Esta
corta novela plantea muchas reflexiones sobre los límites de la
generosidad, la paciencia, los sacrificios que exige la amistad.
Creando a su vez preguntas en relación a cómo actuaríamos en una
situación así, tanto desde el punto de vista de Helen, que prepara
con todo el cariño del mundo la habitación de invitados para su
amiga Nicola. Como desde el sentir de ésta y cómo lleva su
enfermedad.
Helen
duda de la medicina alternativa, pero está al lado de su amiga.
Aunque llega un momento en que se ve desbordada, necesita ayuda, pues
ella sola no puede cuidar a Nicola.
Mientras,
Nicola, que está muy enferma no quiere saber nada de los cuidados
paliativos porque piensa que es lo último antes de la muerte. Y
creer que se puede curar es su salvación, si no es como abandonarse
y rendirse. Así se agarra a un clavo ardiendo por no aceptar que
está muy enferma y que tiene la muerte cerca.
Dentro
de la dureza de la historia, en momentos puntuales, aparece un
personaje, la nieta de Helen, que es como un pequeño soplo de aire
fresco, pues tiene la gracia y la naturalidad infantil. Y dentro de
esa espontaneidad protagoniza una escena en la que charlando con su
abuela reflexiona sobre la muerte. Momento que no me ha dejado
indiferente.
Algunas
frases del libro:
“La
miré allí tendida en el sofá azul lavanda, luchando por disimular
el terror, y el corazón se me encogió de pena, amor y rabia.”
Contracubierta
o parte de la misma:
Helen
prepara con esmero el cuarto de invitados a la espera de la llegada
de su vieja amiga Nicola, tan bohemia e independiente como ella.
Nicola va a quedarse tres semanas para someterse a un tratamiento de
medicina alternativa, aunque muy pronto se hace evidente que se
encuentra más enferma de lo que ella misma está dispuesta a
aceptar. Por su parte, Helen, convertida en enfermera, ángel de la
guarda y juez, apenas puede disimular su disgusto por la extravagante
cura en la que su amiga confía ciegamente. El desacuerdo entre ambas
no sólo genera una inesperada brecha en su amistad, sino que las
mueve a reflexionar hasta qué punto están dispuestas a sacrificar
los intereses propios por ayudar a otra persona, poniendo en peligro
un estilo de vida al que no desean renunciar.
Traducción
del inglés de Isabel Ferrer Marrades
Me gusta la sinopsis, podría ser interesante. Un beso ;)
ResponderEliminarAhora mismo no estoy para una lectura así pero me lo llevo para otro momento.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que suena a despedida y pro supuesto a que será triste pero me gustaría conocer la amistad de ambas y leerla.
ResponderEliminarBesos
No me veo con ella de momento aunque no la descarto.
ResponderEliminarBesos