A
simple vista esta novela cuenta las aventuras y desventuras de un
futuro escritor durante el verano del 63 en Granada. Las de un joven,
León Egea, de 20 años, estudiante de filosofía y letras, que no
quiere regresar a su pueblo en las vacaciones estivales porque
prefiere quedarse en la ciudad, donde empieza a trabajar en la
editorial Universo vendiendo enciclopedias.
Frecuentemente
nombra a su profesor de literatura, Ignacio Rubio, haciendo
referencia a sus consejos. Por lo que dentro de la narración
menciona cualidades para ser un buen escritor, así como también
curiosidades de algunos escritores, como Valle-Inclán que utilizaba
siempre tres adjetivos seguidos, o de Juan Ramón Jiménez que todas
las palabras con g las escribía con j, como su “Antolojía”. De
esta manera León ya tiene sus propias manías, como es no poner en
mayúscula las palabras relacionadas con la iglesia. Y destaca una de
las recomendaciones de su profesor: “mirar, observar, escribir.”
También
hay partes dedicadas al mundo de la venta de enciclopedias, donde su
compañero Vicente es un gran experto y se convierte en su mentor,
explicándole y mostrándole su estrategia de venta. Curiosa e
instructiva sin duda.
Y
por supuesto hay relaciones amorosas para el joven protagonista.
Pero
hay mucho más debajo de esta sencilla historia camuflada bajo los
calores estivales, de repente un giro inesperado la convierte en un
complejo entramado, que hará que León recuerde siempre la geografía
de ese verano.
Algunas
frases del libro:
“Uno
vive cada día de acuerdo con la actualidad de su meta.”
“El
saber afecta a los grandes asuntos filosóficos, tanto como a las
cosas modestas de la vida cotidiana.”
Contracubierta
o parte de la misma:
En
el verano de 1963 España se muestra triste, espesa y encogida. El
tiempo parece haberse detenido en el calendario y a todos les duelen
los pies al caminar por la vida, como si les hicieran daño los
zapatos. Pero en cualquier momento la suerte puede cambiar: por las
grietas del presente gotea un poco de esperanza.
Este
verano seco, caluroso y desatinado es el del despertar de León Egea.
Alejado del ambiente claustrofóbico de su pueblo y herido por la
literatura, comienza a trabajar en la editorial Universos y vive su
primer amor. En los momentos difíciles es importante apostar por el
futuro en cómodos o incómodos plazos. Porque el futuro no será de
los indiferentes.
Disfruté muchísimo con esta novela. La prosa de Montero, la ambientación... Fue de mis mejores lecturas del año pasado.
ResponderEliminarBesos.
Una más que tengo pendiente. Un beso ;)
ResponderEliminarSigo prefiriendo al García Montero poeta, pero esta es una novela muy curiosa, iniciática, poética, con gran sentido del humor, también política. Y muy bien escrita. Muy recomendable.
ResponderEliminarAlbert Esteban: tengo que descubrir su faceta poética.
EliminarUn abrazo
No la conocía. Me la llevo apuntada.
ResponderEliminarSiempre es un placer leer a García Montero, ¿verdad?
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: reconozco que es lo primero que leo suyo, pero no será lo último.
EliminarUn abrazo