Voy a empezar comentando una curiosidad o casualidad del final de esta
novela y de la anterior reseñada “Para siempre” de Tamaro (reseña aquí), en ambas en la
última frase nombran a Dios. No digo más, si alguien tiene interés o quiere
saber más tendrá que leer estas novelas.
“Las lágrimas de San Lorenzo” es un libro intimista, que rebosa de
nostalgia, melancolía y recuerdos. Su protagonista tiene algo más de 50 años y
le ha llegado el momento de mirar hacia atrás, de hacer un recorrido por la
vida, su vida, pero podría ser cualquier vida. Tiene esos momentos en que
podemos vernos reflejados, esos recuerdos que también nos trasladan a nuestra
infancia y juventud, aquellos años en que todo era perfecto, cuántas veces
hemos añorado los mejores años de la vida, y al igual que siente él en esta
frase “la libertad se le aparece en forma de isla llena de buganvillas”, yo
también he recordado esas buganvillas, sin isla, pero con ese sabor de
libertad.
Hace muchos años él vivió una noche de San Lorenzo con su padre, cuando
en agosto se produce la lluvia de estrellas. Ahora la vive con su hijo de 12
años. Mientras contemplan el cielo viendo estrellas fugaces rememora
situaciones ya vividas con su familia, amigos y amantes, desde la muerte de su
hermano y de sus abuelos, la desaparición de su tío en la guerra (entre líneas
hay un recordatorio a los desaparecidos de la Guerra Civil Española, varias
referencias a los exiliados de la guerra y a la posguerra), el Alzheimer de su
madre, su separación... Así como los lugares donde ha vivido, considerándose un
trotamundos sin destino, y recordando especialmente Ibiza, donde ha vuelto con
su hijo para recuperar un tiempo en el que el miedo no existía, viendo las
mismas estrellas que en su niñez, pero sin ser el mismo, está de vuelta
y necesita fuerzas para continuar, mientras que su hijo está empezando a vivir,
todavía mira el cielo con la fascinación de quien cree que el tiempo es eterno,
como él creía a su edad.
En este repaso a su vida trata temas identificables con nuestros
pensamientos como el temor a envejecer, que la vida avanza sin detenerse y no
vuelve hacia atrás, que todas las épocas terminan, que cuando eres padre te das
cuenta de lo que ellos han hecho por ti y les entiendes (esta experiencia la
corroboro), de la lucha contra el paso del tiempo, de los desengaños y de la
soledad. Llevándonos a temas más profundos al relacionar las estrellas fugaces
y la fugacidad del tiempo.
Tras esta lectura intimista, que me ha dejado buen sabor, escribo estas
líneas desde esa melancolía y nostalgia que me ha transmitido esta historia,
miro el cielo, y veo la luna y algunas estrellas, las mismas que llevo
contemplando desde siempre, desde esta ventana o desde cualquier lugar, mientras el paso del tiempo va dejando atrás etapas de la vida.
Algunas frases del libro:
“Cuando todavía creía que la vida era una estrella que no se apagaba
nunca.”
“Es natural que el tiempo lo borre todo, desde los sueños a las promesas y desde las estrellas a las fotografías.”
“Nos pasamos la mitad de la vida perdiendo el tiempo y la otra mitad queriendo recuperarlo.”
“Esta vida que vivimos sin entenderla hasta que ya ha pasado.”
“La vida pasa y se desvanece como una estrella.”
“El tiempo es lo único que permanece y que nos sobrevivirá cuando ya no estemos.”
Contracubierta o parte de la misma:
Hola.Las novelas intimistas son las que más me gustan, voy a tomar nota de esas recomendaciones para leerlas.Si te interesa puedes leer Infancia de Nathalie Sarraute :desde la vejez una escritora experimentada recuerda su infancia con una voz narrativa muy original desdoblandose entre el tu y el yo, es una auténtica delicia literaria, también me gusta mucho el intimismo lírico de novelas como Mortal y rosa de Fco Umbral o Memorias de Leticia Valle de Rosa Chacel.Enhorabuena por tu blog, lo tengo como referencia para la lectura en mi blog y no paro decrecomendarlo.Un saludo.
ResponderEliminarMiguel Ángel: gracias por las recomendaciones literarias, sólo he leído el de Rosa Chacel, que lo tengo subrayadísimo. El resto que comentas los buscaré.
EliminarGracias también por tus palabras hacia mi blog.
Un abrazo
Iba a leerlo pero caí en la cosa de querer empezar por La lluvia amarilla, así que ahora me siento más animada a probar a leer al autor. Besos
ResponderEliminarMarilú: pues estaré atenta a tus opiniones cuando las publiques en tu blog.
