No es un libro para cualquiera, por el bajo estado de ánimo
que deja, en esta novela sí he llorado. Pero sí es una historia que todos deberíamos
conocer, porque nos presenta la realidad que vivieron muchos lituanos que
fueron deportados a Siberia cuando Stalin gobernaba en la Unión Soviética, en
aquellos años cuarenta del siglo XX cuando entre él y Hitler se repartieron
Europa. Y los Estados bálticos desaparecieron de los mapas atrapados entre el
imperio nazi y el imperio soviético, olvidados por el resto del mundo, y con
ellos 40 millones de personas. Duro y sobrecogedor.
La autora a través de las vivencias de su padre y de otros
lituanos, investigando y documentándose muy bien, ha escrito una novela muy
conmovedora, con escenas duras y crueles, que hacen sentir el dolor y la
desesperación de la gente. Narrada por una adolescente que no entiende por qué
los sacaron de sus casas y por qué estaban en una lista, que intentará emular a
su madre manteniendo la esperanza gracias a que cada vez que parecía que iban a
caer en el abismo de la desesperación ocurría algo mínimamente bueno que les
salvaba de la caída. “Optimismo” que tiene su contrapartida con el personaje
del señor Stalas quién representa la angustia, la desesperación, el fracaso y
la derrota.
Páginas tras página nos encontramos con personajes de todas
las edades que se alimentan de basura y podredumbre, que sólo por el hecho de
estar vivos piensan que están a salvo en el infierno. Mientras la muerte había
empezado a extenderse entre ellos.
Según iba leyendo una vorágine de imágenes acudían a mi
mente, empezando por una de las primeras escenas, cuando paran con el furgón
delante de un hospital y piensan que van a atender a un herido, pero están
esperando a que una mujer dé a luz para llevársela junto al bebé al camión. No
quiero entrar en más detalles porque no
quiero descubrir mucho del contenido, pero es uno de los momentos que me han
parecido más crueles, duros y tristes. Aunque vendrán otros similares después.
Pero entre tanto dolor y desgracia nos encontramos con momentos de paz, o por
lo menos con momentos para descansar la mente, la autora intercala pequeñas
historias que son recuerdos de Lina, que suavizan la dureza del relato, y por
unos segundos te dejan respirar profundamente y pensar qué más les puede
suceder ahora. ¿Cuándo acabará todo?
Ellos esperan que los salve el resto del mundo cuando se
enteren de lo que está pasando, pero el mundo no tenía ni idea de lo que
estaban haciendo los soviéticos. No saben si cuando Hitler entre en Lituania
será mejor, peor o igual que Stalin. Y sólo lo sabrán los que consigan
sobrevivir a este horror.
Me ha impresionado leer este libro, porque me ha acercado a
una realidad sobre la que apenas había leído nada, no como sobre el Nazismo,
del que hay, o por lo menos he leído, muchos más libros, y visto más películas.
Me ha impactado la cifra de 40 millones de personas. Me ha sobrecogido el que esperaban
que les salvase el resto del mundo, y se quedaron esperando, algo que no ha
cambiado a lo largo de los años en otros países donde han vivido o viven
situaciones parecidas. Es terrible que el ser humano cometa atrocidades contra
otros seres humanos. Es necesario que se cuente lo que pasó y lo que está
pasando. Para que en algún momento todo esto sólo sea un recuerdo.
Me ha gustado como la autora ha utilizado el dibujo y la
pintura como medio de expresión para reflejar los sentimientos de dolor, esperanza
y nostalgia. Tremenda e impactante esa comparación con el cuadro de “El grito”
de Munch cuando Lina ve en su mente que el rostro del cuadro era el suyo, no
necesita palabras para sentir el horror que estaba viviendo.
Una novela que recomiendo, que también la deberían leer los
jóvenes, a partir de 15 o 16, como “El diario de Ana Frank”.
Una historia que conmueve y entristece porque te hace sentir
junto a Lina, Jonas, Andrius y otros personajes los días grises y la negrura de
las noches.
