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jueves, 18 de mayo de 2023

CORRER de Jean Echenoz

Este libro, entre biografía y novela, es la historia de un hombre que un día empezó a correr, y encontró en ese deporte el placer de su vida.
Él era Emil Zápotek. Nació y vivió en Checoslovaquia. Fue un destacado atleta que corría dejando a sus rivales muy atrás. Era tal su potencia que le pusieron de apodo “La locomotora”. Y, por supuesto, fue un campeón.
Tuvo su propio estilo, tan particular, que parecía que fuese imposible que le sirviese para correr. Se preparaba a sí mismo, probaba diferentes formas de entrenar, llegándose a lesionar por forzar tanto, pero no le importaba porque corría mucho. Su método le funcionaba.
Además, todo esto pasó en una época convulsa de la historia de Europa, y en particular de Checoslovaquia, y así nos lo cuenta el autor entremezclado con la vida de Zápotek.
Hace una descripción entre líneas de la Segunda Guerra Mundial; de la llegada de los alemanes; de los aliados rusos; de los siguientes años tras la guerra: del telón de acero; del presidente Gotwald; de la represión política; del miedo de los ciudadanos. Y ya de forma más concreta explica cómo le prohíben a Emil ir a competiciones en países libres. Para posteriormente con la llegada a la presidencia de Dubcek cómo empieza a haber una apertura del país. Que termina cuando la invasión rusa, y el propio Zápotek sufre en su propia persona la represión.
Echenoz ha sabido conjugar con muy buena maestría los temas principales de esta historia, el atletismo y la situación política del momento.

Algunas frases del libro:
“Habida cuenta de que los alemanes han comenzado a sembrar el terror en el protectorado, de que deportan y exterminan, de que queman y arrasan a más y mejor, seguir corriendo permite quizá pensar en otra cosa.”

“Hay corredores que parecen volar, otros bailar, otros desfilar, otros parecen avanzar como sentados sobre las piernas. Algunos dan tan solo la impresión de ir lo más rápido posible a donde acaban de llamarlos. Emil, nada de todo eso.”

“De manera que, aunque no quede muy bonito, se limita a correr como más le conviene, como menos le canse, y se acabó.”

Contracubierta o parte de esta:
En los Juegos Interaliados de Berlín, en 1946, al ver detrás del cartel de Checoslovaquia a un solo atleta desmañado, todo el mundo se ríe. Y cuando ese atleta, que no se ha percatado de que lo convocan para participar en su prueba, atraviesa el estadio como un loco gritando y agitando los brazos, los periodistas sacan veloces sus libretas. Pero después, cuando en los cinco mil metros y ya con una vuelta de ventaja acelera sin parar y cruza la meta en solitario, los ochenta mil espectadores estallan en un clamor.
El nombre de ese muchachote rubio que siempre sonríe no lo olvidarán nunca: Emil Zápotek. Su aire dócil y amable es una trampa: desde que descubrió que correr le gusta, ya nadie ha podido pararlo. El hecho es que siempre quiere saber hasta dónde puede apurar. El estilo no le importa: corre como un excavador, la cara deformada por un rictus, sin aspirar a la elegancia. Es simplemente un motor excepcional sobre el que se han olvidado de montar la carrocería.

Traducción de Javier Albiñana
Título original: Courir

Imagen de la cubierta: foto de Emil Zápotek durante un entrenamiento


Otros libros de este autor reseñados en este blog: “14” (enlace aquí)

2 comentarios:

  1. Pocas cosas me parecen tan aburridas como correr. Pero también es cierto que las historias de superación de todo tipo de deportistas me alucinan muchísimo, quizás porque sería incapaz de tener un nivel de disciplina así para algo. La Historia en la que se encuadra, quitando la guerra, también me parece interesante y hecha novela será ameba.
    No lo descarto.
    Besos

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  2. Me llama sobre todo por los años en los que se desarrolla, aunque me dejas también con curiosidad por este personaje.
    Besotes!!!

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Pido disculpas si tardo en publicar comentarios y en contestarlos. Este blog es muy importante para mí pero no lo único que hay en mi vida.
Gracias por comentar.