LAS MADRES de Carmen Mola

Este libro es la cuarta entrega de la serie protagonizada por la inspectora Elena Blanco. La primera es “La novia gitana” (reseña aquí), la segunda es “La red púrpura” (reseña aquí) y la tercera es “La nena” (reseña aquí). Como todas las series policíacas mi consejo es leerlos en orden, porque siempre aportan datos que si no los sabes no es que te pierdas en la trama, pero sí te quedas sin conocer información interesante.

La novela sigue la estructura de las anteriores, en referencia al comienzo de cada parte, porque hay un relato en cursiva de una historia anterior, y con esto sabremos más cosas, incluso antes que la policía.

Pero como buen thriller por mucho que sepamos no es fácil deducir quién o quiénes son los malos, porque los giros van sorprendiendo a cada momento. La tensión es continua.

En cuanto a la temática da para mucho por las cuestiones actuales que expone y que resultan polémicas, complejas y que dan para debate. Realizando una crítica social entremezclada con el argumento.

Personalmente me parece una barbarie que se pueda tratar de esa manera a seres humanos, más concretamente a las mujeres.

El relato nos lleva desde Ciudad Juárez (México) con desapariciones de mujeres, hasta España con vientres de alquiler, pasando por asesinatos brutales, narcos y policías corruptos. No deja hilos sueltos en un argumento con escenas espeluznantes.

Los personajes, varios conocidos de los otros libros, son cada vez más cercanos, pues después de cuatro entregas, cada vez sabemos más cosas de ellos a nivel personal.

Y sí, puede que continúen con cinco, seis… porque Carmen Mola, que ya no es anónima, sino que detrás de ese pseudónimo están Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez, que son guionistas y ya han llevado a la pantalla la primera novela, creo que tienen muchas papeletas para seguir con este entramado de thrillers primero en libro y luego en película.

Algunas frases del libro:

“Esa conciencia de cómo se escapa la vida sin ser conscientes hasta que es demasiado tarde. Hasta que no hay oportunidad para las risas ni los besos.”

“Ahora tienen un camino, deben seguirlo hasta ver adónde los lleva, sin que otras interrogantes les hagan perder la dirección.”

“—¿Sabes quiénes tienen la culpa de verdad? Los clientes. Si no fueran de putas, no se movería tanto dinero y nadie haría esas barbaridades. Por eso yo nunca he ido con una. No sé cómo pueden tener el estómago de follarse a una de esas pobres chicas sabiendo lo que tienen detrás…”

“Los hombres aprueban las leyes que les convienen, no las más justas.”

“—En el fondo, esta historia de los vientres de alquiler es una especie de mutación de la prostitución: el hombre se cree con derecho a follarse a una mujer cuando quiera. Basta con pagarlo. Los cuerpos de las mujeres están a la venta. Y, ahora, también lo están sus vientres. Todo se compra. Hasta la paternidad.”

Contracubierta o parte de esta:

La inspectora Elena Blanco atraviesa el depósito de la Grúa Municipal Mediodía II de Madrid hasta llegar a una vieja furgoneta que expele un olor putrefacto. Dentro está el cadáver de un hombre con un burdo costurón que asciende del pubis al abdomen. Los primeros resultados de la autopsia aclaran que a este toxicómano le arrancaron algunos órganos y en su lugar colocaron un feto. Los análisis de ADN revelan que se trata de su hijo biológico. A los pocos días, aparece en la zona portuaria de A Coruña el cuerpo de un asesor fiscal que ha sido asesinado con el mismo modus operandi. ¿Qué relación existe entre ambas víctimas? ¿Y dónde están las madres de los bebés? Se abre así la investigación del nuevo y perturbador caso de la Brigada de Análisis de Casos. Mientras la relación entre Elena y Zárate se hace cada vez más complicada, todos los indicios los acercarán a una misteriosa organización a la que nadie parece poder acercarse sin morir.

Imagen de la cubierta: Miquel Antoni Tejedo Castellví

@AlCalordeLibros