriel Chevallier


Una descripción en primera persona de los horrores de la guerra, en este caso la Primera Guerra Mundial. Nos encontramos sin medias tintas con el retrato pormenorizado de las imágenes que percibe Jean Dartemont, un joven francés protagonista de esta historia, que bien podría ser el mismo Gabriel Chevallier, autor de este libro publicado por primera vez en 1930, un texto contra la guerra que se encontró con otra en el camino.
El miedo visto desde la perspectiva del que lo está viviendo, porque es imposible no sentirlo cuando sabes que puedes ser despedazado vivo en cualquier momento.
Y ese sentimiento se reconoce en las descripciones llenas de crudeza, que no son para nada exageradas ni inventadas, porque nada podría superar en horror esa realidad de: miembros troceados, cadáveres en serie, personas aterradas, el enfrentarse a la noche que esconde lo desconocido y la muerte, una desolación abrumadora, un decorado siniestro, el horror de aquellos bombardeos, el pánico, la vuelta a primera línea, la amenaza de muerte. Emociones y vivencias bajo el mandato del miedo, que recoge este joven que se siente cada vez más embrutecido, fatigado, vacío de pensamientos, y que tiene grabada en la retina la impresión más horrible del frente que fue la visión repentina de un cadáver.
Le impresiona la muerte, la de sus compañeros soldados, la de esos jóvenes que ha conocido en la batalla, pero sobre todo le conmueve la muerte de esa persona a la que conocía de antes de la guerra.
Le parece despreciable y le enoja lo que está sucediendo, que la juventud esté envejeciendo mientras pierde la alegría. Les pedían ser héroes cuando eran víctimas, mientras los jefes de Estado se sentían orgullosos y conseguían que los ejércitos, veinte millones de hombres, combatiesen por una buena causa y tuviesen ansia de vencer, de avanzar hacia la gloria. Pero Jean Dartemont (o Gabriel Chevallier) grita ¡basta! y se pregunta ¿qué hacemos aquí? Y nos lo hace saber palabra tras palabra con el relato de su propia experiencia, de su día a día en una contienda en la que se vio obligado a participar. En estas páginas de esta novela autobiográfica, o más bien podría calificarse dentro del género literario de ensayo, Chevallier se enfrentó a la sociedad de su época por decir la verdad sobre la guerra, por escribir lo que el había vivido y sentido: el miedo.

Algunas frases del libro:
“En la guerra se daba rienda suelta a todos los instintos, sin ningún control, sin más freno que la muerte, que golpeaba ciegamente.”

“Unos prolongados aullidos humanos dominaban, a veces, todos los ruidos, repercutían en nosotros cual olas de horror y nos recordaban, hasta hacernos flaquear las piernas, la triste debilidad de nuestra carne, en medio de aquel volcán de acero y fuego.”

“Miedo de verdad, miedo a que me rematen...”

“Porque la guerra los ha habituado a encontrar natural lo que es monstruoso.”

“Los jóvenes, los del país de Balzac y los del país de Goethe, a los que se obligó a dejar las facultades, los talleres o los campos, estaban provistos de puñales, de revólveres, de bayonetas, y se los lanzaba a unos contra otros para que se degollaran, mutilaran, en nombre de un ideal del que se nos prometía que la retaguardia haría un buen uso.”

“La paz: ese silencio que ha vuelto a hacerse en la línea, que llena el cielo, que se extiende sobre toda la tierra, ese gran silencio de entierro...”

Contracubierta o parte de la misma:
<< ... ¡Le preguntamos qué hizo usted!
>>--¿Sí?... Pues bien, estuve de marcha día y noche, sin saber adónde iba. Hice ejercicio, pasé revistas, abrí trincheras, trasladé alambradas, sacos terreros, vigilé en la tronera. Pasé hambre sin tener nada que comer, sed sin tener nada que beber, sueño sin poder dormir, frío sin poder calentarme, y piojos muchas veces sin poder rascarme... ¡Eso es todo!
>>--¿Todo?
>>--Sí, todo... O mejor dicho, no, no es nada. Les voy a decir la gran ocupación de la guerra, la única que cuenta: HE TENIDO MIEDO>>.


