Entre Madrid, París y Nueva York, en la década de
los 90 del siglo XX, cuando la compraventa de arte se disparó y fueron en alce
las subastas, los personajes de esta novela,
Michel, Julia y Luis, se movían entre el arte, la belleza y el dinero.
Éstos representan por orden: como de la nada con “buen arte” se llega a lo más
alto en el mundillo del mercado del arte, como de la ignorancia y la rutina se
pasa a la pasión por el arte y el propio cuerpo, como de tenerlo todo en los
negocios con la crisis lleva a perderlo.
Manuel Vicent, quién fue dueño de una galería de
arte varios años, hace un retrato del mundo del arte, del negocio que supone y
los tejemanejes, la especulación con las obras, la función de los marchantes,
de los coleccionistas, de los corredores de cuadros, de los críticos, de la
vida bohemia de los artistas, de las modelos. Haciendo guiños a artistas, obras
y demás personajes relacionados con este mundillo, como Giacometti,
Picasso, Modigliani, Beppo o Matisse. También hace guiños a grandes
escritores.
Trata el tema de la belleza de la mujer, de los
cuadros, del descubrimiento y la pasión por el arte y la influencia que puede
llegar a tener sobre una persona, de su poder curativo.
Combinando todo lo
anterior con el morbo de un triángulo amoroso, con una proposición que incluye
la infidelidad y el anuncio de un terrible desenlace.
La cubierta del libro es
un detalle del cuadro “La alegría de vivir” de Henri Matisse, que está en The Barnes Foundation, Pennsylvania.
Si nunca has leído a este
autor creo que mejor no empieces por esta novela, de todas las que he leído de
este autor es la que menos me ha gustado, antes recomendaría “Tranvía a la
Malvarrosa”, “Son de mar” (premio Alfaguara de novela 1999), “Verás el cielo
abierto” o “León de ojos verdes” (reseña aquí). Y si tras estas lecturas
conectas con su escritura, sus emociones, su nostalgia o sus críticas, entonces
continua sumergiéndote por las páginas de libros como éste que he comentado,
así como “La balada de Caín” (premio Nadal 1986), “El jardín de villa Valeria”
o sus artículos periodísticos.
Algunas frases del libro:
“Los cuadros tienen
siempre un valor relativo, liberan una energía estética y monetaria según el
lugar donde se hallen.”
“Una gran pieza de arte puede recorrer oscuros laberintos antes de llegar a la pared del último coleccionista donde finalmente reposará después de un fatigoso camino a lo largo del cual mucha gente habrá logrado nutrirse de su energía.”
Contracubierta o parte de la misma:
El mundo de la pintura,
de los marchantes, de los coleccionistas y ladrones de museos es un laberinto
fascinante regido por el poder de la belleza que puede salvar o destruir a
cualquier amante. La energía de una obra de arte nunca desaparece, sólo se
transforma. ¿En qué cambiaría “La piedad” de Miguel Ángel si en lugar de ser
venerada en la basílica de San Pedro fuera admirada en el Louvre? Pero la
belleza también arrastra maleficios, sobre todo cuando te obliga a vivir más
allá de la propia seducción. Sobre el desnudo de la adolescente que contempla
la danza en el cuadro “La alegría de vivir” de Matisse, he elaborado la
historia amorosa de una mujer cuyo destino consiste en unir la belleza, el
placer y la inmortalidad en un instante feliz que está también al alcance de
cualquier lector.
Pues no me he estrenado con esta autor, así que te haré caso, y cuándo me ponga con él empezaré por otro :)
ResponderEliminarBesos!
Laura: yo creo que es mejor opción conocer a este autor por otros de sus muchos libros.
EliminarUn abrazo
Me has chafado. Con lo bien que iba y hablamos resulta que es el que menos te ha gustado y ya me he dicho, pues no. Sí que leí Tranvía y Son de mar y me gustaron pero tampoco me marcaron, así que igual lo dejo pasar pese a que lo de los entresijos del mundo del arte me había atraído,
ResponderEliminarBesos
Norah Bennett: bueno, como curiosidad por adentrarte en el mundillo del arte de la década de lo 90 sí te lo aconsejo.
EliminarUn abrazo
Anda, pues este me lo regalaron hace la tira y aún no me he puesto con él...
ResponderEliminarEspe: pues aprovecha el recordatorio y búscalo por las estanterías...
EliminarUn abrazo
No me he estrenado con este autor, así que te hago caso y empezaré por otro de los que recomiendas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margari: el de "Tranvía a la Malvarrosa" es una buena opción para empezar.
EliminarUn abrazo
No he leído nada del autor y este libro no me atrae nada por ahora lo dejo pasar. Muchos besos.
ResponderEliminarGoizeder: lo mismo a ti te gustarían más sus artículos periodísticos, si te apetece :)
EliminarUn abrazo
Pues como todavía no he leído nada de este autor, descarto esta novela como la primera. Me paso por la otra reseña, que no recuerdo haberla leído, a ver si me atrae más...
ResponderEliminarBesines, Blanca!
Carmen Forján: uf! la otra reseña está casi en el olvido, está en los comienzos de este blog.
EliminarUn abrazo
Esta novela no me llama demasiado y además no leí nada de este autor, buscaré otra para acercarme a sus escritos.
ResponderEliminarBesos
Margaramon: ya lo he comentado, creo que vale la pena conocer a este autor por alguno de sus otros libros, y si gusta seguir con los demás, incluido éste.
EliminarUn abrazo
La verdad que me habían hablado de él bastante regular, así que no tenía planeado leerlo. Y veo que acierto
ResponderEliminarBesos
Mientras Leo: tiene novelas más conseguidas en conjunto.
EliminarUn abrazo
yo leei la novia de matisse en el 2001 me parecio exelente pero si dices que
ResponderEliminarlos son mejores que mejor a leer se a dicho