Libros para leer junto al fuego en invierno y a la sombra de un árbol en verano

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viernes, 3 de julio de 2015

SI NADIE HABLA DE LAS COSAS QUE IMPORTAN de Jon McGregor

Empieza con una reflexión sobre la ciudad (una población cualquiera), describiendo momentos habituales. Te insta a que escuches el sonido de tu barrio, a que estés atento a ese instante de silencio, que apenas dura un chispazo del pensamiento. Después el mundo volverá a ponerse en marcha. Y lo relatado en estas primeras páginas me ha resultado muy próximo, he podido fácilmente imaginarme la situación, los detalles comentados, pues son reflejo de la realidad.
A continuación va intercalando el momento presente con un día de hace tres años en que sucedió algo que todavía se mantiene fresco en la mente de una joven, fue el último día de verano, y aquello ha marcado su existencia. Ahora está deseando contar otra situación que la agobia, pero no sabe a quién, ni encuentra el momento, tiene contacto con una chica de entonces, con sus padres, pero es la reaparición del hermano de uno de sus vecinos de aquella calle tranquila donde vivió hace tres años quien parece servirle de apoyo.
Del pasado habla de escenas cotidianas, de la vida de otros, de su vida. Aparecen muchos personajes, son sus vecinos de calle. Los iremos conociendo por viviendas, por el número donde residen, iremos sabiendo lo que están haciendo, cómo transcurre ese día. Una mañana que empezó siendo corriente, sin nada extraño, sin nada relevante o fuera de lo cotidiano. Donde cada cual estaba a sus cosas hasta que algo fue distinto. Son momentos que se me han hecho cercanos, porque esa calle puede ser cualquiera, en cualquier ciudad, son escenas similares a las vividas en algún momento de nuestras vidas.
Me ha gustado este libro, la forma es que está escrito, al utilizar párrafos cortos, frases cortas, que a menudo empiezan con: dice, dijo, recuerdo, me pregunto, veo, observo, miro, reparo... También me ha mantenido hasta el final con la intriga y la duda de qué fue aquello que sucedió, entonces al terminarlo me he dado cuenta de detalles que te van llevando al hecho. Es aconsejable ir anotando los personajes y los números de las casas, facilita el saber de quién se está hablando en cada momento, pues tiene muchos instantes donde relata cómo y quienes son los vecinos, así los vas conociendo, haciéndote una idea de sus vidas, de sus momentos vividos. Siendo también importantes las circunstancias que han ido marcando la vida de la joven protagonista. No llega a profundizar en ningún tema, pero habla de las cosas de una manera que pueden llevar a la reflexión. Tiene escenas encantadoras como cuando habla de la pareja que ella le dice siempre a él: “cuéntame nuestra historia, cuéntamela como se la contarás a nuestros hijos cuando te pregunten.” También cuando describe que empieza a llover, hasta producirse una lluvia torrencial, y como avanza hacia la explosión para llegar a la calma.
Me he sentido observadora de otras vidas, y como ellos y junto a ellos me quedé observando, sentí el silencio absoluto, la quietud absoluta, vi los instantes grabados como fotografías. Y en ese devenir de las cosas, de aquella calle tranquila, donde una atroz fatalidad sucedió aquel último día de verano, ella quiere compartir el recuerdo con él, decir gracias y lo siento.

Algunas frases del libro:
“Veo todos estos instantes como si estuvieran tallados en piedra, pequeños momentos capturados y aumentados por el contexto, como figuras en una exposición de Pompeya.”

“Y todo vuelve de golpe, y me pregunto cómo se nos ocultan recuerdos tan importantes, como habitaciones principales escondidas tras visillos.”

“Hay mucha gente en el mundo dice, y quiero conocerlos a todos pero ni siquiera sé el nombre del vecino de al lado.”

Contracubierta o parte de la misma:
Una calle cualquiera de una ciudad del norte de Inglaterra el último domingo de verano. Las escenas se suceden como si fuesen polaroids pegadas sobre una cartulina: estudiantes que hacen las maletas sin saber qué les depara el futuro; niños que entran y salen corriendo de sus casas; jóvenes que empiezan a despertar tras pasar la noche de fiesta; un hombre que pinta de azul pálido las ventanas de su casa; un matrimonio que se encierra en su dormitorio para hacer el amor; una pareja de ancianos que se prepara para celebrar su aniversario...
Es un día como otros, en el que todo transcurre con tranquilidad hasta que se produce un terrible accidente. Un suceso tan repentino como si en la cara de los vecinos hubiese estallado el flash de una cámara. Tres años más tarde, una joven recuerda lo sucedido, y la difícil situación en que se encuentra está íntimamente relacionada con aquel accidente del pasado. El azar pone en sus manos una caja con las fotografías que un vecino tomó obsesivamente de ella y de los habitantes de la calle. En esas imágenes, lo que parecía cotidiano resulta ser extraordinario. La joven descubre que las cosas realmente importantes, aquellas de las que nadie habla, pesan sobre su presente igual que marcaron su pasado.

Traducción de Libertad Aguilera y Gabriel Dols

@AlCalordeLibros

16 comentarios:

  1. Lo anoto, Blanca, que lo que cuentas me gusta (además, creo que por como dices que está narrado, ese aspecto también va a gustarme). Me invitas a ser observadora de sus vidas y me apetece.

    bsos!

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    1. rossy: ese punto de ser observadora de otras vidas me recordó a esos momentos que hay en el libro "Lo que encontré debajo del sofá" de Eloy Moreno, donde también nos convertimos en observadores a través de las ventanas.
      Un abrazo

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  2. Ya solo el título me ha enganchado y lo que cuentas más todavía. Me lo apunto, por supuesto.
    Abrazo!

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    1. Zamarat: si al final lo lees descubrirás de dónde sale el título, está incluido en un párrafo precioso.
      Un abrazo

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  3. Qué casualidad, el otro día tuve este libro en mis manos en la biblioteca, pero no tenía muchas referencias y ya había cogido un par de libros y lo dejé. Y ahora me encuentro con tu reseña, que parece un mensaje claro para que no lo vuelva a dejar en la estantería :) Y como me gusta observar, creo que este libro me está diciendo "léeme".

    Un abrazo

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    1. Ana Blasfuemia: a mi también se me cruzó en la biblioteca, y sin referencias me lancé, y puedo decirte que fue un acierto.
      Un abrazo

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  4. Pues a mi no me llama mucho así que lo dejo pasar.

    Feliz semana. Besotes.

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    1. Tabuyo: entonces a disfrutar con otras lecturas.
      Un abrazo

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  5. Huy, a este tengo que hacerle un hueco sí o sí.

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  6. Qué propuesta tan interesante. Hay varias novelas que parten de una situación cotidiana y un desencadenante que convierte esa jornada normal en algo diferente. Tengo en la cabeza una de estas obras pero no consigo recordar el título, sé que era irlandesa y que hablaba de un día de mucha calor como desencadenante... Si la recuerdo, te digo.

    Abrazos!!

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    1. U-topia: gracias, a ver si la recuerdas. Mientras, yo te digo otra "La paloma" de Patrick Süskind, por un incidente se le rompe toda la rutina al protagonista. Si quieres echarle un vistazo tengo la reseña en el blog.
      Un abrazo

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  7. Me gusto mucho y me llama bastante...lo apunto a mi lista.. ;) miles de saludos

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  8. este de momento, no me lo apunto. Un beso,
    Ale.

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Pido disculpas si tardo en publicar comentarios y en contestarlos. Este blog es muy importante para mí pero no lo único que hay en mi vida.
Gracias por comentar.