Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

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lunes, 9 de febrero de 2015

DÍAS SIN HAMBRE de Delphine de Vigan

Leer este libro ha supuesto un auténtico reto para mi por el tema que trata, la anorexia. Pues una de mis hijas tiene esta enfermedad desde hace tres años. Después de este tiempo, continuo intentando como madre entender todo lo que conlleva esta enfermedad, así como vencer el miedo y la ansiedad que me produce todo lo relacionado con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Ahora mismo, en este largo camino, mi hija está venciendo, poco a poco, sus miedos, por eso creo que era el momento de enfrentarme a conocer la experiencia de esta mujer. Y ha ido bien, a pesar de todo lo que me ha hecho revivir, he comprendido lo que quería transmitir. Porque si hace tres años yo ignoraba qué es la anorexia, y la relacionaba con los típicos clichés, ahora gracias a la información y ayuda recibida por psicólogos y psiquiatras, sé lo que es. Y en esta novela está reflejado.
En “Días sin hambre” su autora, Delphine de Vigan, narra su propia experiencia al haber tenido anorexia de joven. En concreto cuando a los 19 años, al límite de sus fuerzas, ingresa en un hospital. Lo cual debió de ser por 1985, por eso algunas circunstancias de esa estancia hospitalaria me han resultado muy diferentes a hoy en día. Pero lo que no ha cambiado son los comportamientos y conductas, pues según leía frases como:
días enteros sin sentarse. El cuerpo, que vuela desvalido por encima de las aceras. Caídas. El insomnio que acompaña al hambre. El frío. Subir escaleras como otros se pinchan las venas. No quiere perder el control. Necesidad de controlarlo todo. Rabia. Gritos. Ira, que descarga hacia su tía, hacia quien quiere, porque sabe que no cambiarán sus sentimientos. Harta de todo y de todos. La angustia que le invade cada vez que come. La angustia de la comida como una angustia de muerte. No puede más. Abdominales. Hablar por teléfono de pie, salir, bailar, ya no aguanta quieta. Su recuerdo de cuando comía patatas fritas con queso, la despreocupación, y entonces, sin saberlo, era libre. Los síntomas de la desnutrición. En ayunas se  sentía más fuerte, inaccesible. Cada vez se hundía más en la soledad. No sabía hacer otra cosa más que quemar su cuerpo por dentro. Quería morirse. Recetas. Cocinar para otros. Busca todos los medios de gastar lo que absorbe, de frenar un aumento de peso que ya no controla. Le da miedo curarse. Se aferra a esa enfermedad como si fuese el único modo de existir.

Y no sólo lo anterior, pues la autora aún dice mucho más. Sino todo el libro hacía que de vez en cuando se me saltasen las lágrimas porque el personaje de este relato, Laure, no sólo era la propia autora, sino también mi hija, a quién veía en esas actitudes.
Es una historia dura, y así la puede sentir cualquier lector, pero si conoces la enfermedad, aún entiendes más cada palabra, haciendo el dolor que transmite más intenso.
El personaje de Laure (Delphine de Vigan) lucha consigo misma para vencer la anorexia. Elige entre vivir o morir. Sabe que la vida puede reanudarse. Pero le da miedo salir de eso y no salir. Ha aceptado la hospitalización para mitigar el sufrimiento, para ganar lo justo de peso y sobrevivir, pero no para curarse. Encuentra el apoyo del Dr. Brunel, a quien necesita como refugio. Él le otorgó confianza. Ella está en el camino que la devuelve a la vida. En el hospital se siente protegida del mundo. Todos los días las mismas ocupaciones, las mismas rutinas. Es lo que necesitaba para acabar con la angustia y la soledad. El peligro es encadenarse a la enfermedad. Quedarse ahí protegida de la angustia que corroe el alma. Hasta que se da cuenta de que ya no es cuestión de sobrevivir sino de curarse. Quiere gritar hasta quedarse sin aliento el terror que le da haber llegado hasta ese punto. Quiere curarse.
Un aspecto que me ha hecho sufrir todavía un poco más ha sido la relación con su familia, cuando cuenta que ha crecido marcada por suicidios familiares, su propia madre quería morirse. La mala relación con el padre y la madrastra. El que quería hacer daño a sus padres. Que con su madre llevaba años sin apenas hablar. Me han parecido situaciones muy duras y traumáticas.
En conclusión, es una historia impactante, que habla de una enfermedad de la que son más conocidos algunos tópicos que la realidad. Pero hay que saber que la anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria, es un trastorno mental, que tiene un montón de causas, tiene factores predisponentes, precipitantes y mantenedores. Por lo que no hay que confundir con una moda o un capricho de adolescentes. Por tanto, recomiendo este libro porque hace una descripción del proceso de la enfermedad muy cercana a la realidad.

