Este
libro ha sido una relectura, porque es el que ha tocado en el club de
lectura, y yo recordaba la sensación de ternura que me dejó hace ya
casi 30 años cuando lo leí por primera vez. Pero ahora, aunque
también me ha transmitido lo mismo, pues tiene detalles entrañables,
sin embargo esta vez me ha llamado la atención el vocabulario tan
machista usado por el personaje principal cuando habla de las
mujeres, y la opinión que da sobre ellas. Supongo que entonces ni
yo, ni creo que la sociedad, éramos tan conscientes de ello, pues
había ciertos comportamientos que entraban dentro de la
“normalidad”. Menos mal que hemos ido evolucionando y se están
cambiando las actitudes.
Volviendo
al argumento del libro, el protagonista es Salvatore Roncone, un
hombre al que describe como bastante mayor (aunque tan solo tiene 60
y pocos años), campesino calabrés, que está enfermo y su única
ilusión es que se muera antes su rival del pueblo, Cantanotte. Por
su enfermedad se traslada a vivir a Milán con su hijo y nuera,
quienes tienen un niño pequeño, Bruno. Esta circunstancia hará que
sienta mucha añoranza de su tierra, del sur, pues la vida en la
ciudad es muy diferente.
Su
historia es la de un hombre que se hizo partisano por una mujer a la
que torturaron los alemanes, y que ha vivido con sus recuerdos de
entonces, que le han llevado afrontar la vida como si siguiera siendo
partisano.
Pero
será su nieto, su Brunettino, quien le cambiará la vida, la forma
de afrontar la vida. Aprendiendo de él. Sacando a flote la ternura,
el amor, el cariño, pues este pequeño es todo corazón. A su vez
florece en su interior la melancolía, la nostalgia de su Calabria
natal, de su hogar. Y los cambios en su carácter también tienen la
influencia de una mujer, Hortensia, que acabará de llenar los vacíos
que tiene su alma. Influyendo positivamente en la relación que tiene
con su hijo y con su nuera, a quienes sorprenderá cuando sepan lo
que hace fuera de casa, y las amistades que tiene.
Es
un relato lleno de momentos vitales, en los que veremos la evolución
de este aparentemente gruñón hacia la paz consigo mismo.
Algunas
frases del libro:
“La
madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan
compañeros, como sobre un camino, por ese tiempo que les está
uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida,
mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de
las estrellas.”
“¿Cómo
puede tener fin la vida de robles y de águilas como su padre? Aquel
hombre fue el cielo en sus alturas: huracanado, arbitrario,
implacable a veces; pero también generoso, creador, benéfico... Se
aferró a la vida con abrazo de oso; la bebió a bocanadas... ¡Y se
apaga esa hoguera!”
“En
mi tierra es donde yo soy yo.”
Contracubierta
o parte de la misma:
"El
relato de La sonrisa etrusca, aunque ambientado en Italia, tiene
todas las características de una historia humana universal, rodeada
de un meditado trasunto mítico al que toda sensibilidad puede
acceder..."
Revista
Leer
Cubierta:
Yzquierdo
Hola! Había oído hablar del libro pero nunca me ha atraído así que no creo que me anime. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Hace muchos años que lo leí, no tengo tiempo para relecturas, y en mi club de lectura solemos escoger novelas más actuales, sobre todo porque nos acompaña el autor, pero supongo que me pasaría igual que a tí, que ahora me saltaría a la cara el lenguaje machista del protagonista, hace unos años podía molestarnos, pero no eramos tan conscientes de él
ResponderEliminarEs que nadie es tan adelantado a su época y si además el personaje lo requería...
ResponderEliminarMe gusta eso de que el niño lo transforme
. Los niños son personajes fabulosos cuando están bien retratados. Una pena que no fuera mejor la relectura.
Besos
Un libro magnífico. Tú has recordado la lectura que hiciste hará 30 años quizás -es mera hipótesis- porque en el Instituto tu profesor o profesora de lengua y literatura te lo exigiese. Yo, al leerte, no he podido por menos que verme a mí mismo, ya años atrás, recomendando a mis alumnos su lectura.
ResponderEliminarSampedro muestra en esta novela una sensibilidad y unos personajes muy bien diseñados. La relación padres - hijos en la sociedad actual, la llegada de la enfermedad y la ruptura que impone del statu quo, la relación abuelo-nieto... Todo es magnífico en esta novela
Besos
Me lo regaló una ex-amiga hace unos años y la verdad es que no he encontrado el momento de ponerme con él.
ResponderEliminarBesos.
Yo lo leí hace muchísimos años y me encantó. No sé qué me depararía una relectura, seguro que no lo veía de la misma forma
ResponderEliminarBesos
Muy feliz Navidad💚
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarEs el típico libro del que he oído hablar muchísimo pero que aún no he leído. Sé que lo leeré, puede que lo añada como propósito este año.
Por cierto, es interesante lo de leerlo treinta años después, ver cómo cambia uno por lo que dices sobre el protagonistas y sus comentarios machistas. Eso me pasó con Cumbres borrascosas, lo leí nueve años después y fui más consciente de los propios personajes, además de gustarme mucho más.
¡Un saludo!