De esta autora leí “Rosa candida” (reseña aquí). En el que ya trata el tema de la búsqueda de identidad, que refleja en un viaje interior del joven protagonista.
Ahora en este libro ha vuelto a tratar esos temas, pero con un argumento muy diferente y en un contexto mucho más impactante, pues de trasfondo rondan dos conceptos que no dejan indiferentes: suicidio y guerra.
Un relato narrado en primera persona por Jonás, un hombre de 49 años, insatisfecho consigo mismo, que está perdido, sin ánimo de seguir y que necesita huir. Hasta ese momento en que decide emprender su viaje, su vida ha pasado por un divorcio, tiene una hija de 26 años, y su madre está en una residencia, pues es muy mayor y ha perdido memoria, pero aún le da buenos consejos a su hijo. En realidad, el único contacto de Jonás con el mundo es su vecino Svanur.
Si en esa primera parte se transmite las circunstancias que le llevan a tomar ciertas decisiones que muestran la desesperanza y como una persona pierde el sentido de la vida. A partir de que llega al Hotel Silencio, que está en un país devastado por la guerra, se va viendo la transformación que se produce en sus pensamientos y actitudes, al relacionarse con otra gente que ha sufrido tanto por la guerra, hace que se vea a sí mismo de otra manera, el cómo se siente él es casi una pequeñez al compararlo con las cicatrices que llevan a cuestas esas personas. May, Fifí, el niño, las mujeres y otros personajes, le van dejando huella, al protagonista y al lector.
El tema de las consecuencias directas e indirectas de una guerra hace reflexionar sobre aspectos que ponen la piel de gallina, como el proceso tan rápido de extensión del odio en la sociedad desde que estalla un conflicto armado. O la destrucción, no solo material, sino aún peor de vidas, y más doloroso es en que situación quedan los supervivientes.
Intercaladas en la novela hay algunas citas, las cuales al final del libro, la autora las comenta. Por ejemplo, hace referencia a unos versos de un poeta al que dispararon y enterraron en un lugar desconocido. Creo que no hacen falta más explicaciones para saber a quién se refiere.
Este libro me ha gustado mucho más que el otro que leí, me ha calado más hondo, y he conectado más con los personajes. Lo que no me cuadra es que en la contracubierta ponga que es oscuramente divertida y comedia negra. Vale que el protagonista tiene ciertas situaciones que podrían rozar esos calificativos, pero para mí, los temas del suicidio y de la guerra tienen mucha importancia y no comparto esas opiniones.
Algunas frases del libro:
“Los culpables somos nosotros: los que sabemos, pero no actuamos.”
“En lugar de dejar de existir, podrías dejar de ser tú y convertirte en otro.”
“Ahora, ese mismo bosque, sembrado de minas, se ha convertido en una trampa mortal. Los que se aventuran a entrar en él no ven brotar las hojas de los árboles. Para calentar las casas, la gente prefiere levantar el parqué antes que ir a por leña.”
“Cada sufrimiento es único y diferente, por eso no se puede comparar uno con otro. En cambio, la felicidad es toda muy parecida.”
Contracubierta o parte de esta:
Todas sus certezas familiares, todos los pilares que sostenían su vida, no solo han demostrado ser frágiles, sino que un solo golpe los ha echado abajo. Visto que solo su particular habilidad para las reparaciones y las chapuzas domésticas sigue teniendo algo de sentido, Jonás decide agarrar su caja de herramientas y hacer un viaje solo de ida a un país extraño y devastado por la guerra para desaparecer y darle un fin definitivo a esta triste existencia. Pero los desperfectos en el Hotel Silencio en el que se aloja comienzan a requerir sus atenciones, y también lo hacen los huéspedes, y los habitantes de la ciudad, y su plan se aplaza una y otra vez.
Traducción del islandés de Fabio Teixidó
Título original: Ör
Imagen de cubierta: Nathan Burton
Hola! No conocía el libro pero lo cierto es que no me atrae mucho y tampoco es mi estilo de lectura así que no creo que me anime con él. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Pues creo que me pasó como a ti. Rosa cándida me gustó, pero no llegué a hacerme totalmente con él y con sus personajes. Lo leí hace unos diez años, pero la sensación que me quedó en el recuerdo es esa. Puede que esta novela me guste más. Aunque tengo ya hace tiempo otros dos en mi lista: La escritora y La excepción. Igual debería ir sacando de la lista a la vez que apunto.
ResponderEliminarUn beso.
Por lo que cuentas, de divertido poco... Pero tiene muy buena pinta. Tomo nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Por lo que cuentas, eso de oscuramente divertida y comedia negra no le pega mucho. Tomo buena nota de este título, que me dejas con curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta esta autora, lo que escribe y su modo de escribir. Leeré este libro, sin duda.
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