Algunas frases del libro:
“Hay que luchar consigo mismo para entender algún día que se está luchando por uno mismo.”

“Va echando grasa, poco a poco. No obstante, resulta aterrador. No se opone, pero el proceso ha de ser lento. Si el cuerpo va más aprisa que la cabeza, la cabeza se niega, se defiende, ordena al cuerpo que pare. Le ordena que se amotine. Durante unos días el peso se estanca.”

“Se siente atrapada en un cuerpo que la engaña y la domina.”

“Si no piensas, todo va bien.”

Contracubierta o parte de la misma:
La primera novela de Delphine de Vigan, publicada en el año 2001 con el pseudónimo de Lou Delvig por razones familiares, cuenta, en una intensa e inquietante primera persona, la historia de una joven anoréxica de diecinueve años. El relato que Laure hace en su diario de un cuerpo al borde de la muerte, un cuerpo vaciado que se hiela de frío durante sus primeros días en el hospital, con sus treinta y seis kilos de peso y su metro setenta y cinco, es verosímil y perturbador.
Desde las primeras líneas de la novela el lector se sumerge en la historia sobrecogedora de una verdadera metamorfosis. Acompaña a la joven a través de su recuperación y de su aprendizaje: volver a comer es aprender a ingerir los alimentos pero, ante todo, a sentirse poseedora de un cuerpo susceptible de despertar el deseo de otro.
En el hospital, Laure establece una intensa relación de transferencia con el doctor Brunel que será determinante para su recuperación. Él inventa historias sólo para ella; y la joven va desgranando detalles de su biografía que acercan al personaje a la propia Delphine de Vigan, y a “Nada se opone a la noche”, su fascinante biografía novelada. Y aun pudiendo ser leída como parte de aquélla turbadora, apasionante saga familiar, esta novela de trama mínima es también una poderosa bildungsroman, un despertar a la vida y al amor, donde el viaje de su protagonista es interior y se desarrolla entre las cuatro paredes de un hospital.

Nota personal: pongo el enlace a una página donde otra madre con una hija que también tiene anorexia está recogiendo firmas para que prohíban las páginas pro-anorexia y pro-bulimia en internet  (pinchar aquí)

Traducción de Javier Albiñana


28 comentarios:

  1. Es muy interesante y tiene que estar muy bien escrito para que hayas podido leerlo. Mucho ánimo con tu hija, seguro que conseguiréis controlarlo. A la autora ya la tenía apuntada con Nada se opone a la noche.
    Besos

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    1. Norah Bennett: el que comentas también lo tengo apuntado.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  2. Blanca, realmente ha tenido que ser muy duro leer este libro teniendo el problema tan cerca como lo tienes tú. A mí me tocó profundamente y me ayudó a entender mejor una enfermedad sobre la que se frivoliza demasiado en ocasiones.
    Besos

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    1. Manuela: pensé que era el momento de leer este libro, y acerté.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  3. Madre mía, mucho ánimo. Me gusta esta recomendación, con tu permiso me la llevo para la sección La reseña favorita.
    Saludos!

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    1. Carmenzity: permiso concedido :)
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  4. Ánimo con tu hija, tengo otro título de la autora seleccionado para estrenarme con ella. Si me gusta repetiré con este. Un beso y mucha fuerza.

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    1. Meg: ya había leído buenas opiniones de esta autora, y ahora las comparto.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  5. Ha tenido que ser muy duro leer este libro. Mucho ánimo con tu hija. Y desde luego el libro me lo llevo bien apuntado.
    Besotes!!!

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    1. Margari: la autora refleja muy bien la realidad de esta enfermedad.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  6. Habiendo leído Nada se opone a la noche, imagino la crudeza del testimonio de este libro. Esta autora tiene, sin duda, la capacidad de mostrar lo más crudo del dolor y el sufrimiento personal sin ambages ni disimulos. Una lectura dura, lo supongo. No sé si me decidiré a leerlo algún día.
    Saludos.