Traducción de José Ramón Monreal

Ilustración de cubierta: by Historial de la Grande Guerre, Péronne (Somme)

viernes, 8 de marzo de 2013

ABUELAS de la A a la Z de Raquel Díaz Reguera


Este álbum ilustrado, con ilustraciones de la propia autora, es un homenaje a todas las abuelas del mundo, empezando por las de ella misma,  a quienes dedica unas palabras tiernas y afectivas.
Abuelas clasificadas en veintinueve tipos diferentes, de la A a la Z, desde la Abuela Arreglacosas hasta la Abuela Viajera, es difícil distinguir en una sola a mis propias abuelas o a otras cercanas, porque he reconocido rasgos o características en varias de las que nos encontramos en este libro.
Pero tal vez las más parecidas a mi abuela paterna son la Abuela Musical, la Abuela De negro y la Abuela Viajera. Y he encontrado rasgos similares a mi abuela materna en la Abuela Que no abandona un sueño, en la Abuela Sabelotodo y en la Abuela Jardinera.
Leer estas páginas me ha traído buenos recuerdos, me ha hecho recuperar momentos entrañables, sentir de nuevo algunos aromas, sabores, besos (como el “Beso a caballito: Al paso, al trote, a ¡¡galope, galope, galope!!!”), abrazos, caricias... Sensaciones guardadas en el corazón. Ha sido estupendo abrir la caja de la memoria antes de que pueda llegar a ser una Abuela Desmemoriada. Aunque pensándolo bien me encantaría aspirar a ser Abuela Tejedora de cuentos, no obstante reconozco llevar el camino de convertirme en Abuela Tiquismiquis, por suerte aún estoy a tiempo de remediarlo.
Esta joya me la han regalado mis hijas, ellas no conocieron a sus abuelas, aunque si a una bisabuela, pero por suerte han tenido abuelas postizas como sus queridas Abuela Costurera y Abuela Consiguelotodo. Ya veis hay abuelas para todos los gustos.
Un libro lleno de pequeños detalles, tanto en el texto como en las ilustraciones, que sin remediarlo me han sacado una sonrisa con las descripciones, a veces, algo disparatadas o exageradas pero que reflejan claramente cada clase de abuela. Que me han emocionado y rememorado el sabor dulce de aquel flan o aquel arroz con leche de las tardes de invierno jugando a las cartas y las de verano saltando a la comba. Que me han traído el recuerdo de las sobremesas familiares tras una paella cocinada con el cariño de estar todos juntos. Una lectura y unas imágenes que me han transmitido alegría y melancolía, porque ha sido bonito recordar y triste que ya no estén aquí.
Por cierto, creo que a partir de esta lectura voy a ver con otros ojos a algunas abuelas conocidas.

Algunas frases del libro:
“En el corazón, justo a la izquierda del lugar donde se almacenan los sentimientos, las abuelas guardan algo muy importante: los recuerdos.”

“La abuela Melancólica es el ejemplo más claro de un corazón desbordado por los recuerdos. Estos salen de su pecho convertidos en suspiros.”

“Beso de dormir: indispensable en la casa de una abuela que pase todas las pruebas que la hagan digna del título de 'buena abuela'. Tiene muchas propiedades, todas favorables. Atrae el sueño, despeja el cielo de esas nubes que dan miedo, obliga a los monstruos a salir de debajo de la cama y a irse a dormir a otro lugar...”

Contracubierta:
Hay abuelas en todos los confines de la Tierra. Todos hemos conocido a una o a muchas, a las nuestras o a las de los demás. Los más afortunados trotamos algunas tardes sobre las rodillas de una abuela Consiguelotodo o nos chupamos los dedos después de paladear un abrazo de chocolate de una abuela Repostera. Muchos sabemos que hay pocas sensaciones comparables a la de quedarse dormidos en el regazo de una abuela Tejedora de cuentos o podemos presumir de haber visitado otros planetas a bordo de la mirada perdida de una abuela Lunática.


jueves, 28 de febrero de 2013

EL CUENTO NÚMERO TRECE de Diane Setterfield


Dos mujeres protagonizan esta novela, Margaret una joven apasionada por los libros, que ha crecido en la librería de su padre, en Inglaterra, dónde aprendió el alfabeto con “A de Austen, B de Brontë, C de Charles y D de Dickens”, un lugar que convirtió en su hogar, que fue su escuela y su universidad, que es donde trabaja. Para ella es un refugio para leer, para disfrutar de los libros, de esas novelas escritas en otras épocas, olvidadas por muchos, y que ella adora. Siente entusiasmo por ese espacio que le hace sentirse viva. Pero también es una mujer que siempre ha tenido la sensación de que le faltaba algo, una impresión de pérdida que le produce tristeza y soledad, como si fuese media alma.
Y Vida Winter, una famosa escritora que le pide a Margaret que escriba su biografía, porque quiere que se sepa toda la verdad. “¿Cuál es el secreto que la señorita Winter ha estado ocultando al mundo durante toda su vida?” Ella es una inventora de historias, una mujer, ya anciana, con gran fragilidad física pero que derrocha energía. Su historia es la del pueblo de Angelfield, de la casa y la familia Angelfield, sus acontecimientos, sus desasosiegos y sus fantasmas la han acompañado desde niña.
Las protagonistas tienen en común varias cosas, desde un sentimiento especial por Jane Austen hasta que ambas conviven con los fantasmas de su pasado. Y los dos temas son la esencia de esta novela, el primero para todo aquel o aquella que sea amante de la literatura y el segundo para quienes se sientan atraídos por un misterio que consigue sorprender e inquietar.
Tras unas primeras páginas donde la descripción de los sentimientos de Margaret hacia los libros me ha parecido magnífica y envidiable, ya me gustaría a mi vivir en una librería como la descrita, y más que nada, sentir sus mismas emociones. Donde, además, la autora hace un homenaje a los grandes autores del XIX. Entonces nos hace traspasar ese mundo literario para meternos en un misterio que iremos poco a poco descubriendo con el relato de los recuerdos de la señorita Winter, que como un puzzle irán acoplando en la historia, y cada personaje irá encontrando su lugar.
Aparte, este libro, también tiene otro aspecto que me ha llamado bastante la atención, y es todo lo relacionado sobre los gemelos, y que he leído y releído atentamente, porque soy madre de mellizas y me han fascinado las referencias a este tema.
Una estupenda novela para recuperar el aroma que deja la lectura de un buen libro.

