En esta novela me he
reencontrado con un autor que me fascinó con su libro “Los pilares de la
tierra” y, sin embargo, me desilusionó con “Un mundo sin fin”. En “La caída de
los gigantes” he vuelto a notar la más pura esencia de la escritura de Ken
Follet. Ahora espero que continúe esta misma línea en el segundo libro de la
trilogía “The Century”.
“La caída de los
gigantes” es una extensa novela que abarca un amplio período histórico, de
junio de 1911 hasta enero de 1924, centrándose en grandes acontecimientos como
la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa.
Al principio del libro
nos encontramos con una guía de personajes divididos por países, imprescindible
para no perderse, aunque la verdad es que en contadas ocasiones he recurrido a
ésta. No la he necesitado con los personajes principales, porque en todo
momento los tenía situados, aquí el mérito es del propio autor que ha
desarrollado la historia de manera muy ordenada, y con una justa extensión de
los capítulos para que en la intercalación de las diferentes historias no diese
tiempo a perdernos. Sin embargo, si he acudido a la guía con algunos personajes
secundarios, más que nada los que apenas aparecen.
Con respecto a los
personajes algunos son reales, lo que te lleva a la pregunta de donde traza la
línea entre historia y ficción, y al final del libro encontraremos la
respuesta, en una nota aclaratoria sobre los personajes históricos.
En más de tres cuartas
partes del libro la historia avanza mes a mes, por tanto utiliza largas
descripciones muy detalladas, llegando a ser tan minuciosos los detalles que mi
imaginación me ha trasladado a aquella época y a aquellos lugares,
involucrándome con los cinco sentidos en el desarrollo de la trama y metiéndome
en la piel de los personajes, convirtiéndome en partícipe de la historia.
Combina la vida cotidiana
y la política junto a la situación de los pobres y de los ricos, intercalando
el día a día de cinco familias de diferente origen, tanto geográfico como
social. Entrelazando la vida de algunos personajes. Y aquí es donde aparece la
magia de una novela, el deseo de su autor de que ocurran hechos increíbles,
haciendo que las casualidades existan y que en medio del campo de batalla se
encuentren dos viejos amigos en bandos distintos, o que una pareja se encuentre
paseando por un parque en un país distinto al suyo, o que dos hermanos vuelvan
a encontrarse después de varios años.
Destacable las partes
donde se habla de la lucha por los derechos, tanto de hombres como de mujeres,
encontrando personajes como Ethel y Maud que procediendo de clases sociales muy
diferentes las une un mismo sueño, por el que lucharán toda su vida.
También me ha gustado
como finalizan algunos subcapítulos, al utilizar una frase corta y contundente
que deja cerrado el párrafo anterior. Dándole fuerza al contexto.
Me ha sorprendido
gratamente esta novela, tenía mis dudas sobre si encontraría al Follett de “Los
pilares...” o al de “Un mundo...”, ahora me alegro de haberlas vencido. Las mil
páginas me han mantenido enganchada desde el primer momento, he sentido a cada
personaje, y la historia de cada uno de ellos me ha tenido en vilo hasta el
final. Ahora me espera la continuación.
Algunas frases del libro:
“Billy descubrió que a la
mayoría de los hombres les gustaba ridiculizar y burlarse de la ignorancia de
los muchachos más jóvenes, y decidió no hacer lo mismo cuando fuese mayor.”
“Los pobres recorrían
cojeando o caminando con gran esfuerzo las mismas carreteras por las que los
ricos transitaban con paso seguro y arrogante.”
“Fitz observaba cómo
hacían cola los hijos de los mineros para la comida... para el almuerzo, como
decían ellos. Tenían la cara sucia, iban despeinados y llevaban la ropa hecha
harapos, pero parecían felices. Los niños eran asombrosos.”
“Ahora solo estaba
asustada: la guerra o la paz, el matrimonio o la soledad, la vida o la
muerte... su destino.”
“Todo el mundo tenía
miedo, salvo los que estaban muertos.”
“Le aterraba un futuro
asolado por el caos, la crueldad y la destrucción de la guerra.”
“Maud reflexionó que, en
la lucha por la igualdad de derechos para las mujeres, algunas veces también
había que luchar contra las propias mujeres, no solo contra los hombres.”
“Soy uno más del millón
de hombres que vivimos separados de la mujer que amamos, y el viento del norte
azota nuestras almas.”
“Tenía que existir una
libertad sin caos.”
“Todo el mundo está harto
de gobiernos que hablan de democracia pero no hacen nada para que baje el
precio del pan.”
“Todos habían vivido
cuatro años en los que esa clase de tragedias sucedían a diario. A esas
alturas, era imposible ser demasiado pesimista: el luto era la norma.”
“¡Es que deberían
desmoralizarse! Los dirigentes de Europa hicieron algo infame y necio, y diez
millones de hombres han muerto de resultas de ello. ¡Al menos deje que la gente
comprenda eso para que nunca permitan que vuelva a pasar!”
“Tomó la decisión de ser
feliz.”
“Después de haber estado
en el campo de batalla, se dio cuenta de que le resultaría difícil tomarse en
serio muchas de las cosas que preocupaban a la gente en tiempo de paz.”
“No se puede encarcelar a
la oposición y seguir fingiendo que crees en la libertad.”
Contracubierta o parte de la misma:
Ken Follet presenta esta
gran novela épica que narra la historia de cinco familias durante los años
turbulentos de la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa y la lucha de
hombres y mujeres por sus derechos.
Solapa:
La historia empieza en
1911, el día de la coronación del rey Jorge V en la abadía de Westminster. El
destino de los Williams, una familia minera de Gales, está unido por el amor y
la enemistad al de los Fitzherbert, aristócratas y propietarios de las minas.
Lady Maud Fitzherbert se enamorará de Walter von Ulrich, un joven espía en la
embajada alemana en Londres. Sus vidas se entrelazarán con la de un asesor
progresista del presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, y la de dos
hermanos rusos a los que la guerra y la revolución les ha arrebatado su sueño
de buscar fortuna en América.
Desde Washington hasta
San Petersburgo, desde la inmundicia y los peligros de las minas de carbón
hasta los candelabros lujosos de los palacios de la aristocracia, pasando por
los pasillos de la Casa Blanca y el parlamento de Westminster, Ken Follett nos
ofrece, en su novela más ambiciosa, un esmerado retrato de una época y de las
pasiones que espolearon la vida de sus personajes.
Traducción de ANUVELA
Fotrografías de la cubierta: estación de Paddington, Londres ALFRED HIND ROBINSON / HULTON ; tropas inglesas avanzando en la tierra de nadie, 1916 MARY EVANS PICTURE LIBRARY ; gran ópera de Viena, 1907 BURTON HOLMES /BURTON HOLMES HISTORICAL COLLECTION