Premio Planeta 2007
Hablar de uno mismo no es fácil, contar a los demás tu vida tampoco. Sin embargo Juan José Millás ha conseguido que parezca sencillo relatar el pasado, aunque sea una autobiografía novelada. Con una narración clara, directa, llena de metáforas, en algunos momentos seria y en otros divertida, ha sabido transmitir sus recuerdos, su vida. Nos ha contado su mundo. Porque al fin y al cabo para cada uno de nosotros, el mundo, es aquello que nos rodea, aquello que hemos vivido y sentido. Cada uno tenemos nuestro propio mundo.
Me ha encantado la forma en que ha convertido momentos que podían ser tristes e incluso trágicos en situaciones anecdóticas, provocando una sonrisa.
Un buen libro, como todos los de este gran escritor.
Algunas frases del libro:
“Atravieso épocas de grandes ensoñaciones, donde me imagino llevando a cabo extrañas conquistas, y por instantes de gran abatimiento, de desánimo, que me ponen los pies en el suelo”.
“La comparación con la termita y el topo es oportuna porque yo abría realmente en la superficie de la existencia agujeros por los que me colaba para vivir dentro. Vivía en un hormiguero con un solo habitante, yo, que era el protagonista de las historias en las que me refugiaba. Pero las galerías subterráneas se construyen también para escapar de algún sitio. Yo huía a través de ellas, del barrio, de la familia, de aquélla vida que, incluso sin haber conocido otras, no valía la pena”.
Contracubierta o parte de la misma:
Hay libros que forman parte de un plan y libros que, al modo del automóvil que se salta un semáforo, se cruzan violentamente en tu existencia. Éste es de los que se saltan el semáforo. Me habían encargado un reportaje sobre mí mismo, de modo que comencé a seguirme para estudiar mis hábitos. En ésas, un día me dije: «Mi padre tenía un taller de aparatos de electromedicina.» Entonces se me apareció el taller, conmigo y con mi padre dentro. Él estaba probando un bisturí eléctrico sobre un filete de vaca. De súbito, me dijo: «Fíjate, Juanjo, cauteriza la herida en el momento mismo de producirla.» Comprendí que la escritura, como el bisturí de mi padre, cicatrizaba las heridas en el instante de abrirlas e intuí por qué era escritor. No fui capaz de hacer el reportaje: acababa de ser arrollado por una novela.
Hablar de uno mismo no es fácil, contar a los demás tu vida tampoco. Sin embargo Juan José Millás ha conseguido que parezca sencillo relatar el pasado, aunque sea una autobiografía novelada. Con una narración clara, directa, llena de metáforas, en algunos momentos seria y en otros divertida, ha sabido transmitir sus recuerdos, su vida. Nos ha contado su mundo. Porque al fin y al cabo para cada uno de nosotros, el mundo, es aquello que nos rodea, aquello que hemos vivido y sentido. Cada uno tenemos nuestro propio mundo.
Me ha encantado la forma en que ha convertido momentos que podían ser tristes e incluso trágicos en situaciones anecdóticas, provocando una sonrisa.
Un buen libro, como todos los de este gran escritor.
Algunas frases del libro:
“Atravieso épocas de grandes ensoñaciones, donde me imagino llevando a cabo extrañas conquistas, y por instantes de gran abatimiento, de desánimo, que me ponen los pies en el suelo”.
“La comparación con la termita y el topo es oportuna porque yo abría realmente en la superficie de la existencia agujeros por los que me colaba para vivir dentro. Vivía en un hormiguero con un solo habitante, yo, que era el protagonista de las historias en las que me refugiaba. Pero las galerías subterráneas se construyen también para escapar de algún sitio. Yo huía a través de ellas, del barrio, de la familia, de aquélla vida que, incluso sin haber conocido otras, no valía la pena”.
Contracubierta o parte de la misma:
Hay libros que forman parte de un plan y libros que, al modo del automóvil que se salta un semáforo, se cruzan violentamente en tu existencia. Éste es de los que se saltan el semáforo. Me habían encargado un reportaje sobre mí mismo, de modo que comencé a seguirme para estudiar mis hábitos. En ésas, un día me dije: «Mi padre tenía un taller de aparatos de electromedicina.» Entonces se me apareció el taller, conmigo y con mi padre dentro. Él estaba probando un bisturí eléctrico sobre un filete de vaca. De súbito, me dijo: «Fíjate, Juanjo, cauteriza la herida en el momento mismo de producirla.» Comprendí que la escritura, como el bisturí de mi padre, cicatrizaba las heridas en el instante de abrirlas e intuí por qué era escritor. No fui capaz de hacer el reportaje: acababa de ser arrollado por una novela.
Tu reseña me ha animado a leer este libro, tiene muy buena pinta. No he leído ninguna novela de Juan José Millás, pero me encanta como columnista e incluso en la universidad hice un trabajo sobre esta faceta suya. Me alegro que te haya gustado tanto el libro. Un abrazo.
ResponderEliminarCuéntate la vida http//cuentatelavida.blogpot.com
Sólo he leído un libro de este autor, pero está claro que tengo que darle más oportunidades.
ResponderEliminarRespecto al comentario que me haces en mi blog sobre qué libro de Amelie Nothomb elegir para empezar con ella, si te sirve, a mí los que más me gustaron fue "Cosmética del enemigo" y "Ácido sulfúrico"; ambos muy originales. Quizás el segundo más, al menos de ese tipo de libros que dejan huella. Un beso
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEstoy de vacaciones y no tengo acceso a internet, por eso llevan retraso el publicarlos.
En septiembre espero volver a la normalidad, aunque el deseo sería seguir así de relajada.
Un abrazo
Gracias a esta reseña al final me he animado a leer esta obra de Juan José Millás. La he disfrutado muchisímo, justo ahora acabo de colgar la reseña en mi blog. Blanca, gracias por animarme a descubrir la faceta de Millás como escritor y no sólo como columnista. Un besazo.
ResponderEliminarCuéntate la vida http://cuentatelavida.blogspot.com
Es el primer libro que leí de Juan José Millás y me gustó mucho ...
ResponderEliminarhttp://loqueleoloqueleo.blogspot.com/2009/06/el-mundo-juan-jose-millas.html
Rosalía: te aconsejo que continues con Millás, te gustarán todos los libros.
ResponderEliminarUn abrazo