Algunas frases del libro:
“La librería era mi vida”

“Gemelas, siempre juntas, siempre dos. Si en su mundo era normal ser dos, ¿qué pensaban de las personas que no venían de dos en dos, sino de una en una? Debemos parecerles mitades, consideró el ama. Y recordó una palabra, una palabra que se le había antojado extraña en su momento, que hacía referencia a los seres que habían perdido parte de sí mismos. Mutilados. Eso es lo que somos para ella. Mutilados.”

“No hay una vieja casa que no tenga sus historias, no existe una vieja casa que no tenga sus fantasmas,”

“En cierta manera podríamos considerar a las gemelas dos hermanas que se han repartido un conjunto de características. Mientras que una persona sana y normal experimenta todo un abanico de emociones diferentes y muestra una extensa variedad de comportamientos, podría decirse que las gemelas han dividido ese abanico de emociones y comportamientos en dos y cada una ha asimilado una parte.”

“Estar viva no es lo mismo que vivir”

“Todo el mundo tiene una historia. Es como la familia. Quizá no la conozca, quizá la haya perdido, pero así y todo existe. Puede alejarse de ella o darle la espalda, pero no puede decir que no tiene. Lo mismo sucede con las historias.”

“Todos tenemos nuestras aflicciones, y si bien el perfil, el peso y el tamaño del dolor son diferentes para cada persona, el color del dolor es el mismo para todos.”

Contracubierta o parte de la misma:
Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la vida de la señora Winter, una famosa novelista ya muy entrada en años que pide ayuda a Margaret, una mujer joven y amante de los libros, para contar por fin la historia de su misterioso pasado.


“Cuénteme la verdad”, pide Margaret, pero la verdad duele, y sólo el día en  que Vida Winter muera sabremos qué secretos encerraba “El cuento número trece”, una historia que nadie se había atrevido a escribir.


Traducción de Matuca Fernández de Villavicencio

miércoles, 13 de febrero de 2013

LA CASA DE LOS AMORES IMPOSIBLES de Cristina López Barrio

En un pueblo de Castilla a finales del siglo XIX una joven, Clara Laguna, se enamora, pero ella y su madre, conocida como la bruja Laguna, viven bajo el peso de una maldición, que heredarán generación tras generación, y así recorreremos la historia desde los años de la guerra de España con Cuba hasta la movida madrileña de los años 80. Porque aunque lo importante son las vidas de estas mujeres, la autora, hace las referencias históricas oportunas para situarnos en qué época nos encontramos en cada momento de la lectura.
Una generación tras otra intenta romper con el pasado, dejar atrás la deshonra que supone estar malditas. Pero a nadie le importa que se destruyan entre ellas. Y acaban dedicando su vida a la venganza, es su destino.
Más de la mitad de la novela tiene un ritmo trepidante porque dedica pocas páginas a las primeras generaciones, pero los datos que conoceremos de cada una de las mujeres son suficientes, porque lo importante es el conjunto de todos los personajes, no su individualidad.
Con un estilo cercano al realismo mágico en algunos momentos nos recordará a Isabel Allende o a Laura Esquivel. Sus descripciones de la naturaleza y de la cocina nos despertarán los cinco sentidos. Todavía me parece escuchar el repique de campanas entremezclado con los diferentes olores y sabores de las madreselvas y los bollos de canela.
Me ha gustado porque es una historia que desborda ardor, venganza, amor, rencor, drama y esperanza, porque pasé todo el tiempo deseando que las protagonistas pudiesen dejar atrás la condenada maldición. No sabía cuántas generaciones me iba a encontrar y este punto me ha ayudado a mantenerme atenta en la lectura y desear ir avanzando en la novela. También me ha encantado el uso de metáforas, que hace que la narración sea muy bella. Así como las referencias a los cuentos, al mar y a los narradores orales.