EliminarUn abrazo
El Van Gogh de la portada me atrae muchísimo. :-)
ResponderEliminarLos libros intimistas no me desagrada y mirar hacia atrás, segun a que edad, suele ser interesante. de momento este no lo pongo en la llista pero lo tendré presente.
Quadern: es una opción por si en algún momento te apetece esta lectura.
EliminarCreo que coincidimos en la admiración por Van Gogh :)
Un abrazo
Con lo bonitas que son de ver! =)
ResponderEliminarMe lo apunto, me gustan este tipo de libros.
Besotes
Shorby: y la de deseos que se pueden pedir esa noche ;)
EliminarUn abrazo
Lo tenía ya apuntado y con tu reseña sube muchos puntos. Este libro me va a gustar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: pues ya nos cuentas que te parece.
EliminarUn abrazo
Todavía no me he estrenado con este autor, a ver si cae un día de estos...
ResponderEliminarEspe: pues te recomiendo esta novela y también "La lluvia amarilla".
EliminarUn abrazo
pues la verdad es que no me llama mucho, así que esta vez, dejaré que el plan infinito repose.
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
Ale: hay que elegir lecturas, hay tantas...
EliminarUn abrazo
Julio Llamazares es un poeta metido a novelista. Se nota. Sigue siendo, en mi opinión, un excelente poeta. El poder evocador de sus libros no es sólo narrativo.
ResponderEliminarVoy a contar mi primer contacto con este autor. Estaba yo sirviendo a la patria (la mili, vaya) y por las tardes estudiaba la oposición a profesor que aprobé un par de años más tarde. Recuerdo que estaba con un tema especialmente áspero. Puse la radio: entrevistaban a un autor que yo no conocía. Acababa de publicar su primera novela, que se titulaba "Luna de lobos". Leyó un trozo en el que un maqui saltaba furtivamente la tapia del cementerio para despedirse de su padre, a cuyo entierro no había podido asistir. Pocos días después, recobrado ya mi condición de civil, compré el libro que aún releo de vez en cuando. Me estoy emocionando mientras repaso esos párrafos que están en las páginas 136 y 137.
Después llegaron los demás. También "La lluvia amarilla" es magistral. Tengo siete libros suyos, pero he leído todos. Me espera éste. Porque me espera.
Atticus: es curioso como a veces llegamos hasta una novela. Gracias por compartir tus palabras.
EliminarBuscaré "Luna de lobos" me has dejado con las ganas de emocionarme con esos párrafos.
Un abrazo
Pues a mí me has transmitido... no sé, como tranquilidad. Una sensación agradable. El libro lo tengo hace tiempo. Lo que no sé es cuándo lo leeré, pero me has hecho mirarlo con mejores ojos, desde luego.
ResponderEliminarQue me voy como con buen rollito, casi zen ;) Besos!
Ana Blasfuemia: que bonito lo que dices. Pero no esperes tanto no sea que luego las sensaciones no te lleguen.
EliminarDisfruta con esta lectura.
Un abrazo
Me da la impresión que es uno de esos libros que, tras su lectura, dejan poso y los recuerdas más de una vez. No soy lectura asidua de este tipo de novelas pero, de vez en cuando, alguna cae así que me anoto el título que de este autor no he leído nada.
ResponderEliminarMusus.
mafaldas: si, es de esos libros que te llevan a reflexionar.
EliminarUn abrazo
Estas lecturas en donde la mirada es retrospectiva, casi sin futuro ni esperanza, me producen tremenda tristeza y melancolía. Por ahora no entrará en mis prioridades...
ResponderEliminarUn abrazo,
Carmen Forján: desde luego según estés de moral no es recomendable, es más a mi marido no se lo dejé leer, se acercaba su cumple y estaba de bajón. Pero si es un libro que llena, de los que a mi me gustan porque dejan su poso.
EliminarUn abrazo
Creo que podría gustarme, tomo nota. Gracias por la recomendación. Muchos besos.
ResponderEliminarGoizeder: pues espero leer tu opinión para ver que te ha parecido.
EliminarUn abrazo
A mí también me gustó. Hay que reconocer que Llamazares sabe cómo crear una bonita historia.
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: si lo apunté después de leer tu reseña, aquello de intimista y nostalgia me atrapó.
EliminarUn abrazo
No he leído nada de él y por lo que todos comentáis, habrá que empezar YAAAAA
ResponderEliminarbaby: pues ve eligiendo por cual de sus novelas empiezas.
EliminarUn abrazo
No sé... el autor me parece una especie de Proust en pobre, la verdad...
ResponderEliminarAnónimo: ¿por qué?
EliminarUn abrazo