Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

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lunes, 31 de julio de 2023

CUANDO YA NO SEA YO de Carme Elias

Carme Elias tiene alzhéimer. A partir del momento de saberlo y, más importante, admitirlo, teniendo muy claro cómo iba a ir avanzando su enfermedad, quiso dejar constancia de
“cómo soy para cuando ya no sea yo…” y empezó a escribir, hasta que en este año 2023 le han publicado este libro.
Pero fue en el año 2015 cuando empezó a notar fallos de memoria, sobre todo, en su propia profesión, es actriz y no recordaba los guiones. En el año 2017 comenzó a mostrarse la enfermedad, pero hasta el año 2019 no tuvo el diagnóstico definitivo de que tenía alzhéimer. Aun así, tal vez a ella, por su profesión, se lo pudieron detectar antes que a otras personas. Porque una de las situaciones peores de esta enfermedad es que el alzhéimer es silencioso, y cuesta diagnosticarlo.
En este libro escribe sobre su pasado y su presente, contando historias referentes a ella, a su familia, a sus amigos, también como empezó su vocación de actriz, cosillas relacionadas con su trabajo. En ocasiones recurre a sus diarios de juventud, pues siempre le gustó escribir. Mientras recupera recuerdos de alguien que cada vez tiene menos.
Por supuesto habla sobre el Alzhéimer, a quién opta por denominarlo AL, ya que forma parte de ella, y va relatando como es ese día a día, minuto a minuto con él. Ese okupa de su cerebro.
El tener una enfermedad que no tiene cura, le hizo que le costase llegar al punto de la aceptación. Cuando llegó a ese momento decidió dar visibilidad a una enfermedad que se muestra poco a poco. Pensó que hablar con naturalidad y sinceramente de la propia enfermedad podía ayudar a las familias, a los cuidadores, que soportan parte de la dureza en silencio. Y esta reflexión le llevó a comunicar públicamente que tenía alzhéimer, y precisamente hacerlo público le hizo sentirse más libre. Fue su manera de normalizar la enfermedad.
Carme Elias sabe que va hacia el infierno. Y todavía es consciente de lo duro que es conocer que esta enfermedad avanza sin parar, mientras el cerebro se vacía. En contraposición a esto cree que para ella es buena esa conciencia del proceso degenerativo que está viviendo. Y mientras pueda y su “amigo” AL se lo permita, disfruta de las pequeñas o grandes cosas de la vida.
También ha incluido un decálogo en el que reivindica “no me hables distinto, háblame mejor”, que a su vez da título a uno de los capítulos.
Y expresa el agradecimiento a su familia y a otras personas por el apoyo que le están dando.
Además, si ya todo lo anterior que he comentado muestra la dureza de lo que está viviendo esta mujer, pues todavía me ha impresionado más el que ha querido dejar por escrito que quiere una muerte digna, y explica muy sinceramente los motivos y cuando debería ser ese momento, según avance su enfermedad. Así como me ha sobrecogido la carta que le ha escrito a AL (alzhéimer).
Después de esta lectura, muestro todo mi respeto a Carme Elias, quien se merece un gran aplauso por su valentía, sinceridad y por dar visibilidad a lo invisible.

Algunas frases del libro:
“El alzhéimer es perversamente sutil. Casi ni te das cuenta. Pero cuando te das cuenta es aterrador.”

“Hay algo fundamental que deben saber los enfermos: debemos tener a alguien en quien apoyarnos.”

“La gente está en la vida, pero no tanto en la no vida. Esta podría ser una definición de la amistad tal y como la veo ahora. Porque no todo el mundo se siente cómodo contigo cuando tienes una enfermedad así. No los juzgo.”

Contracubierta o parte de esta:
Escribir un libro de memorias mientras la mía se desvanece es arriesgado. Aun así, siento la tentación de hacerlo. Amo la palabra escrita. Siempre me ha gustado y la he saboreado como intérprete. Soy actriz de profesión y, lo que es más importante, de vocación. Y, sin embargo, todo lo que cuento aquí es verdadero. Son regalos de mi fugitiva memoria y de los diarios que he escrito a lo largo de muchos años. Todo esto que narro como un cuento, es decir, con cierta ligereza, lo hago para no ahogarme con mis propias lágrimas, porque siempre quieren ser ellas las protagonistas. Sí. Tengo alzhéimer. Pero todavía soy plenamente consciente de lo que hago y de cómo lo hago, y a todo esto empiezo a cogerle gusto.
Pido disculpas si me repito, aunque espero que alguien lo corrija.

Imagen de la cubierta: fotografía de Cristina Reche


5 comentarios:

  1. Me lo acabo de leer. Me ha gustado pero me ha dejado un poco fría en cuanto a emoción.¿No te ha pasado? Un saludo

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    1. Quizá es mejor escucharlo que leerlo. Al ser ella la que lo narra le da ese toque emotivo que con la escritura le puede faltar.

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    2. Es posible que tengas razón, que transmita mejor de voz que escrito. Nunca he probado con los audiolibros, tendré que animarme...

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  2. Yo lo escuché narrado por ella misma y me encantó.

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    1. Leira, no sabía que estaba en audio y, además, narrado por ella misma. Lo tendré en cuenta, porque seguro que emociona.
      Un abrazo

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Pido disculpas si tardo en publicar comentarios y en contestarlos. Este blog es muy importante para mí pero no lo único que hay en mi vida.
Gracias por comentar.