Cuando la narración de una historia consigue meterte en el interior de un personaje, hace que acabes siendo partícipe de sus sensaciones, y en cierta manera empatizas con él, en este caso ella, Nuria. Una mujer treintañera que arrastra traumas infantiles y que lleva demasiado tiempo cargando con ellos. Como es su miedo a las avispas, el cual intenta vencer aliándose con ellas. Para conseguirlo, las dibuja en mil y una caracterizaciones, lleva años haciéndolo. Una reacción que tiene su simbolismo. Además pasa por un momento de crisis profesional y de relación con su pareja, que no contribuye a mejorar su estado de ánimo.
Los capítulos se alternan con unos contados en primera persona, los que se refieren al presente. Y otros en tercera persona, dirigiéndose a la protagonista, los que hablan del pasado. De esta manera el lector va componiendo el mapa de la vida de Nuria. Mientras nos llega la angustia que siente, pues hay algo que le pesa demasiado, le es costoso llevar el pasado a cuestas. Eso ha hecho que no sepa adonde va, que tenga mucha inseguridad, y que sufra por ello. Teniendo sensaciones de ahogo y pena acumulada.
Me ha gustado este relato intimista que nos lleva por las relaciones familiares, en las que juega un papel importante la relación de Nuria con su madre, y la ausencia del padre. En una infancia que redescubre de adulta, ayudándole en esa búsqueda de identidad, de no saber quién es, en un viaje a su interior que le ayudará a encontrar la verdad.
Por cierto, la imagen de la cubierta pertenece al álbum familiar de la autora, pero el pasado mes de agosto instagram la censuró y ocultó el hashtag con el título de la obra. Yo personalmente no estoy para nada de acuerdo con esta censura.
Algunas frases del libro:
“La sensación de estar viviendo una vida que ni siquiera es mía.”
“Quizá un pincel como el que usan para limpiar los fósiles debería bailar sobre esos recuerdos para eliminar los años polvorientos que los cubren, las capas de mierda.”
Contracubierta o parte de la misma:
Despedida de la revista en la que trabaja a causa de los recortes, Nuria debe enfrentarse a algunas de las obsesiones que marcaron su infancia. Una misteriosa llamada telefónica lo desencadena todo. Su verdadero padre, del que ella y su hermano Raúl perdieron el rastro hace años ha reaparecido. Y está en la UCI. La infancia luminosa con él, los encontronazos con su madre, su miedo a las avispas –un terror que Nuria conjura dibujándolas compulsivamente–, emergen con fuerza, en contraste con su vida presente, insegura y precaria, Nuria va a descubrir por fin la historia oculta de su progenitor, los motivos por los que la abandonó. Tal vez así pueda entender muchas cosas y darse una segunda oportunidad cuando plante cara a los últimos avisperos del jardín.
Ilustración de la cubierta: archivo fotográfico de la familia Ferrer Molina
Lo de Instagram es para echar de comer aparte.
ResponderEliminarEn fin, que el libro tiene buena pinta y me gustan estos dramas en los que el lector conecta con el personaje. Me lo apunto.
Besos
Hola! No conocía este libro pero lo cierto es no termina de atraerme del todo el argumento así que esta vez lo voy a dejar pasar. Gracias por tu reseña. Me alegra que te haya gustado y hayas logrado meterte en el personaje.
ResponderEliminarUn saludo!
PUes no me sonaba de nada. Me gusta cuando un autor consigue que te metas de lleno en los personajes, así que bien apuntada me la llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Parece una novela interesante y el título es precioso. me han quedado ganas de saber qué es lo que le pesa (y le pasa) a Nuria y de su relación con su madre. Mira que dan de sí las relaciones madre-hija en novela.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola!
ResponderEliminarNo lo conocía, pero me gusta lo que cuentas, así que va para la lista de deseos^^
Y lo de Instagram, a estas alturas, no me sorprende..., tampoco estoy de acuerdo.
¡Un saludo!
Hola, me gustan los relatos intimistas y este no lo conocía. Apuntado queda. Besinos.
ResponderEliminarLa tengo en casa y me han hablado muy bien de ella. Tu reseña me ha recordado que la tengo que leer. Lo de Instagram, es del todo incomprensible. Besos
ResponderEliminarA este libro me lo voy a comprar, me gustan los relatos.
ResponderEliminarGracias por el descubrimiento. A priori no lo habría leído, pero ahora, si lo veo en la biblio me lo traigo. Un abrazo!
ResponderEliminarVaya, qué curioso lo de la censura de Instagram.
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