Una
regata de veleros por el mar Mediterráneo es el hilo conductor de
este relato, donde diferentes personajes componen una muestra de
parte de la sociedad actual, con sus virtudes y sus defectos, en
algunos casos, llevados al extremo, casi al ridículo. Convirtiéndose
en una crónica y crítica de la actualidad que nos rodea, donde hay
espacio para temas tan candentes como la corrupción política, las
diferencias de las clases sociales y la crisis migratoria. Mostrando
una realidad social y, a la vez, reflejando “el espectáculo del
animalario humano”.
Pero
la novela empieza con otra escena, protagonizada por Dora Mayo y Pepe
California, y el misterio de lo que les ocurre se mantiene a lo largo
de la narración, dando un puntito de suspense. Y creando la
expectativa de que puede ser importante dentro de la historia, pero a
mi me ha parecido un complemento sin demasiada relevancia.
En
conjunto los personajes están muy bien definidos, representan con
bastante claridad estereotipos de personas, y a algunos en mi
imaginario personal me ha sido fácil ponerles su etiqueta real.
Fuera de estos modelos está Ismael, un joven que quiere ser
escritor, y de su cuaderno de bitácora saldrá esta historia. Los
recuerdos de su niñez junto a su abuelo Joan muestran el contraste
de la forma de vivir antes y ahora.
Viéndose
esa diferencia no sólo en la actitud de las personas, sino también
en la transformación que han sufrido los lugares a lo largo del
tiempo. Escenarios que transcurren por la Costa Blanca, Baleares,
Valencia y Madrid.
Las
escenas están muy bien descritas y detalladas, hasta por el lenguaje
naútico utilizado, teniendo un papel especial la armonía del
Mediterráneo, con sus paisajes, su gastronomía y su banda sonora.
Si
ya has leído a Manuel Vicent encontrarás en estas páginas su
inconfundible estilo.
Algunas frases del libro:
“En
todas las partidas siempre hay un tonto que pierde. Si a la media
hora de juego no sabes quién de todos es el tonto, es que el tonto
eres tú.”
“Las dificultades de la vida, como las de un viento contrario, jamás pueden ser salvadas enfrentándolas directamente, ni tampoco rindiéndose ante ellas, pero sí se pueden afrontar dándoles un cierto ángulo, es decir navegando de bolina.”
“¡Qué maravilla, el sol sale y el mundo gira!”
Contracubierta o parte de la misma:
El
amor de Dora Mayo, aspirante a actriz, y el exitoso empresario Pepe
California parece vivir sus mejores y más ardientes días en el
verano de 2016, cuando una regata congrega a lo más granado de la
sociedad a orillas del Mediterráneo. Pero la muerte, que trastoca
todo en los momentos más inesperados, acaba con la burbuja de esta
relación de la que solo quedará un misterio: el de las firmes
ataduras que no impiden escapar a Dora de la cama en la que termina
abruptamente el trato de los dos amantes.
Otros
libros de este autor reseñados en este blog: “La novia de Matisse”
(enlace aquí) y “León de ojos verdes” (enlace aquí)
Lo he leído este verano y me ha encantado. Leer a Vicent siempre es una delicia, sobre todo cuando el mar lo impregna todo. Disfruté mucho de la novela.
ResponderEliminarSaludos.
Ya también puse la etiqueta real a alguno de ellos. Sin duda Ismael es el personaje cebo, el que equilibra el conjunto y estoy de acuerdo en que la "trama" negra es un poco como una guarnición.
ResponderEliminarBesos
Buenas.
ResponderEliminarTengo Son de mar por casa así que probaré con él a ver si me gusta el estilo y, si es así, me animo con el que nos reseñas.
Un saludo.