Este
libro esconde más de lo que a simple vista pueda parecer. Pone al
descubierto situaciones sobre los medios de comunicación, en
concreto la prensa, que no dejan indiferente. Se cuestiona la
influencia que ejercen sobre la gente, cómo nos creemos todo lo que
dicen, cómo, en ocasiones, juegan con las noticias y con los
lectores. En concreto una de las muchas cosas que dice: “Los
periódicos mienten, los historiadores mienten, la televisión hoy
miente. Vivimos en la mentira y, si sabes que te mienten, debes vivir
instalado en la sospecha.”
Así
como también realiza una crítica a la política italiana. En
definitiva, es una denuncia, en clave de parodia, al periodismo y la
política, que no deja títere con cabeza. Ambientada en Milán en el
año 1992.
Para
mi un personaje clave es Braggadoccio, a quien su padre le enseñó a
no creer las noticias a pies juntillas. Es un periodista que va a la
caza de conspiraciones. Lleva tiempo indagando sobre los últimos
días de Mussolini. Haciendo una reconstrucción de los hechos, que
va generando una historia larga, que de momento es una hipótesis,
pues necesita las pruebas. Su historia podría ser inventada pues
parece novelesca. Va juntando con razón o sin ella una cantidad de
hechos. Pero es que la sombra de Mussolini domina todos los
acontecimientos italianos desde 1945, y a este reportero le hace ver
conspiraciones por todos lados.
Braggadoccio
es uno de los 6 periodistas contratados para trabajar en la creación
de un nuevo periódico.
Por
una parte hay un editor, el Commendatore Vimercate, que quiere crear
un diario nuevo dispuesto a decir la verdad sobre todo. Su idea es
sacar doce números cero, con noticias creadas a partir de
suposiciones, y que casi rocen la mentira. Para poner en apuros a los
altos círculos financieros y políticos, es su forma de chantaje
para llegar a ser uno de ellos. Así surge el proyecto Domani.
Por
otra parte, Simei es el encargado de contratar al equipo de
redacción. Pero ante lo dudoso del proyecto también le encarga
escribir un libro a Colonna, que será algo así como las memorias de
un periodista, el relato de un año de trabajo para preparar un
periódico que nunca saldrá.
Colonna
acepta el reto que se le plantea, y su vida dará un giro importante,
tanto a nivel personal como profesional.
En
los temas periodísticos plantea que las noticias se pueden reciclar,
volver a hacerlas actuales, porque la gente tiene memoria corta. Que
la actualidad es descubrir que alguien nos ha estado engañando hasta
ahora. Y que todo tiene que ver siempre con todo.
Me
ha resultado curioso un reportaje que ve Colonna en la televisión,
sobre la Operation
Gladio. Que me ha traído a la memoria el programa sobre el 23F,
Operacion Palace, de Jordi Evole. En ambos casos la intención era
inquietar a la opinión pública.
Umberto
Eco realiza una crítica al peor periodismo, el que en Italia llaman
“la máquina del fango”
que es
“una forma de deslegitimar al adversario mostrando aspectos
secretos de su vida”.
Un
libro que tiene una parte que puede resultar para algunos menos
interesante, que son los acontecimientos políticos italianos, pero
que lo compensa todo lo relacionado con el periodismo.
Algunas
frases del libro:
“Traducir
significa quedarse en casa, con frío o con calor, y trabajar en
zapatillas, aprendiendo además un montón de cosas.”
“Leer
manuscritos que jamás serán publicados puede llegar a ser un
oficio.”
“No
son las noticias las que hacen el periódico sino el periódico el
que hace las noticias.”
“Nunca
hay que creer en lo que nos cuentan.”
“Los
periódicos enseñan a la gente cómo debe pensar.”
“Los
periódicos no están hechos para difundir sino para encubrir
noticias.”
Contracubierta o parte de la misma:
“Los
perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los
ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo
objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más: el placer
de la erudición está reservado a los perdedores.”
Con
estas credenciales se nos presenta Colonna, el protagonista de Número
Cero, que en abril de 1992, a sus cincuenta años, recibe una extraña
propuesta de un tal Simei: va a convertirse en redactor jefe de
Domani, un diario que se adelantará a los acontecimientos a base de
suposiciones y mucha imaginación, sin reparar casi en el límite que
separa la verdad de la mentira, y chantajeando de paso a las altas
esferas del poder.
El
hombre que hasta la fecha ha malvivido como documentalista y que, en
palabras de su ex mujer, es un perdedor compulsivo, acepta el reto, y
arranca la aventura. Reunidos en un despacho confortable, Colonna y
otros seis colegas preparan el Número Cero, la edición anticipada
del nuevo periódico, indagando en archivos que esconden los secretos
ocultos de la CIA, del Vaticano y de la vida de Mussolini.
Todo
parece ir sobre ruedas hasta que un cadáver tendido en una
callejuela de Milán y un amor discreto cambian el destino de nuestro
héroe y el modo en que los lectores vamos a mirar la realidad, o lo
que queda de ella.
Traducción
de Helena Lozano Miralles
Hubo un tiempo en que Umberto Eco estuvo entre mis favoritos. Me refiero al novelisrta autor de "El nombre de la rosa" o "El péndulo e Foucault" entre otras, y al profesor de estética autor de "Cómo se hace una tesis", "Apocalípticos e integrados" y otras de este estilo. Luego lo abandoné y aunque lo he intentado "El cementerio de Praga" me pudo a mí. Es por eso que esta que comentas ni pensaba acercarme a ella, pero tras ver tu reseña... pues ... como que ... no sé, no sé...
