El humor negro es
la esencia de esta novela, que trata un tema tan serio como el suicidio en un
tono irónico, pero dirigiendo al lector hacia la reflexión sobre cómo entender
la vida y pensar en el futuro. Y lo hace de una manera sencilla riéndose de las
propias situaciones.
El autor es
finlandés y se basó en la alta tasa de suicidios que hay en su país para
escribir esta desconcertante historia.
Los personajes
tienen en común que sienten la soledad, desesperación, abandono, tienen baja
autoestima, viven en sus pequeños mundos, los problemas les parecen enormes, y
creen que son el único pobre diablo en el mundo. Personas desesperadas que se
enfrentan a cuestiones fundamentales. Pero cuando se encuentran se dan cuenta
de que hay más gente como ellos. Comenzando una nueva etapa, donde hablar,
compartir el tiempo y el inicio de un viaje juntos irá transformando su
existencia. Aunque la formación de este escuadrón suicida tiene un objetivo que
es la muerte colectiva y feliz. Pero hasta llegar a ese final, que tanto
desean, viven en una continua terapia de grupo, donde juntos intentan hallar
consuelo a su sufrimiento.
Antes de leer este
libro pensé que no me gustaría, pues el suicidio es un asunto muy impactante y
tenía mis dudas sobre como lo trataría el autor. Pero confieso que he pasado un
buen rato de lectura, tiene su gracia, ¡ojo! siempre predomina el humor negro.
Consiguiendo llevar al absurdo ciertas situaciones, y a la vez transmitiendo
que la vida puede ser más luminosa y con un mensaje sobre las ganas de vivir.
Así que dentro de la negrura que produce la palabra suicidio, esta novela es
optimista.
Algunas frases del
libro:
“Un intento de
suicidio es algo que puede unir a los seres humanos.”
“Ver la muerte cara
a cara aumentaba las ganas de vivir.”
Contracubierta o parte de la misma:
“Lo
más importante en esta vida es la muerte, y ni siquiera ésta es realmente
importante.” Siguiendo este reconfortante dicho, y tras una vida oscura y
mezquina, miles de finlandeses se lanzan anualmente precipicio abajo o ponen
fin a sus vidas en el típico granero finés, inhalando dióxido de carbono del
tubo de escape
Traducción del
finlandés de Dulce Fernández Anguita
Ilustración de la cubierta: Kain
Ilustración de la cubierta: Kain
Leí La dulce envenenadora del autor y su humor me pareció distinto al hanitual, no sé si por lo cultural pero me gustó descubrirlo. Este lo tengo pendiente creo que me gustaría.
ResponderEliminarBesos
Marilú: si ya has leído al autor, y su humor ha conectado contigo, entonces si te gustará esta novela.
EliminarUn abrazo
Me llama mucho la atención así que me lo apunto que el humor nunca está de más,aunque sea incluso con estos temas.
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: desde luego el tema es delicado, pero no quita que tenga su parte simpática y deja un sabor optimista.
EliminarUn abrazo
Yo también leí La dulce envenenadora y bueno, me gustó pero esperaba otra cosa. Tendré que darle otra oportunidad.
ResponderEliminarBesos.
Tabuyo: bueno, entonces a ver si en esta ocasión acierta más con lo que esperas.
EliminarUn abrazo
Huy, con lo que me gusta el humor negro, este me lo apunto.
ResponderEliminarEspe: tiene su punto.
EliminarUn abrazo
La tengo apuntada hace tiempo, aunque creo importante encontrar un momento de especial optimismo para iniciarme su lectura. La tendré en cuenta, tal vez, para las próximas vacaciones.
ResponderEliminarSaludos.
Inmaculada: pues cuando encuentres el momento creo que puedes pasar un buen rato de lectura.
EliminarUn abrazo
Lo he sacado un par de veces de la biblioteca porque de verdad me llama la atención, pero al final se me acaba el plazo y no consigo hacerle hueco. Intentaré que la próxima vez sea la definitiva. 1beso!
ResponderEliminarTizire: si es que se nos acumulan las lecturas :)
EliminarYa nos cuentas si consigues leerlo.
Un abrazo
A mi este libro me gustó un montón, tanto que tengo pensado releerlo en breve. Con él descubri al autor, todo un descubrimiento.
ResponderEliminarBesos
Ana Blasfuemia: sí, a mi no me importaría leer algo más suyo.
EliminarUn abrazo
Se parece un poco en la idea a Verónica decide morir, de Coelho. Nunca sé qué hacer con el humor negro, si reírme o no, así que no descarto la lectura. Besos
ResponderEliminarNorah Bennett: en esta novela creo que te reirías, pues raya un poco lo absurdo.
EliminarNo conocía ese libro de Coelho.
Un abrazo