Algunas frases del libro:
“Observé a todos los presentes. Tenían el futuro pintado en
la cara. Vi valor, rabia, miedo y confusión. Otros rostros solo mostraban
desesperación.”
“Volveremos a casa. No dejes de pensar en tu padre y en
nuestra casa. Tenemos que mantener vivo ese pensamiento en nuestros corazones.
Si lo hacemos, volveremos.”
“El sentido del humor es algo que no nos pueden quitar.”
“Mi profesor de arte nos había contado que si respirabas
hondo y te imaginabas algún lugar, podías estar allí. Podías verlo y sentirlo.
Durante nuestras protestas silenciosas ante el NKVD aprendía a hacerlo. Me
aferraba a mis herrumbrosos sueños durante esos momentos de silencio. A punta
de pistola, me abandonaba a la esperanza, me permitía a mí misma confiar y ser
optimista. Komorov pensaba que nos estaba torturando, pero lo que hacíamos era
concentrarnos en la quietud que se formaba dentro de nosotros mismos. Allí
encontrábamos las fuerzas para continuar.”
“El gris se nos había colado por debajo de la piel, formando
franjas oscuras bajo nuestros ojos.”
“Ya sea bajo Hitler o bajo Stalin, la guerra terminará con
todos nosotros. Lituania está atrapada entre los dos.”
“Aunque estaba oscuro, la blanca nieve iluminaba el paisaje
como si fuera de carbón. Pero eso era todo lo que podíamos ver, distintos tonos
de gris por todas partes.”
“¿Qué era más difícil, morir o ser el que sobrevive? Tenía
dieciséis años, era huérfana, estaba en Siberia, pero lo sabía. Era lo único
sobre lo que no tenía dudas, nunca: quería vivir. Quería ver crecer a mi hermano.
Quería volver a ver mi patria. Quería ver a Joana. Quería volver a sentir el
aroma de las lilas que la brisa traía hasta mi ventana. Quería pintar en los
campos. Quería ver a Andrius con mis dibujos. En Siberia solo había dos
escenarios posibles: el éxito significaba sobrevivir; el fracaso significaba
morir. Yo quería la vida. Quería sobrevivir.”
Contracubierta o parte de la misma:
La novela comienza cuando Lina y su familia son arrancadas a
la fuerza de lo que había sido su plácida existencia hasta ese momento, y los acontecimientos
se precipitan por una terrible espiral. Desde las primeras líneas, la poderosa
voz de Lina, su joven y valiente protagonista, nos arrastra. Su fuerza y su
voluntad de mirar siempre hacia delante nos impresionan. Pero, sin duda, su
dignidad y su determinación de ser ella misma a pesar de las circunstancias son
lo que nos conquista para siempre.
Solapa:
Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y
todo un verano por delante antes de matricularse en una escuela de arte. Pero,
de repente, una noche, la policía secreta soviética irrumpe en su casa y se la
lleva en camisón junto con su madre y su hermano. Su padre, profesor
universitario, ha desaparecido ese mismo día. Lina relata el largo viaje que
emprenden, junto cpn otros deportados lituanos, hasta los campos de trabajo de
Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo en el que plasma su
experiencia, con la esperanza de hacer llegar a su padre noticias para que sepa
que siguen vivos.
Yo hace tiempo que tengo fichado este libro, aunque todavia no he podido hacerme con el. Ademas tambien tengo que encontrar el momento para leerlo, porque como ya he leido en otras opiniones, debe cogerte de buenas. Besos
ResponderEliminarXula: esencial tener un buen estado de ánimo para enfrentarse a las páginas de esta novela.
EliminarUn abrazo
Me apetece muchísimo así que no creo que tarde mucho en leerlo. Parece uno de esos libros que llegan al alma :)
ResponderEliminarMarina: sí, llegan al alma y encogen el corazón. ¡Es que fue una realidad!. Tremendo.
EliminarUn abrazo
Lo tengo entre mis pendientes.
ResponderEliminarUn abrazo
Gise
Gise: yo también lo tenía en los pendientes y se cruzó conmigo en la biblioteca. Ni lo pensé, rápidamente para casa.