ResponderEliminarUn abrazo, Blanca
Juan Carlos Galan: resulta interesante la crítica al mundo de las noticias. Tiene frases que no dejan indiferente. Si ese tema te atrae pues adelante con este libro.
EliminarUn abrazo
Pues es la primera reseña que leo de este libro , que no me llamaba mucho. Pero ahora me has hecho dudar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: pues a mi me atrapó el verlo el verano pasado por todas partes. Sobre todo las frases extraídas del libro que publicaba la gente en twitter. Muy buenas.
EliminarUn abrazo
No he leído nada del autor pero siempre he querido leer El nombre de la rosa así que empezaría por ese.
ResponderEliminaralbanta: "El nombre de la rosa" es diferente al resto de libros escritos por Eco. En los demás se acerca más al ensayo que a la novela.
EliminarTambién te aconsejo la película, es de las mejores adaptaciones de un libro que he visto.
Un abrazo
La verdad es que el tema parece muy interesante, pero no estoy segura de que me apetezca algo así ahora. De todas formas, tomo nota para más adelante.
ResponderEliminarAbrazo!
Zamarat: no es una novela al uso, pero el tema del mundo de la comunicación resulta de lo más interesante.
EliminarUn abrazo
Después de "El nombre de la rosa" y "El péndulo de Foucault" me ha costado, me cuesta, encontrar a Umberto Eco, aunque leí más cosas suyas. Lo seguiré buscando, tal vez en este libro.
ResponderEliminarUn abrazo
Ana Blasfuemia: en "Número cero" hay una parte un poco más densa que es la relacionada con la política italiana, aún así es interesante porque es un recordatorio de la historia de ese país. Pero lo mejor es la parte sobre la prensa.
EliminarUn abrazo
Se mezclan a veces dos aspectos distintos de Eco: es un profesor (jubilado) de semiótica, y tiene abundante bibliografía sobre el tema, que es excelente y de obligada lectura para especialistas. Luego está su faceta de novelista, más discutible. En "El nombre de la rosa" le salió la cuadratura del círculo: una novela más que amena con una trama compleja y repleta de referencias más o menos cultas. El resto de sus obra narrativa se desliza por la pendiente del elitismo, no deja de ser buena literatura, pero olvida al gran público; o lo rechaza, que está en su derecho.
ResponderEliminarEco también es un intelectual, un pensador escuchado en Italia, un "oráculo", en el mejor sentido de la palabra. Por ahí va este libro.Es una pena que a veces se crea que con unos cuantos pensadores disidentes (moscas cojoneras) se garantiza la libertad. No es así.
Hace poco estuve en una conferencia o charla de Jesús Maraña y Luis García Montero, sobre "InfoLibre". Entre otras cosas, hicieron reflexionar al personal sobre el hecho de que en EEUU pueden encontrarse muchas informaciones críticas sobre Obama, pero nunca sobre la Coca-Cola. Aquí también se juega con eso. Un pediodista local de la ciudad en la que vivo me contó que le encargaron un reportaje sobre ciertas operaciones en el ayuntamiento. Lo hizo. Antes de publicarlo lo despidieron. El director dijo que era su cabeza o el cierre del periódico, que vivía (ya no existe) de la publicidad institucional, en gran parte del ayuntamiento. Lo llaman libertad, dicen que vivimos en una democracia, que la prensa informa... Será eso, sí. O será lo que dice Umberto Eco.
Atticus: la verdad es que da respeto (más bien miedo) cómo nos manejan los medios de comunicación. Es noticia lo que ellos quieren. Y nosotros tragamos (eso es lo peor). Un buen ejemplo de lo que pueden llegar a hacer fue el programa de Evole "Operación Palace", que prácticamente todos nos lo íbamos creyendo. Así que ojito con las noticias, que no todo es cómo lo cuentan.
EliminarUn abrazo
Este libro me llama la atención desde que salió a la venta pero aún no me he decidido a darle la oportunidad por si se me hace cuesta arriba, hay elementos que me gustan pero otros me tiran atrás.
ResponderEliminarBesos
Marilú Cuentalibros: si tienes interés en el mundo periodístico entonces no te pierdas las opiniones de Umberto Eco.
EliminarUn abrazo
Solo he leído El nombre de la rosa de Eco. En este caso la novela no me llama mucho la atención.
ResponderEliminarBesotes.
Tabuyo: aunque no queramos hay que acabar eligiendo lecturas, son tantas las que apetecen.
EliminarUn abrazo
Ya lo dice el doctor House, que todo el mundo miente.
ResponderEliminarEspe: y sino que levante la mano quien no lo haya hecho alguna vez.
EliminarUn abrazo
Hola.
ResponderEliminarDe este autor tan sólo he leído El nombre de la rosa. Por lo que planteas en tu reseña, creo que este libro no es muy apropiado para mi.
Gracias por tu opinión. Por cierto, con tu permiso, me quedo por aquí.
Besos
Marina Cordoba: bienvenida a mi espacio bloguero. Me paso por el tuyo.
EliminarUn abrazo