Algunas frases del libro:
“No se puede renegar del destino que nos está dado.”

“Ese mar no creció. Tampoco crecieron los marineros, pero sí lo hizo Manuela al calor de los cuentos, con la imaginación llena de espuma y de olas, de gaviotas y acantilados que los montes y encinares nunca supieron comprender.”

“El diluvio había convertido la rosaleda en un cementerio multicolor.”

“Las ramas de las madreselvas que descansaban dócilmente unas sobre otras parecían guardar una ausencia, parecían esperar un regreso que las secaba y las hacía florecer de nuevo. Vivían y morían esperándolo, una y otra vez, en una condena perpetua en un círculo de nieve, hojas secas y lamentos solares.”

“Las noches alumbradas por la chimenea y el sabor de los cuentos.”

Contracubierta o parte de la misma:
Las mujeres Laguna han cargado con una terrible maldición desde el principio de su linaje: una tras otra sufren mal de amores y sólo dan a luz niñas que perpetúan esta cruel herencia. Pero cuando después de décadas de pasiones prohibidas y amores trágicos nace el primer varón, se abre la puerta de la esperanza. ¿Será éste el fin de la maldición?


lunes, 4 de febrero de 2013

VEINTICUATRO HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER de Stefan Zweig


En la época de entreguerras mundiales se hospedan en una pensión en la Riviera francesa un matrimonio alemán aficionado a las excursiones y las fotos, un danés a quien le gusta la pesca, un matrimonio italiano que realiza escapadas a Montecarlo, una inglesa apasionada de los libros, y el narrador que pasa su tiempo entre un sillón del jardín y su trabajo. Forman un grupo reposado, que apenas sólo se ve en las comidas, y que con la llegada de un joven francés y la posterior desaparición de una mujer, ven alteradas esas charlas insustanciales dando pie a un acalorado debate sobre las buenas costumbres, llevándolos a juzgar la psicología femenina en el juicio moral que se plantean. Pero el narrador opinará de forma diferente, sintiendo respeto por esa mujer porque ha tenido valor para obrar según su voluntad, y sin juzgarla ni condenarla. En esta situación es cuando la dama inglesa, Mrs. C., de 67 años se sincera al narrador, de nombre desconocido, en un intento de absolverse a sí misma mientras habla con él. Es la confesión de un secreto que pesa sobre su alma. Necesita hablar para sentirse liberada de algo que le oprimía.
Su relato expresa angustia, desesperación, excitación y sufrimiento.
Mrs. C. años atrás tuvo un impulso cuando vio a un joven que expresaba la desesperación, el absoluto abandono de sí mismo, la apariencia de la muerte y una total indiferencia hacia la propia vida. Ella sintió curiosidad porque vio en él a un ser humano. Se obsesionó con que debía salvarle la vida, sin pensar en las consecuencias de sus actos.
Una vez más, por los libros que llevo leídos, Stefan Zweig nombra a su personaje principal con tan sólo la inicial de su nombre. Y es que da igual como se llame, lo importante es su personalidad, la condición humana, en este caso una mujer que situándonos a principios del siglo XX reacciona de una manera atípica para la época, fuera de las normas establecidas de comportamiento de una dama.
En esta novela realiza un profundo análisis de la naturaleza humana centrándose en una situación de desesperación, consiguiendo transmitir la inquietud y el desasosiego de una mujer ante otro ser humano que se encuentra al borde del abismo.
Un libro donde la narración es magnífica, y desde el principio el autor dirige al lector hacia las veinticuatro horas de una mujer.

Algunas frases del libro:
“Luego, ocurrió algo tan terrible que apenas  puede describirse, pues la naturaleza humana, en momentos de violenta tensión, presta a menudo a los individuos actitudes de una expresión tan sumamente trágica, que ni la imagen ni la palabra sabrían reproducirlas con suficiente intensidad.”

“No hay cosa más insoportable que pasar toda una vida obsesionada por un solo punto, por un solo día de existencia.”

“Ningún escultor, ningún pintor, ni Miguel Ángel, ni Dante, me habían hecho sentir nunca tan angustiosamente el gesto de la extrema desesperación, de la extrema miseria de este mundo, como aquel hombre, vivo aún, que se dejaba azotar por los elementos, demasiado abatido, demasiado destrozado para intentar un solo movimiento y guarecerse de ellos.”

“El tiempo, sin embargo, posee una fuerza profunda y la vejez un poder singular para quitar intensidad a los sentimientos.”

Contracubierta o parte de la misma:
“--¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que ni siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?”.


Traducción de María Daniela Landa

Otros libros de este autor reseñados en este blog: "Novela de ajedrez" (enlace aquí); "Carta a una desconocida" y "Leporella" (enlace aquí)