Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

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jueves, 12 de mayo de 2016

TERRITORIO COMANCHE de Arturo Pérez-Reverte

La espera, cerca del puente de Bijelo Polje (antigua Yugoslavia), de Márquez, un cámara obsesionado con grabar el momento en que un puente salte por los aires durante un bombardeo, junto con Barlés, un periodista que primero trabajó con sus Pentax y luego con la televisión. Es el comienzo de esta historia que relata el día a día de los reporteros de guerra, principalmente ellos dos, pero haciendo referencias a muchos otros. Ubicando el relato en el conflicto de los Balcanes, pero nombrando más lugares del mundo. El autor, Arturo Pérez-Reverte, fue reportero de guerra durante 21 años, y este libro sin ser autobiográfico habla de sus impresiones. Dedicándoselo a su compañero de profesión José Luis Márquez, cámara en multitud de conflictos bélicos. En los Balcanes estuvieron juntos.
En el libro, donde hay mucha más realidad que ficción, el cámara se llama Márquez y el reportero Barlés. Ambos llevan 20 años cubriendo guerras y comparten el gusto por aquella forma de vivir, sus esfuerzos, su trabajo, con sus riesgos y siendo conscientes de que lo más frágil que tienen es la vida. Saben que en territorio comanche demasiado lejos no consigues la imagen y demasiado cerca no podrás contarlo. Destaca tres formas de cómo pueden matarles: cuando toca toca; cuando llevas poco tiempo; o por la ley de probabilidades. Así menciona a compañeros que murieron en conflictos bélicos. Pero también a los supervivientes del oficio, ese que Leguineche dice que está formado por las tres Des: Desequilibrados; Divorciados; Dipsómanos.
Comenta como se vive en los hoteles de los reporteros, pues son su cuartel general, y cada guerra está ligada al nombre de un hotel. Critica a los que sólo van a hacerse la foto, tanto periodistas como personajes relevantes.
Tiene partes donde habla de: las entradillas; la suerte; largarse de los sitios; la jubilación; Mostar; tipos raros; mujeres en la guerra. Hace un recorrido por todo lo que conllevan los conflictos armados. Dice que todos son el mismo porque siempre hay “un par de desgraciados con distinto uniforme que se pegan tiros el uno al otro, muertos de miedo en un agujero lleno de barro, y un cabrón con pintas fumándose un puro en un despacho climatizado, muy lejos, que diseña banderas, himnos nacionales y monumentos al soldado desconocido mientras se forra con la sangre y la mierda. La guerra es un negocio de tenderos y de generales, hijos míos. Y lo demás es filfa.”
De esta manera alude al horror de la guerra, explicando que no lo producen los muertos, las tripas y la sangre, pues el horror es la mirada de un niño, sus ojos reprochando un dolor que no entienden, o el vacío en la expresión de un soldado al que van a fusilar. Pero sobre todo el horror es el asilo de ancianos de Petrinja, una experiencia que no podrán olvidar, y que después de leerla yo tampoco podré.
En esos recuerdos de tanto dolor visto y sentido está el de un hombre que tenía un fajo de postales de la ciudad de Mostar, primero les contó su terrible historia (como la de tantas personas que sufren viviendo en un país en guerra), después en esas postales estaba lo único que quedaba de su ciudad y de su memoria. Todo estaba destruido.
Y la cuestión es por qué no se frenó esa barbarie, en este caso fue la pasividad de Europa, donde mandó la miserable condición humana.
Pero continuamos sin rectificar, siguen habiendo guerras y las atrocidades no cesan. Este libro acerca una realidad vivida en primera línea, deberías leerlo.

Algunas frases del libros:
“En la guerra, las cosas suelen discurrir más bien según la ley de las probabilidades: tanto va el cántaro a la fuente que al final hace bang.”

“Más vale no hacer ninguna foto que hacer la última foto.”

“La bala que te mata es la que no oyes pasar, recordó. La bala que te mata es la que se queda contigo sin decir aquí estoy.”

“Todos los ojos de todos los niños de todas las guerras eran una larga recriminación sin palabras al mundo de los adultos.”

“La memoria de un reportero siempre es la memoria de un largo álbum de viejas fotos, de imágenes que a veces se funden unas con otras, de recuerdos propios y ajenos.”

Contracubierta o parte de la misma:
Un relato, entre novela y reportaje, en el que Arturo Pérez-Reverte nos muestra la guerra a través de la mirada de unos reporteros que se hallan en el conflicto de la ex-Yugoslavia.

Ilustración de la cubierta: A.G.E. Fotostock


Otro libro de este autor reseñado en este blog: "El pintor de batallas" (enlace aquí)


12 comentarios:

  1. No he leído nunca nada de este autor, pero ya sois muchos que que me lo recomendáis. No creo que tarde en leerme algo de él,pues veo que tiene muchas grandes obras. Muchas gracias por tu reseña.

    Kiss

    La Estupenda

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    1. El ojo que todo lo lee: por mi parte te recomiendo este libro y también "El pintor de batallas", sin embargo leí el primero de Alatriste y no me convenció.
      Un abrazo

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  2. No soy demasiado fan del autor. Un beso ;)

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    1. Natàlia: la verdad es que yo tampoco lo soy mucho, pero este libro es muy recomendable, es una experiencia directa sobre los reporteros de guerra.
      Un abrazo

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  3. Una novela bastante buena. D lo poco que he leído del autor.

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    1. Eva: es bastante impactante, muy bien narrada.
      Un abrazo

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  4. Interesante, pero ahora descanso de guerras. Un beso! Gracias por la reseña.

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    1. Amylois: pero no lo olvides, es una buena lectura.
      Un abrazo

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  5. Leí Territorio comanche hace un tiempo y me pareció una buena obra, en ese estilo, ahora tan de moda, entre la ficción y la realidad, “novela sin ficción” lo llaman. A mi me gusta bastante, esta en concreto me gustó por mi interés sobre la guerra de los Balcanes.

    Un abrazo!!

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    1. U-topia: pues lee también "El pintor de batallas".
      Un abrazo

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  6. Comprendo que APR no sea del gusto de todos. Es un autor poco acomodaticio. A mí sí me gusta, las últimas algo menos, se ve demasiado la excelente preparación, el andamiaje. "Territorio comanche", junto con "El pintor de batallas", son mis preferidas. En ellas el autor está en su salsa. No hay puramente ficción, pero sí hay narración, pulso, tensión. No sobran páginas (en otras sí) y transmite la opresión, la crueldad y los olores de la guerra. Yo sí la recomiendo. Y sus artículos periodísticos, de lo mejor que se escribe en este país.

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    1. Atticus: también leí "El pintor de batallas" y junto con "Territorio comanche" son libros muy bien escritos. Sin embargo no he podido con Alatriste, leí el primero a duras penas.
      Un abrazo

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