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    1. Inmaculada: desde luego en este libro ha mostrado todo su interior.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  7. Tengo otro título para leer de la autora y este se presenta duro, la verdad, entiendo lo que nos cuentas, dos personas relativamente cercanas tuvieron un trastornos alimenticios y soy consciente de lo difícil que es (para la familia y la propia persona). Tremendo. Entiendo que si has leído la novela es porque, en cierta medida, las cosas van hacía adelante y me alegro mucho, por las dos. Mucho animo y gracias, por la reseña y por compartir.
    Besos

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    1. Marilú Cuentalibros: es un camino largo, y cualquier mínimo avance es muy bueno. Como lo ha sido leer esta novela.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  8. No conocía el libro, pero sí que conozco la enfermedad, aunque seguro que no de la forma que lo vives tú. Si tú consideras que su tratamiento es real, es una garantía para mi.
    Fortaleza y ánimos para acompañar a tu hija en la superación de una enfermedad como la anorexia.

    Un abrazo!!

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    1. U-topia: todo lo que he leído en este libro me ha parecido muy cercano a la realidad que conozco, exceptuando el ingreso hospitalario, porque de los años 80, que es cuando habla la autora, a ahora lo que yo conozco es distinto. Por lo menos en mi ciudad hay una Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria UTCA.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  9. Me llevo el título sin dudar, yo misma he padecido trastornos alimenticios y me interesa mucho conocer otras experiencias. Eso sí, está claro que hay que ir preparada emocionalmente.
    Mucho ánimo con tu hija, es posible superar esta enfermedad y el duro camino a la recuperación merece la pena.
    Un beso enorme, si en algo puedo ayudar contáctame sin dudar ;-)

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    1. Anuca: sí, es una lectura en la que necesitas estar bien anímicamente.
      Espero que hayas superado todo.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  10. La verdad esque es un libro que hay que tener mucha fuerza para leerlo a mi también se me han saltado las lágrimas en algún momento . Como médico que soy seria una torpeza por mi parte no reconocer que es una enfermedad que requiere de todo un apoyo por parte de todos , de reconocer de que el peor de los miedos es al propio miedo por lo demás en este caso no voy a comentar nada mas . Un beso

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    1. M Dolores Ferri: es muy importante el apoyo de la familia y de las personas más cercanas. Pero, sobre todo, el tremendo esfuerzo del propio enfermo por vencer sus miedos.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  11. En el anterior instituto en el que trabajé, organizamos varias charlas con psicólogos para los padres. Teníamos dos casos de adolescentes con problemas de conducta alimentaria. Sé por lo que debes estar pasando, pero te digo que las dos lo han superado. Ten esperanza y seguid luchando. Se puede salir.
    Un abrazo, Blanca!!

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  12. Este no lo he leído, en cambio leí en el que habla de su madre Nada se opone a la noche, y me pareció un ejemplo magnífico de literatura
    Besos

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    1. MIentras Leo: tengo ganas de leer el que comentas, porque me ha gustado mucho como escribe esta autora.
      Un abrazo

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  13. En primer lugar, mucha fuerza en este proceso que estás viviendo. Y gracias por compartir una reseña así. Creo que debió de ser muy duro sacarse el pudor para la autora y escribir una novela así, y precisamente ahí reside su grandeza. Te animo a leer mucho Nada se opone a la noche, en la que profundiza en historias familiares y en la relación con su madre. Me marcó mucho ese libro. Días sin hambre será la próxima novela que lea de ella.
    Un abrazo!

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    1. Ismael Cruceta: sí, yo también creo que esta mujer ha tenido mucha fuerza para relatar tan sinceramente su experiencia.
      Y sí leeré el otro libro que comentas. Porque creo que complementará el que he leído.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo

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  14. Blanca:
    ¡que dura debe haber sido la lectura! pero me alegro saber que van en mano de especialistas y que tu hija ya esté venciendo a la enfermedad.
    Lo anoto ¡gracias por la reseña tan personal!
    un beso,
    Ale.

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    1. Ale: cuando lo leí no tenía claro si comentarlo en mi blog, pero hay que seguir hacia adelante, y además es un libro que merece ser leído porque es muy cercano a la realidad.
      Un abrazo

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