EliminarUn abrazo
Está entre mis pendientes de hace tiempo. Y después de tu reseña voy a intentar que no esté ya mucho tiempo en esa lista, que me parece que me va a gustar mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: ya nos contarás cuando lo leas. Es una historia que deja huella.
EliminarUn abrazo
Pues no la conocía, y la pongo entre mis pendientes. El tema de la segunda guerra mundial me interesa mucho.
ResponderEliminarBesos
Los libros de Eva: yo lo descubrí en otros blogs y desde la primera opinión me llamó la atención.
EliminarUn abrazo
De éste no tenía referencia alguna, pero tu reseña me ha despertado el interés, y no es que sea masoquista, es que ese tipo de historias siempre me ayudan a posicionarme y a valorar que, a pesar de todo, seguimos siendo unos privilegiados. Así que me lo apunto.
ResponderEliminarBesos!!
Antonio Cabello: desde luego no es lo mismo haber nacido en un país que en otro, y en una época u otra.
EliminarUn abrazo
Me pareció un libro precioso, lagrimón incluido. Lo disfruté mucho, aún siendo bastante crudo en algunas partes, me encantó =)
ResponderEliminarBesotes
Shorby: el que esté contado por una adolescente suaviza ciertas partes y lo hace más llevadero.
EliminarUn abrazo
No me canso de leer maravillosas reseñas, como la tuya, sobre la novela pero todavía no he logrado hacerle un hueco...
ResponderEliminarBesos,
Carmen: no sé como será tu lista de pendientes, pero este libro por lo menos es corto. Así que con un hueco pequeño te podrías apañar.
EliminarGracias.
Un abrazo
Le tengo cada día más ganas a este libro, todas las reseñas son muy positivas. Espero tener ocasión de leerlo.
ResponderEliminarBesos
Sandra: pues lo mismo en el momento menos pensado se te cruza en el camino y lo puedes leer.
EliminarUn abrazo
Tal y como lo cuentas, tiene muy buena pinta. Lo apunto para cuando sea!
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: pienso que te puede gustar. Ya nos contarás.
EliminarUn abrazo
No lo conocía pero pienso que me puede interesar, me animaré y ya te comentaré.
ResponderEliminarUn abrazo. María
María Ciancas: espero tu comentario.
EliminarUn abrazo
Pienso que hay partes de la Historia que aunque sean duras y te entristezcan, se deben conocer. Me ha gustado como pinta, lo buscaré.
ResponderEliminarUn beso
Dolores: es muy importante conocer la historia, y si son hechos como éste, evitar que vuelvan a suceder.
EliminarUn abrazo
Me encantó este libro, es cierto que es dura y triste, pero aun así hay que leerla y conocer la historia. Muchos besos.
ResponderEliminarGoizeder: novelas de esta temática son las que hacen que más gente conozca el pasado.
EliminarUn abrazo
Lo tengo entre los pendientes, pero me echa un poco para atrás que sea demasiado triste, aunque parece que a pesar de ello merece la pena. Besos
ResponderEliminarPilar González: es una historia dura y triste porque refleja una realidad que vivieron millones de personas, pero precisamente por eso debe ser leído, para recordar, reflexionar y, sobre todo, desear que no vuelva a ocurrir nada parecido.
EliminarUn abrazo
Un libro que deja huella, lo lei hace un par de meses y me encanto. Y ahora encuentro tu blog y aquí esta tu reseña de este libro que por cierto es magnifica. A los que dudais si leerla o no, no os lo penseis más, se lee en dos dias y no deja indiferente a nadie. Es impresionante de verdad. Voy a cotillear un poquito el blog, a ver que libros recomiendas.
ResponderEliminarAnónimo: gracias por tu comentario y espero que hayas encontrado en mi blog otros libros que también entren en tus gustos.
EliminarComparto tu opinión de que este libro no hay que perdérselo.
Un abrazo
Veo los comentarios todos coincidimos,,no dejeis de leerlo
EliminarAnónimo: estupendo que estemos de acuerdo.
EliminarEs como "El diario de Ana Frank", necesario leerlo.
Un abrazo